CAPÍTULO 49

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Habría dado todo por él, sin importarle nada, se hubiese ido sin pensárselo un segundo, después de todo, aun lo amaba. Pero al enterarse del oscuro secreto que ocultó por tanto tiempo, cambio de opinión. Su mente se convirtió en una enorme enredadera, porque a pesar de que supiera la verdad, aún existía una parte de él que quería irse y jamás regresar. Sin embargo, había otra que le decía que aquello era algo delicado, algo que se tuvo que tratar a su tiempo; algo que quizás hubiese tenido solución o perdón, porque estaba consciente de que tampoco estaba exento de delito por lo que había hecho, pero finalmente era su padre. Por lo que con toda la tristeza de su alma, tomo una decisión, una que quizás cambiaría todo lo que era y todo lo que su chico sería a partir de ese momento, aunque finalmente entendía que sus palabras tenían sentido, lo mejor era que ambos tomaran diferentes caminos. Y si estaban destinados a estar juntos, estaba seguro que volverían a encontrarse.

— Thomas es hora, más vale que te apresures o perderás el barco. — le llamaba su esposa, quien en compañía de Peter, esperaban impacientes desde hacía unas cuantas horas.

Habían pasado 2 años y como quien no puede detener el tiempo por acontecimientos tristes, todos continuaron con su vida. El duque, conocedor de la historia romántica que se escondía detrás de su ahora esposa y su acompañante, les brindó la oportunidad de permanecer juntos; después de todo, aquella mujer ya había pagado un alto precio por lo que había hecho, por encubrirlos, por brindarles la oportunidad a él y a su hermano de ser felices, por lo que él no sería el causante de más sufrimiento. Si ella era feliz con ese hombre, al que debía la vida de su hijo, encontraría una y mil maneras de dejarlos estar a solas y no irrumpir en su reconciliación y posible futura relación.

Por otra parte, él retomo sus clases de pintura. White, su mentor, estaba al tanto de la situación actual, por lo que lo recibió con gusto nuevamente en su academia. Y si algo podría hacer por ese chico para hacerlo olvida, lo haría. Después de todo era un buen estudiante y un magnifico pintor.

Es por eso, que en estos momentos todos lo esperan con impaciencia, ya que en cuanto se graduó, su profesor consiguió varios lugares donde exhibir sus obras, haciendo que con el tiempo las personas olvidaran un poco las desgracias que acechaban a su familia y comenzaran a aceptarlo de nuevo. Pero esta vez no era una exposición cualquiera, John White, allegado y conocedor de muchos genios había contactado con el pintor estadounidense Singleton Copley quien estaba organizando la mayor exhibición de arte que alguien hubiese visto y ya conocedor del talento de Thomas, decidió aceptarlo como invitado especial de dicho evento, después de todo parecía ser que quería exhibir algo nuevo, un retrato.

— Estoy listo... — Bajaba con cierta presión las escaleras mientras trataba de arreglar los últimos detalles de su vestimenta — Ya era hora, el señor White te estará esperando en el puerto y los cuadros han sido enviados desde hace unas cuantas horas— asintió y agradeció toda la ayuda que le había sido brindada. Después se despidió de ella, le dio un dulce beso en la mejilla, tomo a su niño en brazos, lo abrazó y lo mimo por unos segundo, prometiendo volver lo antes posible y estrecho la mano de Peter, pidiéndole que se hiciera cargo en su ausencia, antes de salir inmediatamente al encuentro con su mentor.

— Cuando llegues allá, Singleton te estará esperando. Recuerda que debes ser amable y por nada del mundo dar mucho detalle acerca de la persona del retrato ¿de acuerdo? — la mueca en el rostro del joven no era del todo aprobatoria, pero en algo que si estaba de acuerdo con su maestro es que no podía involucrar a más gente en situaciones pasadas que nada las incumbían, así que accedió, ofreció su mano al hombre y subió al barco rumbo a América.

Días después arribaba a la ciudad, nervioso y emocionado por esa nueva oportunidad que se le ofrecía, pues quizás ese fuera el inicio de su carrera como pintor internacional. Y como le habían mencionado había sido recibido por el otro pintor, quién al conocerlo se había sorprendido por su pinta, ya que le habían mencionado que era joven, pero no esperaba que tanto. Así que después de su sorpresa lo invito a pasar un tiempo en la ciudad, mientras el museo en donde se iba a llevar a cabo la exposición era acondicionado.

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