- No puedo creer que haya aceptado venir - se quejaba Summer desde una de las bancas -. Sabes perfectamente que me aburro muy fácil.
- ¿Podrías dejar de quejarte?, pudiste haber dicho que no.
Summer abrió la boca en gesto de ofensa. - ¡Lo hice!, como cien veces...
- Debiste ser más convincente...
- Fayetth Britt, te juro que...
- Britt, ¿podemos hablar? - Ian interrumpió lo que se convertiría en una batalla de palabras entre Fay y Summer.
- ¿Y para que demonios quieres hablar conmigo?, te dije que no quiero saber nada de ti y luego te apareces y...
Ian le hizo un gesto obsceno. - Vete a la mierda, Britt - giró y regresó a la cancha.
- Vete a la mierda tú, Cullen - Ian se detuvo y regresó los pocos pasos que había dado. Summer ya se había alejado del choque entre el huracán y el volcán.
- No repitas lo que yo digo.
- No repitas lo que yo digo - agregó Fay en un pobre intento de imitar la voz del chico.
- ¡Cállate!
- ¡Cállate! - repitió en el mismo tono.
- No me causa gracia lo que haces - pero una sonrisa luchaba por formarse en sus labios.
Fay suspiró. - ¿Sabes cuán estúpido debes ser para hacerme llorar como lo hiciste tú?
Muy, pero muy estúpido - contestó mentalmente Ian.
- Creo que sabes que lo siento, no me disculparé en serio - se quejó.
Ella lo fulminó con la mirada. - Me iré de aquí, Cullen, y no te hablaré hasta estar casada y con dos hijos.
Es una maldita chantajista profesional; tenía razón cuando dijo que era una perra y que podría destruir mi vida - pensó con un tenue gruñido.
- Bien, bien, Britt - tomó una gran bocanada de aire para darse valor -. Lo siento, mis más sinceras disculpas por evitar que tuvieras sexo en la clase.
Ella de nuevo sintió las llamas de la ira, pero se aprovecharía de él. - Di cuán importante soy para ti, suplica por mi perdón.
Él rodó los ojos, poniendo cara de amargado, pero por dentro estaba feliz de que ella ya no estuviera enojada. - Eres muy importante para mí, eres mi mejor amiga...
- Única amiga - corrigió Fay.
Él le sacó la lengua. - Eres mi única amiga, suplico tu perdón.
Ella sonrió y saltó a los brazos del chico. - Eso es suficiente, por ahora.
- Te quiero - dijo Ian, alejándose de ella y golpeando su frente.
Fay sintió la mirada de Jess, casi diez metro a la derecha de donde ellos estaban, así que carraspeó y se alejó de Ian unos cuantos pasos. - También yo.
- Iras a mi fiesta el viernes, ¿verdad?
Ella se encogió de hombros, fingiendo dudarlo. - No lo sé, si no tengo nada más que hacer...
Él le dio un golpe en el brazo. - No puedes faltar, te quiero ahí.
Ella sólo sonrió, quería hacerlo enojar, pero no estaba de humor apara pelear de nuevo con él y soportar el horrible humor de Ian.
Ese viernes, el día del cumpleaños de Ian, Fay estaba acostada en su cama luego de haber fingido de nuevo que iba al colegio, aún le quedaban tres semanas de castigo.
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MISTAKELAND
Teen FictionLos adolescentes ya no son niños que deben ser protegidos de todo, inclusive de la verdad. La vida no es justa. Necesitan acostumbrarse a esa idea. Fay Britt tiene la vida perfecta. Los amigos perfectos, la familia perfecta, las calificaciones perfe...