Mientras corría por los pasillos se preguntó por qué todo debía ser siempre así cuando se trataba de ella y alguien a quien quería, siempre todo tan trágico y dramático. Se preguntó por qué siempre había una canción diferente sonando en su cabeza y justo cuando piensa que lo resolvió, de la nada hay una canción diferente sonando.
No sabía exactamente por qué estaba llorando, sólo sabía que la hacía sentir mejor. No podía entender por qué tuvo la suerte de conocer a dos chicos tan maravillosos y hacerlos pedazos en tan poco tiempo. Se detuvo frente a su casillero y se dejó caer de espaldas contra el duro y frío metal hasta quedar completamente sentada sobre el suelo.
- Eso fue completamente innecesario - rugió Summer al pasar junto a Jessie, quien seguía parado cerca de la puerta del auditorio, respirando de forma agitada.
Snow pasó y empujó al chico. Ambas chicas salieron corriendo del lugar ignorando los gritos de la profesora. Corrieron por los pasillos hasta localizar a su amiga y se acercaron a ella, quedándose en silencio por un momento. Fay sólo lloraba, no gritaba ni se movía, sólo corrían lágrimas por sus mejillas sonrojadas.
- Summer tiene razón: eso no fue necesario. ¿Por qué lo hiciste? - Jessie respiraba con dificultad porque le había agotado bastante perseguir a Fay y cantar al mismo tiempo, por lo que le tomó unos segundos contestar.
- Es algo que no te importa.
Se cruzó de brazos frente a él. - No eres así, Jessie, te conozco.
Bufó molesto. - Por si no te diste cuenta, cambié, Ian. Fay y tú me cambiaron radicalmente al mostrarme como es la vida en realidad.
- Nosotros no te hicimos nada, no puedes culparnos de lo que pasa en tu vida.
- Ustedes son los únicos culpables. Me metieron en su red de mentiras y engaños que ustedes mismos tejieron - rio con tristeza -. Yo sólo fui el insecto atrapado en la telaraña.
- Eso no es cierto.- Cullen, Stone, tomen asiento - exigió la profesora, bastante molesta por todo el escándalo que se estaba armando.
- Vuelvo a Londres el miércoles - soltó Jessie, ignorando a la profesora y sorprendiendo a Ian.
Abrió los ojos al máximo. - ¿Qué? - exclamó -. No puedes irte.
Suspiró. - Tú y Fay tienen tanto en común - dijo en un susurro burlón, recordando que eso fue lo mismo que dijo Fay cuando le dio la noticia -. Hoy es mi último día en el colegio, mañana estaré ocupado con los trámites, así que quería aprovechar este día para agradecerte por enseñarme que no se puede confiar en los mejores amigos y también gracias por mentirme. Nuestra amistad y todos los buenos momentos que pasamos juntos, te los puedes quedar - y salió del auditorio luego de despedirse con la mano de Jackson.
Summer tomó a Fay por los brazos e intentó levantarla pero no lo consiguió, Snow llegó hasta ellas segundos después con un vaso de agua para su amiga. Fay por fin reaccionó, pero para mal, ya que se largó a llorar fuertemente en el pasillo desierto.
Me he lastimado a mi misma de nuevo y esta vez no hay nadie a quien culpar - pensó, sujetándose el estómago como tratando de evitar así que este fuera a explotar en mil pedazos en cualquier momento.
- ¿Quieres ir a tu casa? - Fay asintió ante la pregunta de Summer.
Snow carraspeó para llamar la atención de sus amigas. - Yo debo quedarme, aún no expuse y ya me metí en problemas por salir del auditorio - explicó. Ya que su apellido era Windsor, ella era casi la última en exponer.
- ¿Quieres que nos quedemos a ver tu exposición? - Snow negó con la cabeza para responderle a Summer. Fay no hablaba, no se movía, sólo respiraba de forma entrecortada por los espasmos producidos por el llanto y se sujetaba el estómago.
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MISTAKELAND
Novela JuvenilLos adolescentes ya no son niños que deben ser protegidos de todo, inclusive de la verdad. La vida no es justa. Necesitan acostumbrarse a esa idea. Fay Britt tiene la vida perfecta. Los amigos perfectos, la familia perfecta, las calificaciones perfe...