ANIMALS®

Capítulo Uno

Tomo mi maleta y avanzó hacia el área de revisión, dejo mi maleta sobre una mesa y en una pequeña caja todas mis pertenencias de metal. Finalmente paso por el sensor y vuelvo a tomar todas mis cosas. Salgo por las puertas y veo a mis dos mejores amigos. Ambos me ven y me saludan.

-¡SCOTT! ¡STILES! - grito de alegría mientras corro hacia ellos

Abrazo a Scott rodeándolo con mis brazos y siento cuando me rodea con los suyos. Salto y abrazo a Stiles quien me levanta del suelo y me da vueltas. Scott toma mi maleta mientras Stiles carga mi mochila.

-Beacon Hills ya no era lo mismo sin ti - habla Scott
-créanme, también los extrañe - comento

Llegamos al auto de Stiles y suben las  maletas a la cajuela. Y me subo en los asientos de atrás, Scott en el asiento del copiloto y Stiles en el asiento del conductor. Arranca y salimos del estacionamiento hacia la autopista que nos llevará a casa. Mientras Stiles conduce y Scott mira su teléfono me asomo por la ventana y veo la autopista llena de Pradera color amarillo. Me imagino el rostro de mamá cuando me vea llegar, o incluso el rostro del Sheriff o de Melissa. Aun recuerdo como nos conocimos los chicos y yo.

Estaba en el parque con Stiles, él y yo nos conocimos desde antes, mi mamá es doctora en el hospital de Beacon, al igual que psicóloga, ella fue la doctora y psicóloga de la madre de Stiles cuando estuvo interna hasta que murió. Mamá me llevaba para jugar un rato con Stiles y distraerlo de la preocupación de su madre enferma. Stiles y yo nos volvimos tan cercanos que siempre que iba al hospital él estaba ahí esperando por mi. Esa vez en el parque el Sheriff se ofreció a llevarnos a jugar mientras mi mamá trabajaba, Stiles quería jugar en la arena pero yo quería jugar en los columpios, finalmente jugamos en la arena. Stiles estaba tan feliz construyendo un castillo de arena. Cuando un niño llego y lo destruyo por completo, Stiles asustado salió corriendo detrás de su papá. Yo, por otro lado, me atreví a defenderlo y empuje al niño tirándolo al césped.

El Sheriff me ordeno que pidiera una disculpa al niño por mi comportamiento, mire a Stiles quien me ofreció una dulce y tierna sonrisa que solo él sabe como derretirte con ellas, me rendí. Tuve que pedir disculpas al niño, Stiles fue el que se acercó al niño para jugar. Cada día éramos más cercanos, incluso el papá de Stiles y la mamá de Scott se llevan bastante bien. Mi madre le ofreció a Melissa trabajo en el hospital y ella no se negó. Acepto con gusto. Hasta el día de hoy Scott me odia cuando le recuerdan que lo empuje en el parque por destruir el Castillo de arena de Stiles.

-bueno, ¿qué tal estuvo Londres? - me pregunta Stiles
-estuvo genial, había demasiado por ver y visitar, hice algunos amigos allá - comento - pero no dejaba de pensar en ustedes chicos

Stiles sonríe y veo a Scott mirarme por el espejo. Quiero saber que ha pasado en estos días.

-bueno y díganme - comento - ¿que ha ocurrido en mi ausencia?
-pues no mucho - comenta Scott - encontramos un cuerpo en el bosque, bueno, la mitad
-¿en serio? - pregunto - ¿y qué ocurrió?
-pues a Stiles lo descubrió su padre y tuve que esconderme - comenta Scott - después un puma me ataco pero estoy bien
-¿y qué pasó con el cuerpo? - pregunto
-desapareció - habla Stiles - ya no lo encontramos, pero después el papá de una chica mato al puma afuera de la escuela
-¿una chica? - pregunto con tono alegre
-Allison - suspira Scott mientras sonríe - es increíble, es año más grande que todos pero... es linda

Finalmente llegamos a mi casa y los chicos me ayudan a bajar las maletas y a entrar a casa, salimos hacia el centro en busca de un buen lugar donde podamos cenar y me cuentan un poco acerca de lo ocurrido aquella noche y como es que Scott consiguió a una linda chica. Finalmente comentan que el puma murió pero que la gente sigue muriendo misteriosamente. Comente que puede ser un lobo pero Stiles saco su pésimo comentario acerca de que no hay lobos en California.

Después de cenar Scott pide un platillo para llevar ya que su mamá está trabajando en el hospital al igual que la mía. Solo que mi mamá no tiene tiempo para detenerse a comer, Stiles me deja en casa y me despido de ellos por la ventanilla. Los veo alejarse por el camino, avanzó hacia la puerta de mi casa pero creo escuchar algo del otro lado de la calle y me detengo volteándome lentamente. Miro con cuidado en busca de algo o alguien pero... nada. No hay señales de alguna extraño. Tal vez fue una ardilla. Entro a casa y subo mis maletas a mi cuarto, me doy un baño y me pongo una pijama que consiste en unos shorts de algodón color azul real y una playera gris en diferentes tonos. Me amarro el cabello en una coleta como todas las noches y me acuesto en mi cama. Miro el techo pensando en lo mismo que pienso cada noche antes de dormirme. Llevo algunos meses teniendo el mismo sueño, una y otra vez, no se a que se deba pero es extraño.

Estoy en medio del bosque y parece que estoy corriendo a casa, como si huyera de algo. Supongo que un animal, nunca alcanzo a ver que es, entro a casa y subo a mi cuarto. Siempre la puerta se cierra sola y alguien detrás de ella avanza hacia mi con lentitud y sigiles. Y casualmente dice la misma frase.

-pequeña... no puedes huir de mi - comenta - nunca podrás, eres mi presa y yo el lobo malo. Te comeré viva...

Siempre dice eso y se acerca más a mi acorralándome entre él y la pared. Y siempre hago lo mismo, me relajo y me dejo sucumbir ante el sueño. El sujeto siempre coloca sus manos en mis hombros y con movimientos lentos suben hasta mi cuello y se acerca a mi. Sus labios rozan los míos y se alejan hacia mi cuello y suben a mi oreja donde recarga parte de su rostro y escucho su respiración pausada y lenta. Sus manos bajan a mis caderas y me sujeta mientras su rostro se oculta en mi cuello y deja su respiración golpear con mi cuello.

Siempre despierto con la respiración agitada y algo paranoica. Cierro los ojos tratando de soñar algo que no sea eso. Estoy harta de ese sueño, no se que significa. Creo que es mejor el sueño que tengo de vez en cuando, sobre un chico lindo que me cuida y me protege. El sueño gana y me quedo dormida.

En la madrugada escucho un golpe en mi ventana y abro los ojos asustada, no veo a nadie, pero el golpe se repite. Un golpe más fuerte me espanta, me levanto de mi cama y avanzó hacia la ventana viendo una rama golpear la ventana. Suelto un suspiro de alivio y retomo el paso hacia mi cama. Me detengo al creer que veo algo afuera, parece que hay alguien mirándome. Enciendo la luz y sigo mirando pero no hay nadie. La apago y regreso a mi cama. Me cubro con las sábanas y trato de volver a dormir.