Capítulo Dos

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Camino por el bosque tratando de despejar mi mente. Llevo días buscando al alfa, esta se sumando gente inocente, entre ellos mi hermana Laura. ¿Que pasara por su cabeza? Necesito descubrir su aroma, pero es tan difícil. Cuando es bestia huele a ira y enojo pero no se como huele cuando es humano. Y no puedo atacar a cualquier persona. Llevo horas caminando por el bosque cuando noto que estoy a las afueras del pueblo, creo escuchar un auto. Me detengo y volteo creyendo oír voces, son dos chicos y una chica. No tardo en ubicar las dos voces masculinas.

Son esos dos inútiles. Los que me culparon de la muerte de mi hermana. ¿Porqué demonios mataría a mi hermana? No tiene ni un poco de sentido. Al escuchar la voz femenina entre las otras dos voces creo analizar algo pero no es seguro. Su aroma entra a mi olfato, es un olor a fresas silvestres. Me atrevo a correr entre los árboles sin ser visto, sigo el auto persiguiendo el aroma de los chicos y de la chica. Logro ver que se detienen en el centro, trato de avanzar por las calles sin ser visto. La chica tiene cabellera castaña, pero no logro ver más de ella. Finalmente me alejo entrando de nuevo en el bosque, creo escuchar un sonido y volteo encontrándome con pequeño perro. Me agacho y extiendo mi mano dejando que me huela, alza sus patas delanteras y trata de sujetar mi mano y morder mis dedos con sus dientes.

Después de un rato regreso al centro y trato de volver a seguir el aroma de la chica, lo encuentro con rapidez y vuelvo a avanzar por el bosque siguiendo el auto. Comienzo a correr a cuatro patas tratando de mantener la velocidad del auto, quisiera poder verle el rostro a la chica pero no alcanzo. Logro detenerme cuando veo que se detiene frente a una casa. El jeep del chico se aleja por la calle, veo a la chica entrar a la casa. Juraría que es la chica pero es posible que se haya cambiado de casa después de aquel evento en la calle.

Cruzo la calle y me acerco a una ventana y la veo en la cocina sirviéndose un vaso de agua mientras lee un libro. Alcanzo a ver su rostro, unos hermosos ojos marrones con cabellera marrón, nariz fina y labios carnosos pero delgados. Es ella. No lo puedo creer. Es ella. Podría entrar y decirle lo mucho que siento haberme alejado de ella, que yo no mate a su padre. Pero ella no me recuerda, estoy seguro. La veo subir las escaleras, camino por el patio trasero y me escondo entre los árboles. Un olor a agua y a shampoo entran por mi olfato. Se esta dando una ducha.

Cierro los ojos dejando que ese olor tan embriagador entre por mi olfato, puedo imaginarme dentro de esa ducha entrando en ella, trato de reprimir ese pensamiento. Poco después veo la luz del cuarto encenderse y logro verla salir con una toalla enrollada desde debajo de las axilas hasta las rodillas. ¿Que ocultas bajo esa toalla pequeña? Logro sentir como me muerdo el labio pensando en todo lo que pudiera hacer si fuera mía. Logro ver que se voltea hacia el otro lado quedando de espaldas, veo como deja caer la toalla al suelo dejándome ver su lisa y perfecta espalda, logro ver que se pone unos shorts junto con una blusa y poco después la veo tomar la toalla y secarse el cabello.

Daría lo que fuera por poder tocarla, acariciar su cabello, besarla, hacerla mía. Puedo sentir como se me pone duro. Sacudo la cabeza notando que mis colmillos están fuera. Me quedo de pie en el bosque mirando su ventana. No pienso moverme, después de unas cuatro horas o más decido irme a casa. Comienzo a sentir como pierdo el control y mis garras y colmillos salen amenazándome que pierdo el control de tan solo estar cerca de ella. Me sostengo de un tronco enterrando las garras en la corteza del árbol tratando de reprimir el cambio.

Imágenes de mis pensamientos vienen a mi cabeza como lluvia. Besándola, tocándola, complaciéndola, haciéndola mía. Trato de borrar y alejar esos pensamientos, vuelvo a la normalidad y avanzó a casa. Una vez en mi cama miro el techo pensando en todo lo que vivimos cuando éramos jóvenes, yo cuidaba de ella. Recuerdo que me vio transformado y encontró la forma de hacerme mantener calmado. Lo que daría por decirle de nuevo el  secreto, contarle todo sobre nosotros, hacerla como nosotros. Pero parece ser amiga de los dos inútiles que trataron de convertirme en criminal. Tal vez ya le hablaron de mi y le dijeron lo que no es verdad como... Que mate a mi hermana y que estoy matando gente inocente en Beacon Hills como todo un psicópata.

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