ANIMALS®

Capítulo Veintitres

Comienzo a buscar que ponerme mientras Lydia y Allison me miran. Saco una blusa blanca mientras busco mis jeans, logró encontrar la camisa de cuadros rojos y negros y me la pongo desabotonada, dejando ver la blusa blanca debajo. Subo las mangas hasta mis codos y busco unos zapatos que queden con el atuendo.

-unos tacones - agrega Lydia
-unas botas - habla Allison

Las miro y ladeo un poco la cabeza. Entonces escucho la voz de mi mamá.

-yo digo que unos tenis negros - comenta mi mamá

Volteo a verla y le sonrió mientras me mira muy sonriente.

-hola chicas - saluda a mis amigas - cariño, iré a trabajar, procura no llegar tarde
-claro mamá - hablo - no te preocupes

Me sonríe mientras voltea a ver a mis amigas y se aleja por el pasillo hacia las escaleras para irse a trabajar. Finalmente decido entrar a mi baño y ponerme el atuendo. Al salir veo a las chicas mirándome.

-¿y? - pregunto - ¿qué tal?
-te vez muy linda - habla Allison
-traerás a todos muertos - habla Lydia - ahora, vamos a divertirnos

Salimos de mi cuarto. Y bajamos las escaleras hacia la puerta de entrada. Lydia se para en el pórtico y Allison enciende su auto. Subimos y nos preparamos para irnos. Tomamos rumbo a casa de Jackson, miro por la ventana mientras Lydia y Allison cantan una canción, hace mucho que no voy a casa de Jackson. Me pregunto qué habrá cambiado. La última vez que fui fue a los once años. Solamente íbamos en primaria, en ese entonces Jackson ni siquiera era el tipo que es ahora, ahora es el chico adinerado y creído que todas las chicas quieren.

Al llegar a la casa de Jackson veo que es la misma casa de color blanco que recordaba, Allison se estaciona y finalmente apaga el auto. Veo que el Jeep de Stiles está aparcado del otro lado de la calle.  Eso quiere decir que ya llegaron aunque ambos no se llevan bien con Jackson. Lo único divertido de las fiestas de Jackson es que sus padres casi nunca están en casa debido a sus empleos, por lo que Jackson siempre puede buscar a la gente que le consigue el alcohol, lo cual a todos les gusta en este pueblo. Bajo del auto junto con las chicas.

Las veo subir las escaleras de la entrada hacia la puerta, comienzo a subirlas mientras no dejo de pensar en varias cosas, me detengo y creo escuchar una respiración o... un latido. De alguna manera alcanzó a oír mejor y escucho como si alguien pisara una rama y se rompiera bajo su pie. Volteo bruscamente detrás mío esperando encontrar a alguien o tal vez al alfa, pero cuando volteo veo la calle vacía y a nadie en la acera, no hay ningún auto pasando ni nada. Algo no anda bien conmigo.

-(____________) - me habla Lydia - no te quedes ahí, vamos, es hora de divertirnos
-¿estás bien? - me pregunta Allison
-si, creí... - miro con detenimiento el otro lado de la acera - creí escuchar algo
-ya estás paranoica otra vez - comenta Lydia - tal vez son solo los nervios de que tienes un admirador secreto por ahí
-no lo sé - comento - podría jurar que sentí su mirada conectada con la mía, como si estuviera viendo a alguien directo a los ojos
-lo que necesitas es un trago - comenta Lydia - y en un instante lo tendrás

Lydia saca la llave que Jackson le dio después de un año de novios. Abre la puerta y el pasillo principal está vacío. Camino detrás de las chicas y se abre otra puerta y finalmente veo a los cientos de adolescentes bailando y bebiendo.

-parece que hay más chicos de lo normal - comenta Allison - es como si otra escuela hubiera asistido
-chicas - habla Lydia - son chicos y chicas de otras escuelas preparatorias cercanas a Beacon Hills
-¿de cuántas hablamos? - pregunto
-de una ocho - comenta Lydia - no son muchos
-¿no son muchos? - suelto una risa irónica - este lugar esta repleto de adolescentes hasta en los rincones