Capítulo Dieciocho

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Camino entre los árboles sintiendo el frío colarse por mi chaqueta aunque es casi intangible. Debido a que soy un hombre lobo mi cuerpo es más cálido de lo común por lo que no siento frío. Aunque noto que hace frío debido a que suelto aire por la boca y salen pequeñas nubes de vapor. No entiendo por qué sueño siempre con que (__________) se alejara de mi. Ella no sabe acerca de cómo murió su padre, al menos eso creo, aunque la realidad es su padre murió a manos de otro sujeto. Nunca debí acercarme al cuerpo y mucho menos tocar el arma.

Pero debía hacerlo, su padre era su familia y se lo que se siente perder a un padre, el mío desapareció cuando yo solo tenia siete años. No es divertido sentir ese horrible dolor en el pecho. Su madre debió hacerla creer que murió por problemas de salud. Era pequeña no debió dudar. Pero debería saber la verdad de cómo murió, aunque su madre podría decirle que yo lo maté, supongo que siempre cargare con la culpa durante mucho tiempo. No le dije a nadie acerca de ello, ni si quiera a mis padres, no debía preocuparlos.

Escucho los ruidos de búhos, los dolidos quejidos de los coyotes, el silbido del viento y el sonido de las hojas de los otoños pasados crujir bajo mis pisadas. Sueltan un olor a viejo, a hoja quemada, a sabiduría. Recuerdo que mis hermanas y yo corríamos por aquí jugando a las escondidas. Sigo caminando tratando de borrar esos recuerdos de mi memoria.

Me hubiera gustado estar fuera de la escuela hace unos momentos esperando verla salir bien, entrar y defenderla, aunque ella no debe saber de mí. No antes de aquella noche en el bosque. Me detengo cuando comienzo a oír voces y ruidos. Me resguardo entre los árboles mientras veo las cinco patrullas y la ambulancia. Veo a (_____________) y a los otros chicos. Sus amigos. Trato de agudizar el oído. Solo quiero escuchar su voz. Saber que está bien. Aunque esta sentada en las escaleras con Stiles.

-¿me llevarías a casa? - le pregunta a Stiles

Stiles se pone de pie y avanza hacia su auto junto con ella. Veo el jeep azul salir del estacionamiento de la escuela hacia la dirección de la casa de (_____________). Decido dejar todo el conflicto de lado y cámbiame hacia la casa de (______________). Así podré ver y comprobar que Stiles la lleve con responsabilidad a su casa. No dejo de pensar en que si ella está conmigo podría llevarla a cientos de peligros. Pero tampoco puedo estar alejado de ella.

Miro el suelo mientras avanzó, no me gusta mirar al frente, es como si caminara el sendero de mi alma, oscuro y lleno de suciedad. Me detengo cuando veo la casa de (_____________) frente a mí en la otra acera. Veo que aparece el jeep de Stiles y (______________) baja del auto y camina hacia su casa mientras Stiles da la vuelta y se aleja por la calle. La veo entrar a su casa sin encender una sola luz. Me acerco un poco para lograr alcanzar a ver pero no logró ver por su ventana. Decido trepar por la cochera y caminar por el tejado acercándome a su ventana aunque no deseo que me vea.

Me recargo cerca de su ventana y espero a escuchar sus latidos relajados y lentos, después de unos diez minutos su respiración es lenta, me atrevo a asomarme por la ventana y la veo dormir en su habitación. Me quedo sentado en el tejado cerca de su ventana sin atrever a bajarme y a irme. No puedo dejarla sola y desprotegida. Me quedaré, solo hasta su madre vuelva del trabajo. Miro el cielo estrellado y la luna, comienzo a pensar en mamá, en papá, en Laura, en Cora. Todos murieron dentro del incendio, excepto mi tío Peter, el quedó herido en el hospital.

Me levanto del tejado y avanzó hacia el césped. Logró caer de pie y entro de nuevo al bosque. Debería decirle la verdad. Decirle que yo era quien la cuidaba cuando era tan solo una niña. Camino entre la hojarasca pensando en todo lo que vivimos. Solía dormir conmigo cuando tenía pesadillas y cuando simplemente no podía dormir. Jugábamos todo el tiempo, leíamos cuentos e historias, caminábamos por el lago, nos contábamos secretos, ella me conoció mejor que todos. Más que mi familia.

A veces suelo recordar cómo fue que la conocí, yo estaba en la biblioteca del pueblo ayudando a mi mamá a acomodar libros en sus estantes. Ella atendía la caja. Recuerdo que todo estaba muy callado cuando me hablo mamá y me presento a la señora Brooks. Y entonces fue cuando ella me vio, con una mirada inocente y sin conflictos, recuerdo que me tomo de la mano y me obligó a leer con ella un cuento tonto acerca de unicornios y princesas.

Después de esa vez no pude mantenerme alejado de ella, era como si debería estar con ella y protegerla a toda costa, valía la pena ser herido en su lugar. Recuerdo que una noche no podía dormir y la escuche con los latidos con un ritmo acelerado. Entre a su cuarto y la vi abrazándose las piernas y mirando al frente como si viera a alguien. Ella solo volteo y me vio parado en el marco de la puerta. Me senté en el borde de la cama y la mire esperando a que ella quisiera contarme qué pasaba.

"-¿estás bien pequeña? - le pregunte
-Derek - hablo ella - ¿alguna vez te ha dejado alguien?
-mi padre - conteste - ¿porque?
-a mí nunca nadie me ha dejado - comento ella - y no me gustaría verlos irse
-no lo harán - agregué - ¿quien dejaría a una niña tan linda y divertida como tú?"

Ella simplemente sonrió mientras se sonrojaba y me abrazo. Se aferró a mi como si fuera lo único firme que había en esa habitación.

"-nunca me dejes - me pidió
-jamás... - conteste abrazándola con fuerza
-¿me lo prometes? - pregunto ella
-te lo prometo..."

Recuerdo que el resto de esa hora vimos la luna desde la ventana pensando en que la luna jamás había estado tan hermosa como esa noche. Era como si resplandeciera más, solo por nuestra unión esa noche, extraño poder hablar con ella. Por lo menos de esa forma y sin frialdad. Soy tan idiota por dejar que Kate me alejara de ella, comencé a alejarme de ella y cada vez era más complicado para mí cuidarla, hasta que llegó aquella noche. Cuando su padre murió y trate de ayudarlo y todo tomo un rumbo diferente. Me prohibieron verla de nuevo.

Conocí a esta chica, Paige, y ella me entregaba todo su cariño pero yo no le pertenecía a ella, no podía darle el amor que había dentro de mi. Porque no estaba hecho ni dirigido a ella, le pertenecía a (___________). Poco después Paige murió y se fue cómo el viento de verano, rápido y sin detenerse, mis pensamientos por (___________) regresaron pero Kate volvió a intervenir en mi vida lo que llevo a mi familia a una cruel y dolorosa muerte. Recuerdo escuchar los gritos de miedo, los llantos de tristeza y los aullidos de dolor y agonía.

Al llegar a casa miro la casa por una ocasión más y suelto un suspiro tratando de no pensar que mi familia murió ahí dentro. Al abrir la puerta el olor a carne quemada es igual de fuerte que siempre. Subo a mi habitación y me siento en el pequeño sofá y me dedico a ver la luna por el resto de la noche.

Jamás me perdonaré todo lo que ha caído sobre mis hombros, las culpas propias y ajenas que han caído sobre mi, haciendo sentirme peor persona de la que soy. Lo único que me hace mantenerme buscando una solución es (____________). Es lo único que me importa.

Lo único que importa.

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