1. Si pudiera matarte...

Capítulo 34:Pareja

Se incorporó de nuevo y me observó con aquella sonrisa característica suya, torció su boca hacia un lado y rió fuerte cuando nuestros ojos se encontraron. Era muy astuto; aún no pronunciaba una sola palabra y ya estaba controlando la situación.

-¿Para que quieres condones, Shizu-chan? -Se burlaba, ¡oh si, claro que así era!

-Para hacerte el amor.

-Tengo sueño, creo que mejor dormimos. -Soltó una risa.

-¡NO me jodas Izaya! A la mierda con tu bipolaridad, deja de jugar.- Ya me había enojado.

-Cálmate -Sonrió. Maldita sonrisa suya, tenía poderes, era como brujería- Solo me hacía falta burlarme un rato- Se apoyó en el colchón y se quedó de pie sobre él; ahora más alto, tuve que verlo hacia arriba- No tengo. Hace mucho tiempo que no tengo sexo, a decir verdad ni me interesaba.

Abrí los ojos de par en par; no pensaba que alguien con el aspecto y la vida de Izaya fuera asexual, además, si era asexual ¿por qué estaba a punto de tener sexo conmigo?

-¿Y ahora te interesa?

-Es debido a que es Shizu-chan. -Sonrió.

-Dijiste que no éramos nada, ¿Por qué te interesa tener sexo con alguien que no es nada tuyo?

-Es que no somos nada. Y solo me interesa porque es Shizu-chan quien me gusta.

No me gustaba oír que no éramos nada, era molesto escucharlo, era antinatural, eso simplemente era horrible, pero era más horrible saber que se acostaba con alguien a quien consideraba "nada".

-Sal conmigo, Pulga. -No podía creer lo que estaba saliendo de mi boca.

-¿Ah?-los ojos de Izaya se abrieron de par en par, podía ver perfectamente que lo había tomado con la guardia baja.

-Que salgas conmigo.-repetí -Que seas mío.-Algo malo estaba pasando, seguro que si, eso sencillamente no podía ser cierto. Yo estaba admitiendo que lo quería.

-¿Lo dices enserio?

-Muy en serio- No podía ser cierto, yo no podía querer a Izaya - creo que de verdad te quiero. -¡Mierda! Esto no era un impulso nada más, yo de verdad lo quería.

Lo observé fijamente esperando su respuesta. Por mi cabeza pasó que me rechazaría, o que me haría irme, o que sencillamente volveríamos a ser aquellos dos enemigos sanguinarios que buscaban matarse, y me arrepentí de haber dicho lo que había dicho, prefería tener eso que estaba pasando a tener que volver a la actitud del pasado. Maldito negativismo; mi pecho ya dolía.

-Está bien. -¿Ah? ¡No podía ser cierto! -Me quitaste el trabajo de tener que obligarte a hacerlo.-Me sonrió mientras rascaba mi cabeza.

De verdad lo quería, ¿cómo no hacerlo? Esa Pulga perversa era perfecta. Y ahora era totalmente mía.

-Te demoraste mucho, idiota. -Se veía feliz.

-Lo siento, supongo que no es fácil aceptar que quieres a un hombre.

-Supongo... y más si eres un fenómeno.

-¿Mío? -solo quería confirmarlo.

-Si, Shizu-chan.

-¿Y los condones?

-No hay. -Hizo una pausa - Estoy sano, tranquilo.

Agarré su cadera y me agaché un poco hasta quedar frente a su sexo; mi boca se abrió hambrienta y tomó su erección, cubrí mis dientes tal cual lo había hecho él, moviéndome lentamente de arriba a abajo a lo largo de su eje ayudándome con el empuje de mis manos; Izaya gimió desde el primer momento, sus piernas temblaban, y como no quería que todo acabara tan rápido, me retire.

-Acuéstate.
.
.
.
Continuará
(es la hora de matarme jaja; yo se que pensaban que iba a haber algo más, pero nop, lo siento, sin embargo les prometo que el de la próxima semana será más sustancioso jaja :) perdón por no publicar ayer, tuve mi primer partido oficial de softbol y cuando llegué a la casa era muy noche y yo estaba extremadamente cansada :) en fin, hasta la próxima semana, gracias por leer)