Capítulo 36: Duerme

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Rodé hasta quedar acostado de medio lado sobre la cama, acaricie su rostro con mi mano derecha y lo observé satisfecho; Izaya me sonrió, era una sonrisa tierna, rara para venir él, pero perfecta para quien la recibía, se veía tan satisfecho como yo. Sus ojos se veían cansados, así que me levanté y luego a él, pegándolo contra mi pecho, gire sobre mis rodillas y lo acosté del lado correcto de la cama; me levanté al baño por una toalla, pero antes de alejarme demasiado me detuvo con su voz.

-¿A dónde vas? -Su voz parecía un susurro, se notaba lo cansado que estaba.

-Al baño. Voy por una toalla.

-Quédate.

-No me voy a ir, solo será un momento. -Volví a andar hacia el baño.

Agarré dos toallas. Una de ellas la empape con agua, mientras la otra la dejé seca. Con la húmeda limpie mi pecho que tenía restos del orgasmo de Izaya, con la seca solo las gotas frías de agua que quedaban abandonadas; cuando terminé volví al cuarto con Izaya para hacer lo mismo que conmigo.

-¿Qué haces? -Preguntó cuando sintió la toalla fría y húmeda tocarlo. Se había quedado dormido.

-Solo te limpio.

-Déjalo, quiero dormir.

-Duerme, yo te limpio. -Sonreí y seguí pasando la toalla por su pecho.

-Idiota, acuéstate conmigo. Tengo frío. -¿Cómo resistirme a eso? Esa expresión, ese cuerpo...

-Solo abre las piernas un segundo, limpio y ya, me acuesto todo lo que quieras.- Mis manos ya estaban abriendo sus piernas, buscando hundirse de nuevo en su abertura.

-Deja de tocarme ahí, se me va a parar otra vez. -Intentaba quitar mis manos y la toalla de sus pliegues rosados.

-Ya terminé -lancé lejos las toallas y lo besé. Su cuerpo esquivo ahora se tornaba complaciente, me abrazaba y atraía de nuevo apropiándose de mi ser nuevamente; mis brazos rodearon su cintura, mi dientes mordieron sus labios, mi nariz chocó con la suya; mi pecho estaba lleno, me sentía completo, me sentía feliz.

-Tengo sueño. -Repitió pegado aún a mis labios.

-Duerme -me reí.

-No quiero, estoy cómodo así. -Mordió mi labio inferior y se burló. -Además, no confío en ti. Tal vez me mates mientras duermo.

Me había ofendido. Lo solté de mi agarre e intenté separarme de él.

-Ya veo.-Sus brazos se amarraron a mi cuello y no me soltaban.-Estoy demasiado cansado, iré a dormir al sofá. Me voy temprano, si quieres duerme con tu navaja.

-Ey Shizuo... No seas dramático. Solo bromeaba.-intentó besarme pero lo esquive.

-Esa broma no me agradó.- Estaba molesto y ofendido - Duerme Izaya. -Me intenté levantar pero me detuvo.

-¡Ah! Shizuo, eres un dolor en el trasero. ¿Quieres que te ruegue? Bien. Shizuo, duerme conmigo por favor, no quiero que te vayas.

-No te humilles, solo discúlpate. -Lo besé de nuevo.-estoy tan cansado que ni siquiera puedo pelear.

-Has cambiado. -Me dijo- hace dos semanas me habrías lanzado de un puño a la sala por decir algo como eso.

-Te dije que tuve mi infierno personal estos días. -Besé sus labios una vez más, pero esta vez fue más largo- Es cierto cuando digo que te quiero.

Sus mejillas se tornaron rojas y su cara feliz.

-Digamos que también te quiero, fenómeno. -Rió -aunque es por mero interés.

-¿Y cómo es eso? -Reí

-Claro, un fenómeno como tu enamorado es algo único, no se ve todos los días. -Soltó una carcajada.

-Que no se te olvide que también te odio. -Advertí - No te puedo matar, pero si golpear.

-También te quiero Shizuo. -Me besó -vamos a dormir.

Obviamente lo había dicho como sarcasmo a mi comentario, pero lo sentí real. De alguna manera en mi corazón ahora se albergaba mucha felicidad, más de la que alguna vez creí ser digno de merecer.

-Duerme.-Lo arrope y me hundí en la cama junto a él.

Caímos en un profundo sueño a pesar del ruido de las calles; los gritos, pitos, motores, parrillas, todo en aquel lugar había pasado a un segundo plano, Izaya se había convertido en el primero. Apreté a Izaya en mis brazos, lo atraje contra mi, no lo solté en ningún momento; su rostro se había escondido en mi cuello, sus piernas se entrelazaban con las mías y sus puños se apoyaban en mi pecho. Recuerdo que besé su rostro dormido, y recuerdo la paz que sentí al tenerlo a mi lado.

Al fin estaba en casa.

***

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Continuará

(Bueno, esto es algo triste de decir, pero estamos cerca del final :( espero estén listos para eso :) (en realidad no, eso querría decir que están aburridos T_T ) 

Bueno, por otra parte, quiero pedir disculpas por la demora, he estado muy ocupada, estoy en parciales T_T y es un asco, en fin, hasta en una semana)


1. Si pudiera matarte...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora