1. Si pudiera matarte...

Capítulo 19: Sinceridad

-Vamos Pulga, matame -Lo anime -mátame o deten lo que está a punto de suceder.- mi puño se volvió una mano y bajó hasta su cara nuevamente.-¿Qué me hiciste?

-No entiendo tus palabras Shizu-chan -mintió.- muérete de una vez.- mi mano agarró con firmeza su pelo y mi palma acunó su cara, su cuchillo vaciló en mi cuello y sus dedos temblaron en su agarre, su mano paso a mi cuello y sin pensarlo empezó a atraerme hacia sí.

Mi frente tocó la suya y por unos segundos disfruté de aquella sensación. Su cuchillo al fin se rindió y dejó que sus dos manos agarraran mi cuello. Mi pecho se hinchó de emoción, en mi estómago parecían haber galaxias con todo tipo de fenómenos y como si una lluvia de estrellas se estrellara contra mi cuerpo, sentí un hormigueo nervioso y satisfactorio que al encontrarse con mi deseo rebotó como lujuria. Y entonces esos labios me llamaron y sus manos me atrajeron y yo me dejé llevar.

Bajé hasta la comisura de sus labios y con los míos la toqué. Un cosquilleo más intenso me recorrió, sentí mis mejillas con mucho color y agradecí la baja luz, mi corazón brincó y mi estómago se estrujó, quería disfrutarlo más tiempo pero mi cuerpo lloró por más intensidad. Mi mano volvió a separar sus labios como alistandolos para recibir los míos con perfecta armonía; levanté mi cabeza y abandoné la sensación de su piel para embriagarme con su apariencia maldita, sus ojos brillaron, y su boca me sedujo, parecía tan necesitado como yo.

-¿Qué haces? -Me preguntó

-No lo sé- respondí sincero - ¿Y tu que haces?

-No lo se -Sus manos se aferraron más a mi cuello. -Soy un hombre -advirtió.

-Parece que no me importa.

Ahora me veía con vergüenza, su cara se había tornado rojo carmesí y cuando no fue capaz de soportar la intensidad de las palabras desvío su mirada. Agarré su mandíbula con mi mano derecha, mientras la izquierda le daba un jalón necesario a su pelo; con furia bajé y le di un beso casto en los labios.

-Mírame, Pulga.-quería que me mirara, que viera lo que él provocaba en mí - No se te ocurra dejar de hacerlo.

Nuestras mejillas se tornaron aún más rojas con ese mínimo toque, se sintió suave y delicado, un beso robado, de esos que gustan y se sienten, de esos que no se olvidan y provocan más.

-¿Qué crees que haces, Shizu-chan? -Logró articular -¿Te gustan los hombres?

-Te doy un beso. -Respondí, mis ojos lo veían intentando ser inexpresivos pero sabía muy bien qué no lo estaba logrando - No, no me gustan. Pero tu... -¿Qué se suponía que iba a decir? ni yo mismo tenía muy claro qué era lo que me pasaba-...tu eres diferente.

-Fenómeno -me dijo mientras hundía sus manos en mi pelo para bajar mi cabeza hasta su alcance.

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Continuará

(Bueno, bueno, ya, no me asesinen por favor, lamento haberme perdido una semana! es que se me pasó en un abrir y cerrar de ojos, ni cuenta me di, pero bueno, aquí está el capítulo :D y ya se que es un poco corto, pero no me maten :D ya mismo les subo otro en compensación por la semana sin publicar ;) los amo, gracias por todas esas lecturas y votos, y a los nuevos lectores, muchas gracias por dedicar su tiempo en leer esta historia :* los amo)