Caos

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(Contado desde la perspectiva de Sarah)
Ángeles gráciles como gacelas atraviesan a los Infernos, pero estos, claramente, nos superan en número.
Uno se abalanza sobre mi, tirándome al suelo, y clavándome las garras en la armadura, sin llegar siquiera a tocar mi piel. Mi espalda me pide que me quede quieta, pero yo, una vez recompuesta, me abalanzo con todo el peso de mi cuerpo contra el Inferno, colocándome sobre él.
-Él te desea- Dice con voz gutural. Sus ojos marrones cargados de ira me miran fijamente- He de llevarte con él.
-¿Quién es él?- Pregunto, sin obtener respuesta- ¿Quién?
-No contestaré sin nada a cambio.
-¿Qué quieres?
-Parte de tu energía vital.
-¿Qué?
Una espada angélica atraviesa el cráneo del Inferno, robando toda la vida que habitaba en él.
Miro arriba. Los intensos ojos azules de Sean me miran enfadados.
-No se hacen tratos con Infernos- Dice furioso- Y menos a costa de tu energía vital.
-Pero mencionó que él me quería- Digo. Me mira con la ira inundando su mirada- Y no sé a qué se refería.
-Gabriel- Dice mientras atraviesa a otro Inferno- ¡Ten cuidado!
Echa a correr
-Pero...- Comienzo. Se gira y me besa los labios levemente- No hagas nada de lo que te arrepientas
Cuando sus labios me rozan la electricidad comienza a correr por mi cuerpo.
Atravieso a dos Infernos que luchan con Nico.
-Wow- Dice él- Eres mejor de lo que pensaba.
Sonrio.
Corro hacia otros dos Infernos que pelean con una mujer y los atravieso también.
Continuo haciendo esto hasta que me doy cuenta de que estoy frente a la Boca.
Me dirijo hacia un joven Inferno que me da la espalda.
Lucha con un arte y un sentimiento que parece irreal.
Sus cabellos rubios brillan bajo la luz del sol.
Sin embargo... No mata a ningún ángel, sino que los deja inconscientes.
Se gira.
El corazón se me para y él me mira con esos ojos verdes tan familiares, haciendo que se me derrita el alma.
-Duce- Digo.

El Ángel de los SueñosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora