Eternidad

47 4 2
                                    

Pasa una eternidad hasta que la puerta se vuelve a abrir.
Pero esta vez no es Sean el que entra, sino Leah, acompañada por un joven de pelo y ojos castaños.
-¿Qué crees que estás haciendo, que estáis haciendo?- Digo furiosa.
-Entrar a hablar contigo- Dice Leah- Y ayudarte a pasar el rato.
-No te quiero aquí- Respondo cortante- Ni a ti ni a tu novio baboso.
Ríe.
-Él es Marco.
Me tiende la mano. Y yo se la estrecho.
-¿Te ha comido la lengua el gato?
-Encantado- Dice con voz dulce- Tú debes de ser la adorable e inocente Sarah.
-Ja ja ja- Río sarcásticamente- Me parto y me mondo.
-¿Qué te pasa Sarah?- Pregunta Leah- Estas... Distinta.
-¿Distinta, yo?- Comento irónicamente- Espera claro, ya se por que puede ser, porque, a la que consideraba mi mejor amiga no ha sido capaz de decirme que pertenecíamos a una raza ancestral llamada ángeles.
-Sarah, yo...-Comienza Leah- No soy... No soy... No soy un ángel.
-¿Cómo que no eres un ángel?
-Soy una mezcla entre un ángel y un humano, nos llaman los híbridos. Y... Bueno, somos parecidos a vosotros, pero tenemos más fuerza y más dotes para la batalla, y... No poseemos alas.
-¿Mecános?- Río- Qué cutre
Marco se ríe y Leah me mira alegremente.
- Y... Bueno... Nos asignan un o unos Ángeles de tierra para proteger, como tú, y... Como Marco.
-¿Y eso que tiene que ver?- Pregunto- No cambia el hecho de que no me hayas dicho nada.
- Tenía la orden de esperar a que un mensajero del Rey bajara y te lo comunicara, no podía ni mencionártelo.
- Ya...- Me arrepiento un poco de haberle dicho esas cosas- Entonces, ¿volverás a casa conmigo?
-¿Volver a casa?- Me mira extrañada- Sarah, ésta es mi casa.
-No Leah- Respondo alrmada- Tu casa es la... Pero, ¿qué pasará con la uni?
-Los ángeles lo apañarán.
-¿Y cuándo podré volver yo?
-Nunca- Para mi sorpresa es Marco quien responde. Me mira con ojos tristes.
-Espera, mis padres son humanos- Digo compungida- ¿Cómo es que yo soy un ángel?
-Eran pretores, Sarah- Responde Leah- humanos vinculados a los ángeles.
-¿Y mis verdaderos padres?- Pregunto- ¿Son ángeles?
-Sí.
-¿Dónde están?
-Perdidos en el mundo.
-Quiero volver a casa- Digo furiosa mientras echo a andar. Marco me detiene- ¡Suéltame!- Le doy un buen puñetazo en las costillas y él cae al suelo, aturdido.
-Golpeas bastante bien para una Novata- Dice Leah mientras me agarra la cintura- pero yo no soy una Novata.
Le suelto una patada en la entrepierna.
No le hace mucho daño, pero, la sorpresa me otorga unos preciados segundos que utilizo en mi favor.
Me zafo de sus brazos y corro hacia la puerta, abriéndola.
Marco me agarra del pie, tirando de mi hacia su pecho.
Le arreó un buen puñetazo y salgo por la puerta.
La cierro con llave y comienzo a correr.
Leah y Marco salen por la puerta, corriendo detrás mío.
Los caminos están desiertos, ya que todos se encuentran luchando en la batalla.
Leah me pisa los talones y eso no puedo permitirlo.
Mantengo el ritmo mientras me visualizo sobre volando Horizonte.
Abro los ojos y miro abajo, donde Leah me grita que no podré controlarme.
Comienzo a volar torpemente hacia la batalla.
Por suerte para mi, mi pereza me ha librado de una muerte segura.
Una flecha se clava en mi armadura.
Sigo volando, esquivando las flechas.
Me choco contra algo.
O... Alguien.
Se gira.
¿Duce?
-Mier...- Empieza.
-Calla- Le corto- Y no te escapes cobarde.
-Deseas pelear.
Río.
-Antes te he preguntado si eras de los malos- Asiente- y me has dicho que sí.
-Eso es porque lo soy.
-Eres un Inferno.
Asiente.
-¿Y no deberías pensar que tú eres el bueno?
-La mayoría piensan así, y lo hago porque no tengo elección.
-Pero...
-Un Inferno no puede pisar Horizonte.
-Lo sé.
-Bien.
Nos miramos durante diez largos segundos.
-Duce...
-Oye Sarah estamos en bandos contrarios.
-Lo sé- Digo- Yo salgo con Sean.
-¿Con ese cerdo?
-¿Perdón?
-Se tiró a mi hermana.
-¿Qué?
-Dime que no...
-¡No!- Respondo horrorizada- ¡Tan pronto!
-Pasa de él ¿quieres?
-¡Y a ti qué te importa!
-Me importa.
Comienza a volar hacia la Boca de nuevo.
-Hazlo por mi.

El Ángel de los SueñosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora