Descubrimiento

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Comienzo a andar más rápido aún para alcanzarle.
-¡Para ya Sean!- Digo enfadada- ¡¿Te dignarías a contarme qué pasa?!
Se para en seco y me toma por sorpresa. Paro muy cerca de él.
-Muy bien, mereces saberlo- Dice Sean- Has de escucharme y creerme por encima de todo.
Asiento.
-Soy un ángel-
-¡¿Qué?!-
-Como lo oyes-
-¿Único en tu especie?-
-No- Dice más tranquilo- somos muchos, pero sólo unos pocos ángeles de tierra, la mayoría viven en Horizonte, el país de los àngeles.
-Mola- Digo impactada- ¿Por qué tenemos el mismo tatuaje de alas?
-Son alas de verdad, pero plegadas- Dice él dulcemente- eres un ángel, Sarah.
-¿Yo?
-Sí, tú-
-¿Y la cosa negra? ¿Qué era?-
-Un demonio- Dice casi susurándolo- pero aparte de los demonios también estàn los ángeles caídos- los ángeles con sangre de demonio en vez de sangre celestial- y los Daemon, mezclas entre un demonio y un ángel caído.
- Demasiadas cosas por hoy-
-Aún hay algo- Dice con cautela- Duce. Es un ángel caído o ángel oscuro, como prefieras.
Pierdo el equilibrio y caigo en sus brazos.
Duce. Mi ángel. No. Él no. Por favor. No puede ser cierto.
- Y Leah- Dice- es un ángel.
Me flaquean las piernas y pierdo el conocimiento.

******************

Me despierto en un banco del parque del este.
Sean está sentado a mi lado acariciando mis cabellos negros casi marrones.
Al principio pienso que me está diciendo algo, pero luego entiendo que está hablando con alguien por un teléfono dorado que no había visto jamás.
- Te dejo- Dice él- Ya se ha despertado nuestra angelita.

El Ángel de los SueñosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora