El Ángel de los Sueños

Vacío

-No puedo creerlo- Dice Jacob- Ella... Parecía... Parecía... No sé, especial.
-Debemos asumirlo- Contesta Elisa con resignación- Ni la más especial se salva de la Tentación.
-¿Qué es la tentación?- Pregunto- He oído a varios ángeles hablar de ello pero no sé qué es.
-Son los trucos sucios de Gabriel que usa para convencer a un ángel de que desea entrar en la Boca- Explica Elisa- Algo así como magia negra.
-¿Y por qué no sale?- Pregunto.
Elisa y Jacob se miran compungidos.
-Porque no se puede- Dice Elisa- El que entra no sale.
Quedo en shock. Ella debe salir, era especial. Era nuestra salvación, o eso decía Jacob.
-Vamos Nick- Dice Jacob agarrándome el hombro- A la cama.
-Pero...-Protesto.
-Chist- Ordena Jacob- No protestes. ¿Por las malas o por las buenas?
Suspiro.
-Lo suponía- Dice Jacob sonriente mientras me lleva a mi habitación- Bien hecho hermanito.
Me tumbo en mi cama y dejo que Elisa me arrope.
Ambos me besan la frente y se van.
No cierran la puerta.
Jacob le da la mano a Elisa y Elisa le devuelve el apretón.
Cuando entran en el salón me levanto sigilosamente.
Ando despacio hasta una esquina de la habitación y me asomo.
Elisa y Jacob están sentados en el sofá.
-...Tanto caelestium en eso- Está diciendo Elisa- Es mejor emplearlo en nuevas armaduras.
-Yo creo que hacen bien- Contesta Jacob- No deben rendirse.
-Jake no digas eso- Le reprocha Elisa- Mira a Sean. Está consumido por su propia locura.
-Pues yo le entiendo- Contesta Jacob muy convencido- Es lo que haría yo si te pasara eso a ti.
-Ohh- Responde Elisa con ternura- Qué mono.
-¿No harías eso por mí?- Pregunta Jacob con los ojos muy abiertos.
-Claro que sí tonto- Responde cariñosamente- Ven aquí tontorrón.
Jacob besa a Elisa despacio.
Es mi hora de dormir.
Me meto en la cama despacio para que no me oigan.
Segundos después Jacob se asoma y dice:
-Está dormido- Cierra la puerta- Vamos a divertirnos.