-No es buena idea- digo tras confirmar que sus intenciones son las que sospechaba.
-Lo siento. No pretendía incomodarte-.
-No te preocupes- le respondo con una sonrisa para que no se sienta incómodo. El médico entra en la habitación y nos interrumpe, cosa que agradezco porque está conversación es un poco incómoda para mí.
-¿Qué tal se encuentre Leandro?-
-Mareado y con mucho dolor de cabeza-
-Es algo normal debido al fuerte golpe que has recibido-.
-¿No viste quién te golpeó?- le pregunto.
-Me golpearon por la espalda-.
-Bueno, puede irse a casa con su novia- dice el médico y tanto Leandro como yo nos miramos avergonzados.
-Gracias doctor-.
-Es un rato les traerá la enfermera los papeles del alta. Ya que no ha habido fisura ni nada grave y está claro que no quiere quedarse aquí, lo mejor es que se vaya a casa-.
-Es muy cabezota-.
Antes de irnos se llevan a Leandro a hacerle una prueba más para descartar algunas posibles complicaciones. Mientras espero me salgo fuera y me siento en uno de los bancos de la entrada del jardín.
-¿Qué tal ha ido todo?- me pregunta mientras se sienta junto a mí.
-¡Me has asustado!¿Qué haces aquí?-
-Quería saber si había funcionado bien-.
-¿Tú le golpeaste?- pregunto sin poder creérmelo.
-Sí-. Antes de que pueda seguir hablando le interrumpo:
-¡¿Pero estás loco?!. Podrías haberlo matado-.
-Tranquila. Sabía perfectamente lo que estaba haciendo, además no le di tan fuerte-
-Lo podrías haber matado-.
-Lo importante es que conseguimos lo que queríamos ¿no?- dice alzando un poco su tono de voz.
-Eres un gilipollas-. Me levanto y vuelvo dentro a esperar a Leandro.
Una media hora después traen a Leandro a la habitación:
-¿Qué tal ha ido todo?- le pregunto.
-Genial. Ya definitivamente me puedo ir a casa-.
-Pues vámonos-. Mientras recogemos sus cosas la enfermera nos trae los papeles del alta.
-¿A dónde quieres que te lleve?- le pregunto cuando nos subimos en el coche.
-A mi apartamento. Está en la quinta avenida-.
-Ok-. Leandro me va dando indicaciones hasta que llego a su casa.
-¿Te ayudo a subir?- le pregunto.
-No hace falta- dice mientras sale del coche pero se marea y vuelve a sentarse en el asiento.
-Necesitas de mi ayuda-. Apoyo el brazo de Leandro en mis hombros y le ayudo hasta subir a su apartamento. Una vez que lo dejo en el sofá voy a buscar mi móvil a ver quien me ha mandado un mensaje:
<<Nunca es buena idea regresar al pasado y menos por un tío que casi te mata. ¿Qué pensará Grey sobre que estés en casa de tu ex?>>. No tiene remitente pero aún así me deja bastante preocupada.
-¿Qué ocurre?- me pregunta.
-Nada. Es equivocado-.
-Kaytlin puedes irte. No tienes porque quedarte-