Por supuesto que si.

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-¿Qué ocurre?- me pregunta Jordan. Sin dudarlo le muestro el móvil:

-¿Y este mensaje?-

-Llevo tiempo recibiéndolos. Kaytlin piensa que es cosa del padre de Leandro-.

-No me extrañaría. Ese tipo es igual de basura que mi padre o peor-.

-Tengo que contarle a mis padres todo esto-.

-Es lo mejor que puedes hacer. Yo voy a volver a contratar a todo el equipo de seguridad-

-Estoy preocupado por Kaytlin. Lascurain va a ir a muerte contra ella-.

-Por más que me cueste reconocerlo nadie de nuestras familias estará a salvo hasta que ese tipo esté en la cárcel-.

-Pensaba que la policía tenía pruebas suficientes para encarcelarlos a los dos-.

-Yo también Tedd. Pero al parecer ese tipo es más escurridizo de lo que pensaban-.

-Estaba pensando en irme fuera con Kaytlin unos días-.

-Sinceramente me parece una idea estupenda-.

-Aunque dudo que quiera irse con Cody en el hospital- digo cabizbajo.

-Bueno, tienes la opción de llevártela a la fuerza- dice Jordan mientras me guiña un ojo y yo sonrío.

-Te tomaré la palabra-. Jordan sonríe:

-Volvamos arriba. Quiero que mi madre coma algo-.

-Claro-. Cuando llegamos Kaytlin está sentada hablando con su madre.

-¿Dónde estabais?- nos pregunta.

-Comiendo algo. Toma mamá- 

-¿Nos vamos a casa?- le pregunto y ella asiente, se despide de su madre y de su hermano y, nos bajamos.

-¿Qué tal Cody?-

-Refunfuñando como un loco pero muy bien- me responde sonriendo. Pensaba irme con Kaytlin en el fin de semana pero sinceramente creo que la voy a "secuestrar" ya.

-¿A dónde vamos?- pregunta porque salgo a la interestatal.

-De vacaciones-.

-¿Qué dices Tedd?-

-Tengo el permiso de tu hermano y de tu madre, además de que necesitas desconectar por ti y por nuestro hijo-. Kaytlin va a protestar

-Shhhhhh.... y no hay discusión posible-. Kaytlin sonríe y se calla. Al llegar veo que Kaytlin está maravillada por el sitio donde nos vamos a quedar.

-Esto es precioso-.

-Sabía que te iba a gustar- digo mientras paso mis brazos por su cintura y apoyo mi barbilla en su hombro.

-¿Cuanto nos vamos a quedar?-

-Por mí todos los días que tú quieras- le respondo sonriendo.

-Vamos a ver lo demás- dice entusiasmada mientras tira de mi.

-¿Nos vamos a quedar en los bungalows que están en la orilla de la playa?-

-¿Tú quieres que nos quedemos ahí?-. 

-Sí- responde entusiasmada.

-Pues ahí nos vamos a quedar-. Paso mi brazo por sus hombros y ella rodea mi cintura con el suyo mientras que vamos camino a la recepción.

-Buenas tardes jóvenes- dice la recepcionista muy amablemente.

-Buenas tardes señorita. Mi mujer y yo queremos alquilar el mejor bungalows que tenga a la orilla de playa-. 

-Claro señor. ¿Me permite una identificación y su tarjeta de crédito?-. Cuando la señorita se gira para rellenar los papeles Kaytlin me mira con cara de duda:

-¿Mujer?- pregunta con la ceja levantada.

-Para mi ya lo eres y, tarde o temprano lo serás por la bendición de dios-. Su sonrisa es tan grande que me la contagia.

-Muy bien señores Grey su bungalows es el número 4-. La chica nos da la llave y nos vamos rápidamente a ver que tal es el bungalows. Al llegar Kaytlin se queda boquiabierta.

-Esto es una pasada-

-La verdad es que es un lujo-. Cuando entramos en la habitación veo que Taylor ha cumplido bien el encargo de las maletas:

-¿Lo tenías preparado desde hace mucho?- me pregunta.

-Lo pensé está mañana hablando con tu hermano y mientras que te despedías de tu familia le pedí a Taylor que nos trajera ropa-.

-Gracias- dice mientras rodea mi cuello con sus brazos.

-Te amo-. Me acerco despacio y la beso:

-Yo también te amo cariño-. 

-Anda ponte guapa que nos vamos a comer- digo tras darle una palmadita en el culo.

He reservado mesa en el mejor restaurante de la zona, además de que la sorpresa que le tengo preparada a Kaytlin se que le va a encantar. Sobre las cuatros nos bajamos a comer y sinceramente hasta a mi me sorprende el lujo que tiene todo esto: las paredes son azules y los muebles de un blanco impoluto con toda la cubertería más brillante que un diamante.

-¿Señores Grey?- pregunta el metre.

-Si señor- respondo firme.

-Por aquí por favor-.

Durante toda la comida veo a Kaytlin con una felicidad en el rostro que no puedo evitar estarlo yo también. Ha comido bastante bien y eso me alegra tanto por el bebé como por ella, ya que últimamente no ha comido nada de nada:

-Joven ya puede traernos el postre-. El camarero nos trae un mousse de chocolate y dentro hay una pequeña sorpresa para Kaytlin. Estoy tan nervioso que cada cucharada me pone nervioso hasta que por fin lo ve:

-¿Y esto?-. Cojo el anillo que tiene en  su mano y lo limpio con la servilleta:

-Te dije que era lo único que nos faltaba y por eso mismo..... ¿quieres casarte conmigo Kaytlin Jenner?-. Todo el salón está expectante a la respuesta de Kaytlin:

-Por supuesto que sí- responde y se lanza sobre mi besándome con mucha pasión. Todo el mundo del restaurante aplaude y yo juro que me muero de la vergüenza pero estoy tan feliz en este momento que no puedo evitar llorar de la emoción:

-Pero no llores Teddy si te he dicho que si-.

-Es que después de todo lo que hemos pasado, no me puedo creer que por fin vas a ser mía para siempre-. Kaytlin me abraza y sonríe:

-Vamos a la playa anda-. El plan no podía estar saliendo mejor.

Al llegar Kaytlin se queda con la boca abierta y las lágrimas comienzan a recorrer sus mejillas.


Theodore Raymond Grey 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora