Decepcionante.

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-Deberías de haberle dicho la verdad- dice Leandro.

-¿Y de que me serviría? Ya has visto que no me va a creer diga lo que diga- le respondo.

-Pues ahora va a desconfiar más aún de ti-.

-¿Crees que no me duele? Pero aún me duele más que desconfíe de que este hijo es suyo- digo mientras me acaricio el vientre.

-También debes de entenderle-.

-¿Ahora resulta que estás de su parte?- pregunto con la ceja levantada.

-Eso jamás. Pero teniendo en cuenta como es y lo orgullosos que sois los dos, creo que deberíais de hablar-

-Para empezar yo no voy a hablar con un tío que después de todo lo que le he demostrado, desconfía hasta este punto de mi-.

-En eso si tienes razón-.

-¿Tú dudaste de la chica que te dijo que eras el padre de su hija?-.

-La verdad es que ni me lo plantee- 

-Pues tú solo con tus palabras me estás dando la razón- le respondo.

-¿Quieres que vayamos a tomar algo?- me pregunta.

-Prefiero estar sola Leandro. Necesito asimilar todo este asunto-.

-¿Estás segura?- me pregunta con cara de niño bueno.

-Sí- le respondo con una sonrisa para tranquilizarle. Despido a Leandro y justo antes de sentarme en el sofá llaman a la puerta.

-¿Cuando pensabas decirme que estás embarazada?- me pregunta Phoebe y parece furioso.

-Me he enterado esta mañana y no te he visto para poder decírtelo. Supongo que te habrás enterado por tu hermano, ¿no?- le pregunto.

-Sí, y estoy muy enfadada con él-.

-Yo pensaba que estabas enfadada conmigo- le digo muy seria.

-¿Por qué iba a estarlo contigo?-

-No sé nena. Se que estás en una postura muy incómoda por estar entre los dos-.

-Independientemente de que tú seas mi mejor amiga y él mi hermano, sí tú lo haces mal te lo voy a decir y sí lo hace voy a hacer lo mismo-.

-¿Y en este caso lo hace él mal?- le pregunto porque no entiendo porque está tan enfadada.

-¿Te parece normal que dude que tu bebé es suyo?-. Me quedo un poco sorprendida.

-¿Pero te lo ha contado? Pensaba que no lo iba a hacer...- le respondo.

-Lo ha hecho pero pensaba que no me iba a enfadar-. Phoebe sonríe.

-¿Por qué lo dices?-

-Porque por su cara se que no se lo esperaba para nada-.

-Sinceramente tampoco me importa. Me ha dolido demasiado que dudase de que este hijo es suyo-.

-O hija-. Phoebe se levanta del sofá y sonríe.

-No me puedo creer que vaya a tener una sobrina- dice mientras acaricia mi vientre.

-Yo tampoco me lo creo tía- digo mientras empiezo a llorar.

-Ay mi niña pero no llores- dice tras abrazarme.

-Esto me supera tía-.

-Todo va a salir bien-.

-¿Vamos a por algo de comer?- me pregunta.

-Quiero pizza- le respondo.

-¿Ya estás con los antojos?-. No puedo evitar reír ante su pregunta.

-Así me gusta, que sonrías-.

Phoebe y yo nos vamos al centro comercial porque ahí está el restaurante de pizzas que más nos gusta. Cuando llegamos no encontramos a nadie que conozcamos hasta que nos traen la pizza, entonces veo que entra por la puerta del restaurante alguien bastante indeseable para mi vista:

-¿Le has llamado tú?- le pregunto a Phoebe enfadada.

-Te juro por mi vida que no- responde y por su cara se que no me miente.

-Tenemos que hablar- dice Tedd.

-Tú y yo no tenemos nada que hablar-. Estoy dispuesta a marcharme pero Tedd me sujeta del brazo.

-¡Suéltame!- le exijo.

-Compórtate. No estamos en condiciones de montar un espectáculo aquí en medio- le riñe Phoebe a Tedd.

-Eso ya es elección vuestra. O hablo con Kaytlin en casa o lo hablamos aquí-. Yo suspiro.

-Vamos a mi casa-. Phoebe conduce con tranquilidad porque estoy segura que ella tiene tan pocas ganas como yo de discutir con Tedd. Al llegar Tedd ya nos está esperando en la puerta del apartamento:

-¿De que quieres hablar conmigo?- le pregunto en cuanto entro a casa.

-De tu hijo-. Ante su respuesta Phoebe resopla.

-Pues habla-.

-No puedes tenerlo-. Phoebe y yo nos quedamos con la boca abierta.

-¿Qué?- digo incrédula.

-Es tu hijo animal- le dice Phoebe enfadada.

-O de Leandro-. Ante sus palabras le doy una bofetada.

-¡LÁRGATE DE MI CASA!- le grito mientras intento controlar mis lágrimas. Phoebe empuja a Tedd para que se marche y cierra la puerta casi en sus narices.

-Creo que me voy a ir de aquí-.

-¿Cómo que te vas a ir?- me pregunta.

-Voy a pedir el traslado a la universidad de Los Ángeles. Se que no tiene sentido que le digas nada, pero dile a tu hermano que si en algún momento se arrepiente de su comportamiento no se atreva a buscarnos-. La cara de Phoebe cambia por completo.

-Creo que no es el mejor momento para que tomes esta decisión- dice Phoebe.

-Me da igual Phoebe ¿ se lo vas a decir o no?-.

-Sí Kaytlin-. Phoebe y yo nos asustamos porque empiezan a golpear la puerta muy fuerte.

-Voy a ver quien es-. 

-Seguro es tu hermano otra vez-. Cuando Phoebe abre, Tedd la empuja de modo que entra en mi apartamento como una auténtica fiera.

-Lárgate- digo sin ni si quiera mirarle a la cara.

-Tú y yo vamos a hablar quieras o no-.

-Tedd por favor, lo mejor es que te vayas- le suplica Phoebe.

-No puedes permitir que eso nos separe-

-¿Eso? me parece increíble que digas algo así- le respondo furiosa.

-Kaytlin por favor. Escúchame porque es lo mejor para los dos-.

-¡Lárgate de aquí!- le grito. Phoebe mira a Tedd con cara de decepción.

-No me puedo creer que pienses así sobre ese tema-. 

-¿Crees que esto es fácil para mi?. ¿Cómo se yo que ese hijo es mío y no es producto de lo que te hizo ese animal que ahora tienes por amigo?-.

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He empezado las clases y sinceramente mi tiempo libre entre semana es muy escaso así que probablemente solo publicaré los fines de semana, aunque intentaré que en el fin de semana sean dos capítulos así compenso el que había en la semana.






Theodore Raymond Grey 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora