Boda en tres meses.

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-¿Qué hago aquí? ¿Qué diablos haces tú aquí Tedd?-.

-El padre de Leandro nos ha invitado y mi padre no ha podido negarse porque uno de sus socios más importantes se lo ha pedido-.

-Menudo susto me has dado-.

-¿Qué estás buscando?- me pregunta sonriendo.

-Algo que nos sirva para encerrar a este tío-. De pronto escuchamos como alguien viene hacia la habitación, así que nos encerramos rápidamente en el armario.

-Esto es emocionante- me susurra y yo no puedo evitar darle un codazo porque estoy muy nerviosa.

-Esto no es un juego, como nos pille estamos muertos- digo muy seria. Tedd se acerca y comienza a besarme.

-Echaba de menos tus labios- dice sonriendo tras nuestro beso y yo vuelvo a besarle.

Cuando los matones del padre de Leandro salen de la habitación Tedd y yo salimos con cuidado. Justo al cerrar la puerta aparece Leandro:

-¿Tedd?¿Qué haces aquí?- pregunta sorprendido.

-Tu padre nos invitó-. Leandro pone una cara tan seria que hasta me preocupa.

-¿Qué pasa?- le pregunto.

-Con todos mis respetos Tedd. Mi padre no soporta a tu familia así que el hecho de que os haya invitado no va a traer nada bueno-.

-Supongo que por ser cosas de negocios se soportarán por educación-.

-Adviértele a tu padre por favor- le pide a Tedd.

-Lo haré-.

-Kaytlin tenemos que irnos, mi padre quiere hablar con nosotros-. Me cojo del brazo de Leandro y me despido de Tedd lanzándole un beso.

-¿Debería preocuparme por la seguridad de Tedd?-

-Deberías preocuparte por la tuya. Tú corres mucho más peligro que él-. 

-Papá ya tengo a Kaytlin ¿de qué querías hablar?-.

-Acompañadme-. Seguimos al padre de Leandro y vamos hasta sus despacho. Empiezo a temblar porque me da pánico pensar que me ha pillado por haber estado cotilleando en su despacho.

-Tú dirás papá- dice Leandro en cuanto se sienta en la silla.

-Quería saber cuando os vais a casar-. Nuestras caras son de auténtica sorpresa.

-¿Casarnos?-

-Claro. No pretenderás que tu hijo nazca en una familia desestructurada-. Leandro me mira con cara de: di algo porque me he quedado totalmente en blanco.

-Necesitamos nuestro tiempo-.

-Lo máximo que os doy son tres meses- dice muy desafiante.

-Está bien- respondo con una sonrisa falsa ya que no me conviene discutir con este señor.

-Pero Kaytlin....-.

-Pero nada cariño. Nos casamos en tres meses-. Le apreto la mano a Leandro para que sepa que no lo estoy diciendo en serio.

-Así me gusta, que seas obediente- dice mientras me acaricia la mejilla pero me aparto automáticamente.

-Y ahora si nos disculpas...- me levanto y tiro de Leandro para librarme de la presencia tan asquerosa de ese tipo. Juro que ese señor no me puede dar más asco porque es algo imposible.

-¿Casarnos en tres meses?¿Estás loca?- pregunta Leandro nada más entrar en la habitación.

-Simplemente lo he dicho por darle gusto a tu padre-.

-¿Eres consciente de que sino encontramos nada en su contra en tres meses lo tendremos que hacer?-

-Bueno, de aquí a tres meses ya veremos que pasa-.

-Eres demasiado impulsiva-.

-Lo sé pero necesitamos tener su confianza plena-.

-Nunca la vamos a tener, hazme caso-.

-No quiero rallarme. ¿Me llevas a casa?-

-¿Te sientes mal?-

-Un poco-.

-Pues vámonos-. Leandro conduce despacio porque estoy un poco mareada pero sinceramente lo único que me importo. Cuando llegamos insiste en quedarse conmigo porque no me siento muy bien pero sinceramente solo me apetece estar sola y descansar. Al salir del baño alguien me tapa la boca y me llevo un susto enorme:

-No me hagas estas cosas ¿Quieres que pierda al niño?-

-No digas eso ¡ni en broma!- me grita.

-¿Qué haces aquí Tedd?- le pregunto.

-Te echaba de menos-. Tedd comienza a besarme el cuello:

-¿Estás juguetón?-

-Es que estás tan sexy con ese vestido que me muero de ganas por hacerte el amor-.

-Pues nada te lo impide- digo sonriendo. Tedd comienza a desabrocharme el vestido y me tira sobre la cama. Pasamos toda la noche haciendo el amor y juro que jamás me había sentido tan especial como hoy:

-Princesa- escucho su voz en un susurro y un camino de besos por toda mi espalda me despierta:

-El desayuno está listo-. Al incorporarme veo un auténtico banquete sobre la cama.

Esta faceta de Tedd es tan adorable que me enamora cada día más. Sus detalles y este cambio de actitud tan grande que ha tenido hacen que el embarazo resulte mucho más fácil.  Ya ha pasado un mes desde que empezó toda esta farsa con el padre de Leandro y por el momento parece que todo va realmente bien. El papel que estamos haciendo Leandro y yo parece que está siendo bastante convincente y gracias a eso ya hemos conseguido unas cuantas pruebas bastante importantes. Kyle también es una gran ayuda pero necesitamos pillar al padre en una de sus operaciones:

-¿Cuando vas a ver a tu padre?- pregunta Leandro mientras sirve la comida.

-Está tarde viene a verme-.

-¿Y que dice Cody respecto a todo esto?- 

-Ninguno de mis hermanos me dirige la palabra y mi madre mucho menos.  Pero lo prefiero así porque no corren peligro-.

-Yo también lo prefiero, por eso mi hija está muy lejos de aquí con su madre-.

-De todas formas Kyle me dijo que todos ellos tienen protección policial-.

-¿Hoy ves a Tedd?- 

-Sí. Gracias a que Kyle es quien me vigila podemos vernos-.

-Me alegro mucho. Necesito verte feliz-. Leandro acaricia mi mejilla.

-Ahora solo faltas tú-. De pronto alguien llama a la puerta de manera muy brusca, Leandro se levanta y abre:

-¿Qué ocurre Tedd?- pregunto nada más verlo.

-No te asustes pero...-

-¿Qué?-

-Cody está en el hospital-. Todo el color abandona mi cara.




Theodore Raymond Grey 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora