-Este hijo es solo mío. Ni tú ni nadie se tiene que preocupar por él, ya que tiene a su madre que lo defenderá con uñas y dientes-.
-A veces eres peor que un niño pequeño- le dice Phoebe.
-Y ahora si eres tan amable, agradecería que dejases de hacerme perder el tiempo- digo mientras abro la puerta de casa. Tedd me mira pero agacha la cabeza y se marcha:
-¿Me he pasado?- le pregunto a Phoebe.
-Has sido un poco brusca, pero es lo que se merece- dice Phoebe.
Phoebe se queda conmigo toda la tarde. Vemos unas cuantas películas y comemos helado, no sé porque pero es algo que siempre nos sube el ánimo a las dos. Sobre las 0:00 ella se va a su casa y me preparo para irme a la cama:
-Seguro Phoebe se ha olvidado el móvil- digo tras escuchar que llaman a la puerta.
-¿Qué haces aquí?-.
-Solo vengo a informarte, tenemos novedades-.
-¿Ah, si? Pasa- digo mientras me aparto a un lado para que pase.
-Tú dirás-.
-Leandro está colaborando con la policía-.
-¿Cómo es eso? Explícate-.
-Quiere ayudar a encarcelar a su padre, así le reducirán la condena. Incluso podría librarse de la cárcel-.
-Me sorprende- le digo mientras me levanto.
-Cuando me lo han contado te reconozco que a mí también-
-¿Y en que cambian nuestros planes?- le pregunto.
-Vais a colaborar juntos-.
-¿Vamos? ¿Si Leandro va a colaborar para que diablos voy a meterme yo en algo así?-
-Porque tenemos que detener a tu padre también-.
-¿Crees que mi padre me va a hacer caso en algo?-
-No, pero te recuerdo que estaba loco porque volverías con ese cretino-
-No sé que pensar. ¿Leandro sabe que yo estoy implicada?- le pregunto.
-No. Preferí esperar para saber si quieres contárselo tú, o se lo cuento yo- me responde.
-Has hecho bien. Prefiero contárselo yo-.
-Hazlo en cuanto puedas. Sino puede contárselo alguien de una manera que a ti no te convenga-.
-¿Lo dices por...?-
-Eso es- dice antes de que termine la frase.
-Gracias por todo- digo dándole un abrazo.
-Gracias a ti por colaborar con nosotros-.
Cuando se marcha, cojo mi móvil y llamo a Leandro. A los dos pitidos responde:
-Hola Kaytlin- responde muy alegre.
-¿Puedes venir a mi casa?. Necesito hablar contigo-.
-¿Quieres que vaya ahora?- me pregunta.
-Sí puedes sí-
-Voy para allá-. La conversación ha sido bastante corta pero se que con él es mejor ir al grano que dar muchas vueltas. Unos veinte minutos después Leandro llega a casa:
-¿Qué ocurre?- me pregunta.
-Siéntate por favor- le pido.
-No sé como te tomarás esto y mucho menos como reaccionarás pero te recuerdo que estoy embarazada-. Leandro pone cara de preocupación.
-Habla de una vez- dice serio.
-Me han dicho que vas a colaborar con la policía-.
-¿Quién te ha dicho eso?-
-Eso es lo de menos-.
-Lo que quería decir es que yo también iba a colaborar con ellos para que detuvieran a tu padre y te detuvieran a ti en todos vuestros negocios sucios-. Leandro permanece callado y se levanta del sofá:
-Sé que tengo que pagar por todo lo que he hecho, sobre todo por lo que te hice a ti. Pero te aseguro que en la gran mayoría de negocios de mi padre yo me he mantenido al margen-.
-¿No estás enfadado?- le pregunto.
-¿Por qué iba a estarlo?. Después de todo lo que te he hecho es lo mínimo que me merezco-. Respiro aliviada.
-Me alegra saberlo porque tenemos que ayudarnos en esto-.
-¿Cómo que ayudarnos?- me pregunta con cara de no entender nada.
-Necesito que nos aliemos para meter a la cárcel a tu padre y al mío. No puede vivir tranquila sabiendo que ese tipo puede hacerlo algo a mi familia o la de Tedd-. Me levanto y me pongo frente a él.
-O incluso a ti-. Leandro pone sus manos sobre las mías.
-No me gustaría que te involucraras en algo así Kaytlin. Estás embarazada y vamos a jugar con gente muy peligrosa-.
-Necesito hacerlo Leandro. Tú no has visto la cara de mi madre cuando alguno de mis hermanos tarda un poco de lo normal en dar señales de vida-.
-Puedo entenderla porque sé perfectamente de lo que es capaz tu padre-.
-Te creo porque tú has tenido mucho trato con él-.
-Si llego a ofrecerme que por 1.000.000$ podía quedarme contigo, créeme que es capaz de hacer auténticas barbaridades-.
-Ya tuve mi enfrentamiento con él por eso. Pero jamás imaginé que me iba a vender-. Leandro se acerca y me abraza:
-¿Cuál es tu plan?- pregunta tras soltarme.
-Había pensado que podíamos fingir que habíamos vuelto, que tú querías volver con tu padre para ayudarle en todo y yo hacerle creer al mío que pienso hacer todo lo que él quiera-.
-Eso es demasiado arriesgado-.
-Si quiero que mi madre y mis hermanos vivan felices me tengo que arriesgar-.
-Pero ya no es solo tu vida pequeña, es la de tu bebé también- dice acariciando mi vientre. De pronto escucho como alguien me llama y como abre la puerta que se había quedado medio abierta.
-Kaytlin tenemos que....-.
-¿Pero que haces tú aquí?-
-¿Y esto?- pregunta con cara de enfadado.
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Aquí tenéis el segundo capítulo que os prometí en el fin de semana. Aunque publique de fin de semana en fin de semana no dejéis de leerme que yo no voy a abandonar la historia. ¡Gracias por leerme y nos vemos el próximo finde!
