Cuento de hadas.

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-¿Crees que debería hablar con ella?- le pregunto a Kaytlin.

-Lo mejor es que descanse y que le dejemos tiempo. Ella hablará cuando crea oportuno-. 

-Está bien nena-.

-Necesito un favor- me pide.

-Dime nena, lo que quieras- le respondo sonriendo.

-Cody no puede saber lo que Phoebe ha estado a punto de hacer-.

-No tenía pensamientos de contárselo a nadie-.

-Gracias- me responde con una pequeña sonrisa.

Ya han pasado 5 meses desde que se produjo la detención de Lascurain y desde que Phoebe intentó abortar. Puedo decir que esos momentos han sido lo que más me han marcado en este último tiempo, lo bueno que se puede decir de ellos es que Lascurain no saldrá de la cárcel y Phoebe va a tener a mi pequeña sobrinita. Sinceramente jamás pensé que nos veríamos en esta situación:

-¿En qué piensas?- me pregunta Kaytlin.

-En lo tranquilos que estamos desde que detuvieron a Lascurain-.

-No me puedo creer que podamos vivir en paz por fin-. Kaytlin se pone algo seria:

-Bueno nena, no quiero verte con cara triste. Lo importante es que quedan pocos días para que salgas de cuentas y este pequeño esté por fin con nosotros-. Con mi comentario consigo que Kaytlin sonría.

-Tengo miedo Teddy-.

-Es normal nena, pero yo estaré contigo y verás que todo va a salir genial- digo mientras le doy un beso en la nariz.

-¿Te apetece ir a comer?- le pregunto.

-Claro pero quiero pizza-.

-Eso está hecho-. Kaytlin va primero a la ducha porque ella siempre tarda más en arreglarse. Para mi sorpresa esta vez ha tardado menos así que se va al vestidor y yo me meto en el baño para darme una ducha rápida. Estoy sumergido en mis pensamientos, pensando en todo lo que quiero hacer con Dyland hasta que un grito que me pone los pelos de punta me saca de ellos:

-¡TEEEEEEEEEEEED!- Kaytlin grita como si la estuvieran matando. Salgo de la ducha lo más rápido que puedo que hasta casi me abro la cabeza del resvalón que pego. Corro hasta el vestidor y cuando veo la situación me quedo de piedra, Kaytlin está de pie y justo debajo de ella hay un gran charco:

-¡Ay dios que ya viene!- grito muy nervioso. Me acerco hasta ella y le ayudo a sentarse mientras que me visto:

-Avisa a mi madre- me pide. Corro gritando como un loco hasta el salón:

-¡Kaytlin está de parto!- Todos se ponen de pie rápidamente y suben hasta la habitación.

-Mamá me duele mucho- dice casi llorando. 

-Tranquila cariño. En seguida estamos en el hospital y te pondrán la epidural-. Todos estamos muy nerviosos, se nota de sobra porque ninguno de los hombres sabemos que hacer hasta que mi suegra pone orden.

-Jordan ve por el coche, Cody ayúdame a llevar a Kaytlin al coche y Tedd coge todas las cosas necesarias para el hospital-.

El camino al hospital se hace muy largo a pesar de que está muy cerca. Al llegar el médico atiende rápidamente a Kaytlin y a mí me dejan pasar al quirófano con ella:

-¡Tedd me duele mucho!- me dice y no puedo evitar sentirme mal porque aunque sea algo hermoso me duele verla así.

-Tranquila mi vida, en seguida te van a poner la epidural y no sentirás dolor-.

-Notarás un pinchazo pero te calmará pronto- le explica una enfermera. Tras un rato, bastante largo para mi, llega el médico y se prepara para que Kaytlin empiece a empujar:

-Es hora de empujar señora Grey-. Me encanta cuando la llaman así. Kaytlin se apoya en los brazos que tiene la cama y empieza a empujar con todas sus fuerzas. 

El pequeño se está resistiendo para salir y sinceramente veo a Kaytlin muy agobiada aunque en cuanto los dos escuchamos a nuestro bebé de llorar ambos sentimos un alivio que hasta siento como pierdo un poco las fuerzas del cuerpo:

-¡Aquí tienes a tu pequeño!- dice la enfermera con una gran sonrisa y cuanto veo a Kaytlin con Dyland en brazos no puedo evitar llorar de la emoción:

-Te ves tan hermosa así-. Kaytlin sonríe.

Me piden que abandone el quirófano porque van a asear tanto al bebé como a Kaytlin, mientras tanto me voy a la sala de espera donde están los demás deseando recibir noticias. Nada más verme Phoebe corre hacia a mi:

-¿Qué tal ha ido?- me pregunta.

-Dyland es hermoso y Kaytlin está genial, muy cansada, pero genial-.

-Es lógico- responde mi madre. Todos se acercan y me felicitan.

Una media hora después nos comunican que podemos subir a la habitación de Kaytlin. Jordan y Cody han ido a comprarle cosas al bebé, aunque mi madre y Phoebe ya las traían de casa. Kaytlin recibe más visitas de las que esperaba y eso me alegra porque a pesar de todo lo que ha pasado con su familia hay gente que les sigue teniendo mucho aprecio. Al día siguiente le dan el alta a Kaytlin y sinceramente estaba deseando que llegase este momento porque llevo preparando una sorpresa para Kaytlin desde hace más de tres meses:

-¿No vamos a casa de tus padres?- me pregunta.

-Primero quiero enseñarte otra cosa-. Conduzco hacia la costa y llevo a Kaytlin a una urbanización residencial de apartamentos en los que ella siempre ha querido vivir:

-¿No será lo que estoy pensando?- pregunta con una sonrisa que casi no le cabe en la cara.

-Lo compré hace más de tres meses. Es tuyo- digo dándole las llaves. Kaytlin da un grito de alegría y salta a mis brazos.

-Coge a Dyland y vamos a subir a verlo-. Ella lo hace muy entusiasmada y me sigue sin pensárselo.

Al entrar en el apartamento los ojos de Kaytlin son tan grandes como platos y con tan solo poner un pie dentro vuelve a gritar:

-¡Está decorado justamente como yo quería!-. Dejo la silla de mano donde llevamos a Dyland y rodeo a Kaytlin con mis brazos:

-Aquí es donde comienza nuestra verdadero cuento de hadas-. Kaytlin sonríe y se acerca para besarme.

FIN

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⏰ Última actualización: Feb 20, 2016 ⏰

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Theodore Raymond Grey 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora