Increíble.

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-¿Qué tal con Tedd?-

-Bien. Por nosotros puedes estar tranquila- le respondo sonriendo.

-Me tranquiliza saber que por lo menos vosotros estáis bien-.

-Tedd sabe perfectamente que sería incapaz de tontear con otro-

-¿Crees que mis padres estén enfadados mucho tiempo por esto?-

-Yo creo que ya se les ha pasado el enfado-

-¿Por qué lo dices?-

-Porque de camino aquí no tengo más remedio que pasar por su habitación y claro, se les ha escuchado haciendo las paces-. No puedo evitar ponerme roja al decir esto.

-Mis padres siempre lo arreglan todo igual- dice Phoebe riendo.

-¿Estás más tranquila?- le pregunto mientras me siento junto a ella.

-Por vosotros sí. En cuanto a Marcus y a mí, no sé que pasará con nosotros- dice algo triste.

-No te va a dejar por esto Phoebe-.

-No sé Kaytlin. No es de buen agrado saber que tu chica a aceptado tomarse una copa con otro chico-.

-No será de buen agrado pero tampoco son motivos para dejarte-

-¿Lo has visto?-

-Se ha ido con Tedd a dar una vuelta-. La cara de Phoebe cambia por completo.

-Seguro que se han ido a beber-.

-Está en todo su derecho-.

-Ya-.

-Bueno, ¿me ayudas a arreglarme?- le pregunto entusiasmada por saber cual será la sorpresa de Tedd.

-¿A dónde vamos?- me pregunta.

-Tú a ningún sitio, yo voy a cenar con Tedd-.

-Borde-

-Te quiero- le respondo sonriendo.

-Yo más-.

Phoebe me ayuda a ondularme el pelo y me maquilla. Nos pasamos más de media hora intentando decidir que me voy a poner. Al final optamos por un vestido negro ajustado y unos tacones del mismo color. Estamos bajando al salón cuando vemos que Tedd y Marcus llegan a casa:

-¿Me ayudáis?- pregunta Tedd mientras que intenta que Marcus no se caiga al suelo. Phoebe se acerca y echa el brazo de Marcus por encima de hombros.

-Señorita déjenos a nosotros- dicen los guardaespaldas que cogen a Marcus.

-Gracias chicos- responde Tedd sonriendo.

-Voy con él-.

-Anda sí, a ver si consigues que se le pase esa borrachera que lleva-. Phoebe le saca la lengua a su hermano a modo de burla y se marcha rápidamente escaleras arriba.

-¿Se puede ser más guapa que tú? Te aseguro yo que no- dice con una gran sonrisa.

-Que tonto eres- digo avergonzada.

-En quince minutos estoy listo-.

-Vale cariño-. Tedd me da un beso y sube rápidamente hasta la habitación.

Cuando lo veo bajar las escaleras me quedo con la boca abierta. Se ha puesto un traje gris con una camisa negra que le marca todos los músculos, la chaqueta la lleva en la mano y cuando se gira no puedo evitar quedarme embobada con el culo tan sexy que le hacen esos pantalones. Se ha puesto el pelo de punta, se ha afeitado y lleva mi colonia favorita, one million.

-¿Lista?- pregunta sacándome de mi embobamiento.

-Por supuesto- le respondo con una gran sonrisa. Definitivamente esta noche voy a ser la envidia de todas las mujeres.

Pensaba que íbamos a ir a un restaurante pero me quedo sorprendida cuando veo que vamos a una cosa que está sobre la colina. Es enorme y de color blanco, con grandes ventanales y dos piscinas.

-¿Y esto?- pregunto con una gran sonrisa.

-Quería hacer algo especial y diferente. ¿Te gusta?-

-Es precioso Tedd-. Avanzamos por el camino de piedras que hay hasta la casa y cuando Tedd abre la puerta vuelve a sorprenderme. Hay un camino de velas y pétalos de rosas que conducen hasta el jardín:

-Sígueme- dice cogiendo mi mano. Caminamos hasta el jardín donde parece ser que va a tener lugar la cena:

-¿Y qué te parece?-. No tengo palabras para describir lo bonito que es lo que estoy viendo. Todo está lleno de velas, ha hecho un corazón con pétalos de rosas donde están nuestros nombres, el camino hacia la mesa está rodeado de fotografías nuestras y en mi lugar de la mesa hay un pergamino atado con un cordel dorado:

-Ábrelo- me pide y parece algo nervioso.

-¿Quieres casarte conmigo?-. Un nudo aparece en mi garganta. Cuando aparto la mirada del papel Tedd ya ha hincado la rodilla en el suelo y tiene una cajita de cartier en la mano:

-¿Quieres casarte conmigo?- me pregunta mientras que abre la cajita. Quiero hablar pero no puedo, las lágrimas comienzan a correr por mis mejillas hasta que por fin mi voz suena:

-Sí-. Tedd me pone el anillo en el dedo y me abraza dando vueltas sobre el sitio.

-Me has hecho el hombre más feliz del mundo- dice tras nuestro beso.

-Esto no era necesario Tedd. Ya te había dicho que sí-.

-Lo sé. Pero había sido demasiado soso y yo quería que fuese especial e inolvidable para ti-. No puedo evitar sonreír y abrazarle con fuerza.

-Pues has conseguido que lo sea-.

-Ven, ahora que ya eres la futura señora de Theodore Grey vamos a cenar-. Tedd me aparta la silla como todo un caballero para que pueda sentarme y hace una pequeña señal. De una parte del salón sale un camarero dándome un pequeño susto porque pensaba que estábamos solos.

Toda la comida ha estado deliciosa, en general toda la noche está siendo perfecta. Tedd me pide que le acompañe al piso de arriba porque dice que las sorpresas aún no han acabado. Subimos las escaleras y veo que todo el pasillo está lleno de globos con TE AMO en grande tanto en los globos como en las paredes del pasillo. Al llegar al final del pasillo Tedd abre la habitación despacio:

-Me gustaría hacerte el amor con toda la dulzura que esta noche provoca-. Es la primera vez que Tedd y yo volveríamos a hacer el amor después de lo que pasó con Leandro.
-Tedd yo...- . Antes de que pueda hablar, Tedd comienza a besarme y a llevarme hasta la cama.

Theodore Raymond Grey 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora