Oscuridad.

3.2K 205 14
                                    

-¿Pero que diablos hace él aquí?- me pregunta Kyle sin poder creérselo.

-Sinceramente jamás pensé que él estaría aquí- le respondo.

-No salgas Kaytlin-

-Kyle no puedo permitir que lo maten por mi culpa-. 

  -¡Ni se te ocurra Kaytlin!- dice nada más ver mis intenciones. Kyle intenta sujetarme pero no le da tiempo.  

-¡SI APRECIAS LA VIDA DE ESTE TIPO MÁS TE VALE QUE APAREZCAS AHORA MISMO!-

-¡Aquí me tienes!- Scott sonríe triunfal.

-Vaya, vaya. Hasta que por fin te dignas a aparecer-

-Te odio-. La sonrisa de Scott desaparece de su cara. Se acerca despacio y me da una bofetada sin esperarmelo.

-Maldito hijo de puta- le grita Leandro y le da un golpe en el estómago.

-¡No deberías de haberlo hecho! Estás poniendo vuestra vida en peligro- me dice Leandro.

-No voy a permitir que te pase algo por mi culpa- le respondo a Leandro con una sonrisa para tranquilizarle.

-¿Cómo que vuestra vida?- pregunta Scott.

-¿A caso no sabía que estoy embarazada? Vaya Scott con lo listo que eres para algunas cosas y lo estúpido para otras-.

-¡Que bonito todo!- dice Scott irónicamente. Le miro con desprecio:

-Camina- me ordena mientras que me apunta con el arma, permanezco quieta sin decir nada:

-Si aprecias la vida de ese bastardo, más te vale que camines-

-Te duele que este hijo sea de Tedd y no tuyo ¿verdad?-. Estoy intentando hacer el mayor ruido posible para que Scott no escuche como Kyle se le acerca por detrás.

Camina muy despacio porque cualquier movimiento en falso nos puede costar la vida a todos:

-Ey Scott-. Antes de darle tiempo a girarse y a contestar Kyle le da un fuerte golpe en la cabeza.

-Vámonos, no quiero tentar a la suerte otra vez-. Todos corremos con todas nuestras fuerzas hasta que conseguimos encontrar la carretera.

-¿Alguno tiene idea de donde estamos?- pregunta Kyle.

-No estamos muy lejos de la comarcal-. Caminamos un par de kilómetros hasta que nos encontramos con una gasolinera.

-Vamos a ver si pueden ayudarnos-. Al entrar en la gasolinera el señor mayor se asusta de ver a Kyle:

-¡SANTO DIOS! ¿Qué te ha pasado muchacho?-

-Nos han asaltado y casi le matan ¿podría ayudarnos?- le explico al hombre.

-Claro que sí jovencita. Allí tienes un teléfono para llamar a quien necesites-. Me encamino rápidamente hacia el teléfono y marco el número de Tedd casi temblando:

-¿Sí?- responde con voz temblorosa.

-Tedd soy Kaytlin-. 

-¡KAYTLIN! ¿Dónde estás? ¿Estás bien?-. No puedo evitar sonreír al escuchar su voz.

-Tranquilo Tedd. Estamos en una gasolinera cerca de la comarcal 3, es una gasolinera muy antigua cerca de un refugio del parque forestal-.

-Necesito más información nena- dice Tedd con voz temblorosa.

-Señor ¿podría decirme donde estamos?-

-En el parque Mont Rainier-.

-¿Lo has oído?-

-¡Estoy allí en seguida y la policía de esa zona ya va para allá!-

-No tardes por favor- le suplico.

-Estaré ahí en nada-

-Vale Teddy-. Ambos permanecemos callados unos segundos.

-Kaytlin-.

-Si-.

-Te amo-. Una estúpida sonrisa aparece en mi cara.

-Yo también Teddy-.

La espera se hace eterna. Cada coche que pasa es un sufrimiento para nosotros porque se nos acelera el corazón a mil por si son Scott y sus hombres. Unos 40 minutos más tarde llega un coche del que no me cabe duda de que es Tedd:

-No salgas tan rápido Kaytlin- me aconseja Kyle. Me paro durante unos segundos pero al ver que es Tedd salgo sin dudarlo.

-¡KAYTLIN!- grita nada más verme y salgo corriendo hacia donde está él hasta que un sonido muy fuerte hace que me pare en seco y una gran sensación de dolor inunda mi cuerpo.

Solo escucho voces muy lejanas que gritan mi nombre, quiero contestar pero no puedo. No entiendo que me está pasando, mi cuerpo quiere moverse pero todo me pesa demasiado. Tengo sueño, mucho sueño y una gran oscuridad me inunda.

Abro mis ojos lentamente y poca la luz que hay me ciega. Miro despacio hacia mi alrededor y puedo ver la habitación completamente blanca, estoy rodeada de máquinas y un ruido que hace que la cabeza me vaya a estallar:

-Ey por fin has despertado-. Una duce voz me habla:

-Hola mamá- digo con una gran alegría al verla.

-¿Cómo estás?- me pregunta.

-Muy dolorida. ¿Qué ha pasado?-

-Te han disparado-. Siento como el color abandona mi cara.

-¿Y mi bebé?- 

-Está bien cariño. El tiro fue en un lateral del estómago y casi no hizo daño al bebé-

-Menos mal-.

-¿Por qué no siento dolor?-

-Estás muy sedada cariño-

-¿No le hará daño al bebé no?-

-Tranquila cielo, los médicos saben lo que hacen-. Se acerca y me da un beso en la frente:

-Voy a salir para avisar a Tedd, lleva días deseando verte-

-¿Días?-

-Has estado dos días inconsciente pero lo importante es que ya estás bien-. Mi madre me lanza un beso desde la puerta y yo le sonrío. Unos veinte segundos después entra Tedd en la habitación:

-Me has tenido tan preocupado- dice tras un darme un beso.

-¿Cómo te sientes mi vida?-

-Cansada, realmente cansada-.

-Me alegra tanto ver que ya has despertado- dice con una enorme sonrisa.

-¿De verdad nuestro bebé está bien?-

-Si cielo. Mi abuela te ha revisado personalmente-

-Teddy-

-Dime nena-.

-¿Qué ha pasado con Scott?-. Noto como su cara cambia por completo. Tedd suspira:

-Ha escapado-.

-¿En serio?-

-Intentamos detenerle pero sinceramente y como tú comprenderás me importa más salvar vuestra vida que capturar a ese tipo, eso más bien se lo dejamos a la policía-. Yo permanezco callada.

-Tenía tanto miedo. Pensaba que te perdería y eso me estaba matando lentamente-.





Theodore Raymond Grey 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora