-¿Cuando podremos verla?-.
-Hasta mañana nada- responde. La madre de Kaytlin se sienta y comienza a llorar:
-Nunca acabarán las desgracias en esta familia-.
-Tranquila mamá. Son cosas que les suelen pasar a las embarazadas- dice Cody mientras le abraza.
-¡Maldito Scott! Como pierda a mi hijo por su culpa soy capaz de matarlo- digo tras dar un golpe en la pared.
-Tranquilo Tedd. Sino lo matas tú lo hago yo- dice Jordan colocando su mano en mi hombro.
Cody convence a su madre para que vaya a casa a darse una ducha y a descansar un poco ya que lleva un montón de horas en el hospital. Yo paso todo lo que queda de día en el pasillo de la zona donde la tienen y sobre eso de las 21:00 una enfermera me pregunta que hago allí:
-¿Qué hace aquí joven?-
-Mi mujer está ahí dentro-
-¿Y por qué no está con ella?- pregunta.
-El médico me ha dicho que no podría verla hasta mañana-. La enfermera me mira con cara rara:
-No sé que médico le habrá dicho eso pero usted puede estar ahí con ella si así lo desea-. Me quedo boquiabierto ante las palabras de la enfermera:
-Muchas gracias señorita-. Entro en la habitación y busco la cama de Kaytlin
-¿Por qué no has entrado hasta ahora?- me pregunta con cara de angustia.
-El imbécil del médico nos dijo que no podíamos verte hasta mañana-
-¿En serio te dijo eso?- me pregunta.
-Sí-
-Pues que gilipollas-
-Completamente de acuerdo- le respondo con una sonrisa.
-¿Mis hermanos y mi madre?-
-Han ido a descansar-.
-Tú deberías de ir también Teddy-.
-Nena, yo no pienso dejarte sola ni un segundo- digo mientras le cojo con cuidado porque tiene la vía del suero puesta y no quiero lastimarla.
Kaytlin pasa la noche muy tranquila y al día siguiente muy temprano se la llevan para empezar a hacerle las pruebas. Unas dos horas más tarde la traen de vuelta y tiene una sonrisa tan grande que hasta a mi me la contagia:
-¿Y esa sonrisa?-
-He visto a nuestro bebé, mira- dice mientras me pasa la ecografia y siento como el corazón me da un vuelco al verlo.
-Es hermoso- digo con las lágrimas saltadas.
-Además tengo otra buena noticia-
-¿Ah, si?-
-Si todas las pruebas salen bien, me podré ir hoy a casa-
-¡Genial nena! Ya estoy deseando tenerte solito para mi en nuestra casa-
Las enfermeras traen cosas para que Kaytlin puede darse un baño y después pueda desayunar por con todo el follón de las pruebas no come nada desde anoche:
-¿Dónde está Kaytlin?- pregunta el médico nada más entrar.
-Para usted la señora Grey-
-Hola doctor- dice Kaytlin así que me quedo con las ganas de decirle más de cuatro cosas a este doctor.
-Venía a darte los resultados de las pruebas-.
-¿Qué tal todo?-
-Ha salido todo genial, puedes irte a casa-. Kaytlin da un pequeño grito de la emoción.
-Si ya ha acabado, adiós doctor- digo mientras abro la puerta de la habitación donde estamos. El médico me mira de arriba a abajo y se marcha sin decir nada.
Cuando casi terminamos de recoger todas las cosas de Kaytlin llegan sus hermanos y su madre:
-¿Qué significa esto?- pregunta Cody.
-Que todas las pruebas han salido bien y que puedo irme a casa-
-¿De verdad?- pregunta casi emocionado.
-¡Sí!-
-¡No sabes cuanto me alegro!- dice dándole un abrazo tan fuerte que casi le hace daño.
-Ay ay cuidado Cody- dice mientras se queja.
-Lo siento, lo siento. Ha sido la efusividad del momento.
Tras arreglar todos los papeles del alta, Jordan nos lleva a la casa de Kaytlin. Su madre se empeña en quedarse pero Kaytlin quiere estar un par de días tranquila en casa:
-Mamá, de verdad que te lo agradezco pero quiero estar a solas con mi marido-.
-Pero...-
-¡Mamá! No seas pesada por favor- le riñe Jordan y la madre al fin se calla.
-Te llamaré luego- dice dándole un beso para despedirse.
-Cuando tú quieras mamá- le responde ella. Por fin se van todos y nos podemos relajar.
-Voy a preparar un baño de agua caliente- digo tras darle un beso en la frente.
-Avísame cuando esté listo- me responde con una pequeña sonrisa.
Voy al baño y mientras que la bañera se llena voy a buscar unas velas aromáticas para decorarlo todo. Tardo un poco en encontrarlas pero al llegar al baño la bañera está en su punto justo de agua:
-Esta noche voy a tener suerte- digo en voz baja. Coloco las velas por diferentes partes del baño y las enciendo. Voy a salón a buscar a Kaytlin que está tumbada en el sofá viendo la tele:
-¿Ya está listo?- pregunta mientras me mira y se muerde el labio.
-Sí- respondo. Me acerco a ella y le ayudo a levantarse.
-Oh Tedd ¡que bonito!-. Yo sonrío ante su comentario porque me ha parecido que lo ha dicho de una forma muy tierna. Le ayudo a quitarse la ropa porque el médico le ha prohibido cualquier tipo de movimiento brusco:
-Entra despacio y mira a ver si está lo suficientemente caliente para tu gusto-. Kaytlin se acerca a la bañera y mete la mano:
-Está perfecta Teddy-. Se mete lentamente y una vez sentada me tiende la mano:
-No, no. Esto es para que te relajes tú-.
-Jo pero si te sientas aquí conmigo no va a pasar nada Teddy-.
-Me da miedo hacerte daño-.
-Anda por fi-. Me pone cara de pena y al final me convence.
Pasamos casi media hora en la bañera, donde aprovecho para masajearla de arriba a abajo. Suena el timbre y justo nos pilla que acabamos de salir de la bañera.
-Yo abro nena-. Me pongo el albornoz y me dirijo a abrir la puerta:
-¿Pero qué diablos haces tú aquí?- pregunto sin poder creer que el médico, que ha atendido a Kaytlin en el hospital esté aquí.
-¿Y tú?-
-¿Perdona chaval? Yo soy su marido. Me tienes ya bastante cansado, ¿a qué viene tanto interés en mi mujer?-. El tipo permanece callado y me mira de arriba a abajo.
-Simplemente quería saber como está-.
-Eso a ti ya no te tiene que importar. Aléjate de mi mujer o te aseguro que vas a tener serios problemas- le amenazo muy serio.
-¿Me estás amenazando?-.
-Tómatelo como quieras, pero sino quieres problemas ya sabes lo que tienes que hacer-