Al fin había salido de Hogwarts, aquel colegio al cual solo había ido por obligación de parte de mis padres. Allí nunca habían valorado mi verdadero poder, ni mi conocimiento, solo les importaba las notas, como si eso fuera ayudar en algo en la vida real...
Apenas habían pasado tres semanas, y había salido a cumplir la única meta que tenía desde que supe de él. Encontrarlo y servirle, porque estaba segura que él si valoraría mi poder, ya que les sería útil. Uno de mis ex compañeros de Hogwarts que había salido hace un par de años, me aseguró una charla con uno de sus colegas que estaban más cerca del señor tenebroso, para poder enlistarme en su ejército.
Sabía perfectamente que él nunca había enlistado a una mujer, ni mucho menos una tan joven, pero yo no era una mujer cualquiera, y sabía que en cuanto lo viera lo valoraría...
Había conducido en un sucio auto muggle hasta un bar que era el lugar en donde me encontraría con el mortífago. El cual desde lejos se podía notar el peligro allí. Perfecto. Sin dudarlo mucho entré llamando la atención de los pocos presentes, ya que luego de fijarme bien, era la única chica en aquel lugar, por lo que no dejaron de verme con algo de lujuria mientras caminaba hacía la barra.
— ¿Señorita Black? — Preguntó un hombre encapuchado sentándose a mi lado en la barra.
— Sí, soy yo— respondí sin darle mucha importancia.
— Soy Avery— agregó sonriendo dándome a saber que era con quien tenía que reunirme hoy—. Malfoy no mencionó lo hermosa que era...—soltó claramente coqueteándome.
— No creo que sea relevante— dije como si nada cruzándome de piernas encima del banco en cual estaba sentada—. ¿Cree que pueda conseguirme hablar con el señor tenebroso?— pregunté sin dar tantos rodeos.
— No hay mortífagas Black—respondió acercando su mano a la mía que estaba encima de la barra, por lo que la retiré llevándola hacía el bolsillo de mi capucha en donde tenía mi varita—. Aunque tal vez si se muestra más dispuesta podría intentar algo—soltó sonriendo por lo que también sonreí antes de sacar mi varita y apuntarle.
— ¡Crucio!— solté haciéndolo caer del asiento del dolor—. No soy una puta, idiota, soy una bruja y una muy poderosa— agregué riendo—. ¡Crucio!—grité de nuevo antes de los seis hombres restante, incluido el barman, mirarme amenazadoramente.
Veinte minutos, solo veinte fue lo que me tomó para derrotarlos a todos. Dejando a tres inconscientes con Desmaius, dos con Crucio, uno colgando del techo de un pie, gracias a un hechizo que usaba mi hermano menor en el colegio y al barman le había echado la maldición imperius para que me sirviera un trago. Me había quedado muy cómoda sentada en la barra, con un vaso en Whiskey de fuego en la mano, mientras admiraba mi obra. Había inmovilizado a siete mortífagos, nadie ahora podía decir que no era suficiente poderosa para ser su seguidora.
Pasaron media hora, cuando decidí salir del bar, a buscar de nuevo a Lucius para ver si me conseguía otra cita con un compañero menos idiota, pero aquel pensamiento fue eclipsado cuando la puerta del bar se abrió revelando aquella figura imponente que conocía a la perfección. Primero vio a sus mortífagos, y luego me miró a mí, al parecer dándose cuenta que yo había hecho aquello, ya que sin dudar me apuntó con su varita.
— ¿Tú hiciste esto? —Preguntó algo molesto por lo que sonreí, y sin esperármelo, me lanzó un Crucio haciéndome caer al suelo, pero no demostré dolor—. Te hice una pregunta, muestra más respeto.
—Sí mi señor— respondí de inmediato, sabiendo que lo de antes había sido una estupidez.
— ¿Por qué? —preguntó caminando hacia mí.
— Lo buscaba mi señor, quiero servirle—respondí con suma sumisión.
— No acepto mujeres en mi ejército— soltó sin expresión en su rostro hasta llegar a estar parado delante de mí—. Aunque tal vez haga una excepción...—dijo antes de tomarme del hombro y ponerme de pie, sin aun yo mirarlo, no podía al menos que él lo pidiera—. ¿Inmovilizaste a estos idiotas tú sola? —preguntó notándose cierto interés en mi voz.
—Sí señor— respondí cabizbaja.
— ¿Qué edad tienes? —preguntó neutralmente.
— Diecisiete, señor— respondí ignorando mis instintos de decir que aquello no era relevante.
—Podrías ser una buena aprendiz, tienes potencial...—soltó haciéndome casi sonreír, pero me contuve, aquello podía arruinarlo todo—. ¿Cómo te llamas?
—Hydra Black señor, sangre pura— respondí sabiendo que le daba mucha relevancia a aquello.
— Espero no me decepcione Black—dijo confirmando que había aceptado.
Aquello fue solo el principio de mi infierno, aunque no lo sabía...
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Holaaa a quien esté leyendo, bueno esto es algo que tenía en mi baúl de fics, y quise subirla a ver si alguien le gusta.... aunque casi no tengo tiempo para escribir y tengo que escribir en una pc prestada... en fin espero a alguien le guste :D.
P.D: Booktrailer en multimedia
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Su "leal" Mortífaga. (Tom Riddle/Voldemort)
FanfictionSolo quería ser su seguidora, su leal mortífaga, servirle hasta la muerte. Pero aquella promesa llegó más lejos de lo que creía que llegaría, no por no poder cumplirlo, sino por llegar más allá de lo que quería. Me convertí en su leal mortífaga, la...