Mayo del 1981
La guerra era un hecho más ahora que nunca, los muertos eran más que nunca antes, muggles, y magos por igual. Con Voldemort casi apoderándose del mundo mágico. Incluso me había dejado volver al campo de batalla a luchar, con la excusa de que era más útil allí, aunque sabía que la verdadera razón era mi frialdad hacía él, la cual no soportaba.
Estaba en mi última misión asignada, para encontrar a miembros de la orden del fénix, los cuales eran el ejército de Dumbledore. Sin embargo había revisado cada calle que estaba cerca sin rastro alguno de siquiera alguien cerca. Por lo que estaba dispuesta a volver...
- Así que ha mandado a su demonio rojo- soltó una voz demasiada conocida, proveniente de atrás de mí, por lo que volteé rápidamente encontrándome con quien menos pensaba-. Creo que soy algo afortunado- dijo antes de al parecer lanzarme un hechizo no verbal, pero rápidamente lo esquivé.
Intentaba no lanzar nada mortal, mientras esquivaba cada uno de sus ataques, o más bien casi todos. Mi brazo izquierdo estaba sangrando, gracias a uno de los que si me alcanzaron. Pero aún así pude derribarlo sin problemas, dejándolo agotado en el suelo.
- Supongo que ahora vas a matarme- soltó él sin miedo alguno por lo que sonreí detrás de mi mascara antes de dar la vuelta-. Oportunidad perdida...-dijo antes de yo voltear a atacarlo.
-Petrificus totalus- solté dejándolo completamente inmóvil-. No te mataría idiota, eres mi hermano- dije antes de quitarme la máscara y dejarlo perplejo-. Eres el único que me queda...-agregué sin dejar de apuntarle con mi varita y liberarlo del hechizo.
- Hydra...-soltó retrocediendo en el suelo sin aun creerlo.
-Expeliarmus- solté antes de que pudiera lanzarme algún hechizo.
- ¿Cómo es posible? -Preguntó con hilo de voz-. Tú, eres una mortífaga...-soltó esto con desprecio.
- Sí- apenas dije sonriéndole, aunque al contrario de las demás veces que había sido llamada así, ahora sentía vergüenza de admitirlo.
- ¿Mamá lo sabía? -preguntó de golpe por lo que asentí sin dudarlo.
- Sí, todo este tiempo no he estado en el extranjero, sino al lado de Voldemort...-respondí caminando hacía él-. Hasta hoy.
- ¿Qué quieres decir? -preguntó más confundido que nunca.
- Lo siento en serio Sirius, todo lo que he hecho, no lo sabía hasta que di por muerto a Regulus- solté ignorando su pregunta con lagrimas en los ojos-. Sé que debes despreciarme y quererme matar ahora mismo, pero realmente lo siento- confesé como si fueran mis últimas palabras.
- Después de todo este tiempo...-soltó sin creerme-. Después de ocho años asesinando sin piedad, lo siento Hydra, pero no te creo...-dijo tal como creía que reaccionaría por lo que alcé mi varita hacía él.
- Lo sé, por esto necesito hacer esto- dije sonriéndole-. Obliviate- solté antes de extraerle todos los recuerdos desde que me quité la máscara reemplazándolos con uno de una gran batalla, la cual terminó conmigo muerta, hecha polvo, quedando solo mi mascara en su mano.
Al terminar de colocar los recuerdos, se desmayó. Por lo que dejé mi mascara y túnica en el suelo, antes de desaparecerme, y reaparecerme en Francia, allí sería mi nuevo comienzo...
Actualidad, enero del 1994.
Luego de aquel percance con Snape no se había atrevido a volver a molestarme, de hecho casi siempre me evitaba cuando nos encontrábamos en los pasillos, haciéndome reír por ello. Era obvio que no superaba mi inocente sugerencia.
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Su "leal" Mortífaga. (Tom Riddle/Voldemort)
FanfictionSolo quería ser su seguidora, su leal mortífaga, servirle hasta la muerte. Pero aquella promesa llegó más lejos de lo que creía que llegaría, no por no poder cumplirlo, sino por llegar más allá de lo que quería. Me convertí en su leal mortífaga, la...