Los meses siguientes fueron preparando el terreno, y hasta donde pude ver había plantado un arbusto en el campo de Quidditch en forma de laberinto, los cuales la última vez que los vi no tenían más de un metro de alto. Para variar, me pasé los siguientes meses ocupada con las clases, y los exámenes finales, los cuales eran más un dolor de cabeza que otra cosa, mira que tener que corregir las semejantes cosas que inventa un estudiante cuando no sabe la respuesta...
Por lo menos Dumbledore al fin dejó de llamarme para que le dé reporte de lo que hago, al parecer se dio cuenta que solo daba clases. Por otro lado, Bart Crouch estaba desaparecido, aunque según Potter había estado en Hogwarts, antes de él ir a buscar a Albus y al volver desaparecer, lo cual era sumamente sospechoso. Sin embargo no abundé el tema, para eso estaban los aurores...
Y como si no fuera obvio, Severus no volvió a hablarme durante el resto del curso, ni siquiera cuando intenté disculparme un par de veces. Por lo que al final desistí, está mejor lejos de mí...
Junio al fin llegó y con ello la tercera prueba del torneo de los tres magos, al fin esto acabaría...
Antes del torneo, los concursantes tuvieron un momento con sus familias, hasta comieron juntos apartados de todos. Aunque por estar revisando que todo estaba bien pude verlos, a Potter lo había ido visitar los Weasley, lo supe porque Ginny y Ron estaban con ellos, incluso pude identificar a Molly ahora Weasley, la cual pude ver un par de veces cuando entré a Hogwarts y ella iba en su último curso.
Y estaba casi segura que me identificó, pues estaba hablando normal hasta fijó sus ojos en mí como si hubiera visto a un fantasma, por lo que como si nada levanté la mano y la saludé...
Luego de unos minutos al terminar la comida, todos se dirigieron al campo de Quidditch en donde sería la tercera prueba. Como no tenía nada ver con esta, pude sentarme en la tribuna con los demás espectadores, lista para ver el espectáculo...
Ya estaban los campeones juntos parados alrededor del laberinto, Bagman se apuntó a la garganta con la varita, murmuró « ¡Sonorus!», y su voz, amplificada por arte de magia, retumbó en las tribunas:
- ¡Damas y caballeros, va a dar comienzo la tercera y última prueba del Torneo de los tres magos! Permítanme que les recuerde el estado de las puntuaciones: empatados en el primer puesto, con ochenta y cinco puntos cada uno... ¡el señor Cedric Diggory y el señor Harry Potter, ambos del colegio Hogwarts! -Los aplausos y vítores provocaron que algunos pájaros salieran revoloteando del bosque prohibido y se perdieran en el cielo-. En segundo lugar, con ochenta puntos, ¡el señor Viktor Krum, del Instituto Durmstrang! -Más aplausos-. Y, en tercer lugar, ¡la señorita Fleur Delacour, de la Academia Beauxbatons!. ¡Entonces... cuando sople el silbato, entrarán Harry y Cedric! -Dijo Bagman-. Tres... dos... uno...
Dio un fuerte pitido, y Harry y Cedric penetraron rápidamente en el laberinto.
Poco tiempo después sonó otro pitido y Viktor Krum entró también. Y en el último pitido entró Delacour...
No sé cuánto tiempo pasó, pero pasó una eternidad cuando una luz roja apareció en el cielo para indicar que uno de los campeones había caído. Luego de varios minutos entraron en busca de esa persona, y sacaron a Delacour algo herida.
Después de lo que parecieron horas, otra luz roja apareció en el cielo, y tiempo después sacaron a Viktor, por lo que el ganador estaba entre Cedric y Harry. Sin embargo no sucedió nada durante varios minutos, los cuales se convirtieron en diez, y luego creo que veinte, dándome mala espina. Y lo confirmé cuando de repente un fuerte dolor me arrasó el antebrazo izquierdo, justo donde tenía la marca.
Con cuidado de que nadie me viera, levanté un poco la manga de mi túnica, y allí estaba, al rojo vivo, tal y como se ponía cuando Voldemort me llamaba. No sé qué había ocurrido, pero sabía que él había vuelti y sabía que estaba viva...
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Su "leal" Mortífaga. (Tom Riddle/Voldemort)
FanfictionSolo quería ser su seguidora, su leal mortífaga, servirle hasta la muerte. Pero aquella promesa llegó más lejos de lo que creía que llegaría, no por no poder cumplirlo, sino por llegar más allá de lo que quería. Me convertí en su leal mortífaga, la...