1 de septiembre de 1967
Al contrario de los demás de primer año, no estaba nerviosa al entrar por al gran castillo que era Hogwarts, sino ansiosa por llegar hasta el sombrero seleccionador y me dijeran que pertenecía al igual que todos los Black a Slytherin....
Como ya había leído, nos llevaron en botes hasta el castillo a través del lago negro, para luego una profesora que se presentó como McGonagall llevarnos hasta el comedor, y comenzar la ceremonia de selección.
- Black, Hydra- soltó la profesora antes de yo sonreír con confianza, y sentarme en el taburete antes de que me colocaran el sombrero en la cabeza.
- Otra Black, una con más valor que los de tu familia- soltó él extrañamente, dejándome a la duda de si verdad podía ver mi mente-. Pero aun así eres igual que ellos. ¡Slytherin! -gritó antes de yo sonreír e ir a la mesa de mi nueva casa.
Al llegar todos los miembros aplaudían, por lo que sonreí al llegar, y un chico que parecía ser de tercero o cuarto, hacerme un espacio para que me siente a su lado.
- Lucius Malfoy- se presentó él sorprendiéndome un poco, ya que aquel nombre se me había mencionado varias veces.
- Hydra Black- respondí con un poco de hostilidad.
- Lo sé, sé quién eres- soltó sonriendo...
6 de julio de 1994
Al fin había salido de aquel colegio, y me había instalado de nuevo en mi pequeña casa, que había comprado gracias a la fortuna que mis padres me habían dejado al morir. Al principio fue los días más aburrido de mi vida, solo los dedicaba a comer, leer el profeta, ver televisión y dormir, pero cuando dos semanas después, vino Remus pidiéndome hospedaje temporalmente, las cosas se volvieron más interesantes.
Le había contado sobre todos mis viajes, y él sobre lo difícil que se le ha hecho la vida siendo un hombre lobo. Aunque al final nos la pasábamos recordando cuando íbamos a Hogwarts, claro la parte que si podía contar que no estaba relacionada a mis juntes con pre-mortífagos...
Pero el día más interesante había ocurrido hace más de un mes cuando un perro negro había tocado a mi puerta, y entrado a la casa sin preguntar. Para luego resultar ser mi querido hermanito.
- Sirius...-solté con lágrimas en los ojos al verlo-. Estás bien hermanito...-le dije antes de saltar a abrazarlo sin importarme lo sucio y apestoso que estaba.
- Dentro de lo que cabe- respondió sarcásticamente haciéndome reír-. Me enteré que vivías aquí por Dumbledore...-soltó sin yo soltarlo-. ¿Puedo quedarme?
- Toda tu vida si es necesario- le respondí llorando de felicidad-. Lo mío es tuyo hermanito...
- Es bueno saberlo, porque necesito urgentemente un baño, tengo más de dos meses con aspecto de perro para no llamar la atención- soltó apartándose de mí y yo reír-. Y tal vez también necesites uno luego de abrazarme- agregó haciéndome reír antes de yo asentir.
- Lo siento, tenía demasiado tiempo sin abrazarte- le dije limpiándome las lagrimas-. Por cierto, Remus está arriba, puede prestarte ropa...-solté sonriéndole, antes de él asentir y subir como si fuera su casa.
Por ese momento sentí que recuperaba a mi familia, con mi hermano menor viviendo conmigo, aunque no lo mereciera...
Estaba recordando aquello cuando vi que una lechuza entraba por la ventana, dejándome una carta encima de la mesa en donde estaba leyendo el profeta como todas las tarde.
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Su "leal" Mortífaga. (Tom Riddle/Voldemort)
Fiksi PenggemarSolo quería ser su seguidora, su leal mortífaga, servirle hasta la muerte. Pero aquella promesa llegó más lejos de lo que creía que llegaría, no por no poder cumplirlo, sino por llegar más allá de lo que quería. Me convertí en su leal mortífaga, la...