Los días siguientes antes de navidad fueron igual de tranquilos, recibiendo noticias de que el señor Weasley se encontraba mejorando exitosamente, aunque no podía venir el día de navidad. Por otro lado, Hermione también vino el mismo día que yo a la casa a apoyar a la familia, por lo que era casi igual que en las vacaciones de verano. Excepto que ahora me pasaba más tiempo alejados de todos.
Si Tom llegaba a escuchar la profecía completa, sé que estaríamos en desventaja. El día de navidad llegó sin emocionarme mucho, aunque era la primera vez que no la pasaba sola no estaba muy acostumbrada a celebrarla. Aun así Molly me mandó a bajar para que saludara antes de que todos se fueran a San Mungo para visitar a Arthur, quien al parecer aun tenía problemas para cicatrizar la herida provocada por Nagini, por lo que le había preparado un ungüento para que se lo llevaran.
— Hydra, te esperábamos...— soltó Molly en la sala mientras los chicos destapaban sus regalos—. Aquí tienes, este es de parte mía y de Arthur— dijo antes de entrarme un paquete sorprendiéndome por completo.
— Ehh gracias—solté un poco nerviosa sin saber cómo reaccionar, ni siquiera con mis padres celebraba la navidad. Sin perder tiempo y no hacer sentir mal a Molly, abrí el regalo encontrándome con un suéter verde con la inicial de mi nombre delante—. Me encanta— dije sin pensar antes de sonreírles—. Siento no haber comprado regalos para ustedes, nunca he celebrado esta fecha— me disculpé con todos los cuales se limitaron a asentir.
— Nosotros nos conformaríamos...— soltó Fred.
—...con una dotación de tus pociones— terminó de decir George, haciéndome reír antes de notar que dos personas más se habían unido a la celebración.
— Supongo que es muy diferente a nuestras navidades de niños— soltó Sirius al lado de Remus quien sostenía dos regalos—. Verás Remus, nuestros padres no eran muy apegados a esta fecha...
— Querrás decir a nosotros— le corregí sonriendo haciendo reír a mi hermano.
— También eso...—soltó riendo—. Por eso me quedaba durante las fiestas en Hogwarts...
— Algo que yo nunca pude hacer...—recordé ya que aunque ellos no celebraran la festividad me llevaban a muchas reuniones de sangre puras. Las mayorías con los Malfoy después de que entrara a Hogwarts—. Pero no hay que recordar estas tonterías, y siento no comprarte un regalo...
— Estamos a mano entonces— soltó riendo antes de Remus acercarse a darme el paquete.
— Feliz navidad, este es de mi parte— soltó dándome uno de los regalos, para luego darme el otro—. Este es de Severus, siente no poder venir...—dijo haciéndome sonreír antes de notar que Sirius hacía una mueca rara de disgusto. Algún día se hará la idea de mi relación...
El regalo de Remus resultó ser un libro de pociones avanzadas que recién salía, y él de Severus una hermosa pulsera plateada que hizo preguntarme de dónde sacó dinero para comprarla.... Casi una hora después de que bajara, Mundungus llegó con un auto "prestado" en donde se irían los Weasley, Granger, y Potter a visitar a Arthur mientras que Ojoloco y Lupin los escoltarían.
Por lo que me dejaron sola con Sirius, al fin un poco de tranquilidad. Ya que mi hermano casi se largó algo molesto cuando se fueron. Tanto encierro comenzaba a afectarle. Aunque era de esperarse, pasó trece años en Azkaban y cuando al fin sale tiene que estar encerrado en esta casa que nos trae tanto malos recuerdos.
Pensando en esto caminé hacía las escaleras en donde me encontré con Kreacher que estaba llevando algo al parece al sótano, por lo que lo seguí con cuidado de que no me viera, para luego entrar a este, encontrándome con lo que parecía ser su habitación. Estaba llena de cosas viejas, algunas valiosas, la mayoría de madre o mi padre.
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Su "leal" Mortífaga. (Tom Riddle/Voldemort)
FanfictionSolo quería ser su seguidora, su leal mortífaga, servirle hasta la muerte. Pero aquella promesa llegó más lejos de lo que creía que llegaría, no por no poder cumplirlo, sino por llegar más allá de lo que quería. Me convertí en su leal mortífaga, la...