Año 1975
El mismo día de encontrar a mi señor, me instaló en su cuartel general, el cual era su casa. Ya que no podía regresar a la mía, porque solo mi madre sabía a donde había ido, los demás creían que estaba trabajando en el extranjero, para poder tener una buena coartada, por si la llegaba a necesitar....
Hoy se cumplían ya dos años, desde aquel entonces, y la verdad no fueron tan difíciles como creía. Aprendí más en esos dos años sobre magia oscura que en toda mi vida, convirtiéndome en una de las mortífagas más letal que haya visto. Me mostraba al mundo con la típica capa de los mortífagos, pero a diferencia de los demás, mi mascara era roja sangre, para ocultar mi rostro.
Muchos fueron los que murieron en mis manos, la mayoría sucios muggles, que deberían estar a nuestros pies, y no nosotros ocultándonos de ellos.... Por lo que tan solo hace poco más de un año, me comenzaron a llamar "el demonio rojo", lindo apodo la verdad, me iba a la perfección.
Ninguno de mis compañeros se atrevía a hablarme desde hace un año, ya que se habían dado cuenta, luego de enseñarle la lección a unos diez de ellos, que no me dejaría vencer de nadie, ni recibiría ordenes de nadie que no fuera mi señor. Apenas hablaba con Lucius, mi mejor amigo y la recién allegada, gracias a mí, mi prima Bellatrix...
Justamente solo con ellos celebraría los dos años sirviéndole al señor tenebroso, ya que aquello para mí siendo ha sido un honor que se debía celebrar. Aunque supe que tal vez tendría que posponer mi celebración, al sentir mi marca tenebrosa arder en mi piel. Mi señor me estaba llamando, por lo que no podía hacerlo esperar.
Sin perder tiempo, caminé con prisa por las escaleras, hasta su despacho en donde se estaba cuando no se encontraba fuera de la casa.... Al llegar toqué la puerta esperando su señal para que entrara.
- Entra- dijo cortamente, antes de yo obedecerle.
- ¿Me llamaba mi señor? -pregunté cabizbaja mostrando respeto.
-Alza la mirada Hydra- me ordenó sorprendiéndome un poco, pero igual lo hice-. Hoy se cumple dos años desde que me sirve...
-Lo sé señor, y estoy muy agradecida con usted- dije con seriedad mirándolo sentado en un sofá en frente de la chimenea.
- Igual yo Hydra, has sido muy útil en muchos de mis planes, una aprendiz perfecta - soltó haciéndome imposible no sonreírle con orgullo.
-Gracias, mi señor- agradecí intentando borrar aquella sonrisa, ya que podía molestarlo.
-Más necesaria que el resto de los mortífagos- agregó sin poder creerme tal honor de ser elogiada por él-. Por lo que solo a ti puedo pedirte esto...-soltó sonriendo, ya sabía que algo quería, solo esperaba que no fuera suicidarme...
- Lo que desee mi señor, sus deseos son ordenes para mí- dije con suma convicción sin tener ni idea de que quería, pero no importaba, había jurado sumisión y lealtad hasta la muerte, y planeaba cumplir.
- Justo lo que esperaba de ti- soltó levantándose del sofá para luego caminar hacia mí. Sacó su varita y luego de echarle un hechizo no verbal a la puerta me miró-. Sé que al igual que mis demás mortífagos ha visto las mujeres que traído aquí...-dijo sin entender a qué punto quería llegar, ya que sabía que por algo hablaba de su vida intima conmigo...
- Sí, señor- respondí al ver que él esperaba que respondiera.
- ¿Sabe para que las traigo? -preguntó mirándome a los ojos.
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Su "leal" Mortífaga. (Tom Riddle/Voldemort)
FanfictionSolo quería ser su seguidora, su leal mortífaga, servirle hasta la muerte. Pero aquella promesa llegó más lejos de lo que creía que llegaría, no por no poder cumplirlo, sino por llegar más allá de lo que quería. Me convertí en su leal mortífaga, la...