Capítulo 56

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Nora.

Estaba cruzando una calle cuando oigo que alguien gritaba mi nombre. Me giré y vi a Christian corriendo hacia mí. En unos segundos estaba frente a mí. Me cogió de la cintura y me besó.

- ¿¡Por qué demonios te fuiste!? - Me gritó enfurecido.

- Yo... iba a casa de mi mejor amiga. Estabas tan feliz con tu familia que pensé que era mejor irme a ver a Kate. Tengo muchas ganas de verla y como mi familia todavía no ha venido... - Dije un poco nerviosa. Christian me apretó más contra él. Oí cómo alguien tosía apropósito. Me aparté enseguida de Christian. - Hola. - Dije tímida.

- Hola, supongo que tú eres Nora. - Me dijo la madre de Christian y yo asentí. - Bueno, vamos a casa, debéis estar hambrientos.

Caminé de la mano con Christian. Iba en total silencio mientras escuchaba a Christian hablar con las chicas. Llegamos a su casa y su madre nos ofreció asiento en el salón. Las chicas y su padre se sentaron también mientras su madre iba a cocinarnos algo. Christian me abrazó por la cintura y apoyó su cabeza en mi hombro. Nos recostamos en el sofá.

Pasada media hora, la madre de Christian nos avisó de que la comida ya estaba hecha y todos nos sentamos en el comedor.

- Bueno, Christian, ¿no nos vas a presentar? - Dijo una de las chicas.

- Claro. Nora, ellas son mis hermanas. Dayanne, Wendy y Sofia. Él es mi padre Michel y ella mi madre Adele. - Contestó Christian sonriendo.

- Encantada - Dije cordialmente.

- Bueno, espero que os guste mucho la comida. - Dijo Adele mientras servía la comida. Antes tenía hambre, no sabía qué me pasaba, pero cuando veía comida me entraban ganas de devolver. Adele me sirvió un plato enorme de macarrones a la boloñesa. Olía muy bien, pero se me había cerrado el estómago. Todos estaban comiendo menos yo. Christian acercó su boca a mi oído.

- ¿Por qué no comes? Debes comer, Nora. No hemos comido en todo el día.

- No tengo hambre. - Respondí con voz neutra. Christian me miró frunciendo el ceño.

- Nora, come. No me obligues a darte de comer a la fuerza. - Respondió Christian con tono autoritario.

- Ya te he dicho que... - Comencé a decir pero Adele me interrumpió.

- Si no tiene hambre no la obligues a comer, Christian. - Dijo sonriéndome.

- No te metas mamá. Llevamos un día entero sin comer. Además, ella tiene es la que más debería comer, por su bien. Nora, ya sabes lo que te ha dicho el médico. - Dije mirándola.

- Christian, sé perfectamente lo que tengo que hacer, no hace falta que me lo recuerdes.

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