Capítulo 30

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Navidad...


Pasamos el resto del día en aquella habitación abrazados, riendo, incluso alguna que otra lágrima cayó. Christian cada vez me demostraba lo buena persona que es, lo sentía como el príncipe azul tan buscado. Pero luego mis pensamientos giraban encontrándome con un dilema. ¿Por qué Christian estaba allí? Yo no había hecho nada, pero era especial, el señor me lo había dicho. Pero Christian no era especial como yo. Lo que me hacía pensar en qué acto malvado podría haber hecho Christian para merecerse estar en aquella 'cárcel'. Para mis ojos, Christian era el mejor chico que cualquier mujer querría, pero luego siempre me asaltaba esa duda. Él asegura que no había hecho nada por lo que merecerse el castigo al que estaba siendo sometido. Una parte de mí lo creía, pero la otra no estaba de acuerdo. El Señor era un psicópata y según las series policiacas que había visto, un psicópata siempre elige a sus víctimas por una razón, y más siendo un asesino en serie como lo era El Señor. Definitivamente, mi cabeza estaba hecha un lío. No sabía qué pensar. Creía que confiaba en Christian, pero entonces las dudas asaltaron mi cabeza. El primer día que llegué allí me prometí una cosa. 'No confíes en nadie. Todos quieren salir de aquí y manipularan todo lo posible para conseguirlo. E igual haré yo. Saldré de este sitio, aunque tenga que jugar sucio"
Pero mi principal promesa ya la había incumplido. Yo tengo corazón. No solamente no sería capaz de traicionar a nadie, sino que ayudaría todo lo posible a quien lo necesitara. Para empezar, ahora ya no solo confío en Christian, sino que le ayudo también, incluso cuando mi vida está en peligro. No me entendía a mí misma. Era contradictorio, pero no se puede elegir lo que hacer cuando tu corazón está en juego. Y en mi caso lo estaba, porque ya me había dado cuenta de algo primordial, me había enamorado de Christian, mi príncipe azul.

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