Je t'aime.

3

-No va a venir con nosotros.-dijo Michael, molesto.
-Es tu hija.
-No estamos seguros. -dijo él.
-Entonces asegurémonos.-dijo Antony.- Mike, no podes dejarla acá. La mamá se fue.
-Mami dijo que va a volver.-susurró ella y todos voltearon.
Iba descalza y llevaba en la mamo el osito que Antony había encontrado sobre el escenario. Se refregaba uno de sus ojos mientras las lágrimas mojaban sus mejillas.
-¡Tu mamá no va a volver!- gritó Mike.- Ella no te quiere. No quiere a nadie. Es lo que le gusta hacer, irse. No quería una hija.
Landon se apresuró a tomarla en brazos y sacarla de ahí antes de que Shawn golpeara a Michael.
Lena no paraba de llorar y Landon ya no sabía qué hacer. De un momento a otro, el peluche cayó al suelo y los sollozos de ella se apagaron.
-Lena. ¿Lena, qué pasa?-preguntó asustado, tomándola en brazos.
-Ay, Dios mío. -exclamó una mujer en el pasillo.
-Ahora no.-pidió Landon.- Lena, princesa, decime algo.
-Está ahogándose.-dijo la mujer al teléfono y Landon comprendió que no se había detenido por él sino por ella.
La ambulancia llegó y se la llevaron justo cuando los demás salían de la habitación.

Cuando los dejaron pasar, ella estaba dormida en una cama de hospital que se veía enorme en contraste con su pequeño cuerpo. Tenía el pulgar en la boca y estaba toda destapada.
Antony la cubrió bien con las sábanas y guardó silencio junto con los demás. Michael la miraba, arrepentido de haberle gritado del modo en que lo había hecho.
Landon le tomó la mano y ella cerró sus deditos, atrapando uno de los de él. Sonrió. Ella aún dormía.
-Lamentamos informarles que la niña tiene asma.-dijo el doctor al entrar.- Ella va a estar bien, siempre y cuando tenga su medicina cuando la necesite.
-¿Podemos llevárnosla ya?-preguntó Shawn.
-Si.-suspiró el doctor.- Cuídenla.
-Usted la conoce.-dijo Jackson, entonces, entrecerrando los ojos.
-Claro que si. Pensé que iba a pasar más antes de que la viéramos por acá.
-Explíquese.-pidió Michael, sin retirar su tono cortante.
-Ahora ella está bien pero cuando nació, Lena tenía mucho riesgo de vida. Nadie creyó que lograra cumplir los seis meses y acá está. Nació tan prematura, ni siquiera habían terminado de formarse sus órganos. A su madre no le importaba, después de todo, no le habían servido las pastillas abortivas. ¿Qué culpa podía tener Lena?
-¿Conoce a la madre?
-Si. Tengo el disgusto de conocerla. Lo que no sé es qué hace con ustedes. Por lo que tengo entendido, Dear Idiot está en medio de una gira. ¿O no son ustedes los integrantes de la banda?
-La abandonó en un concierto.-dijo Landon.
-Es mi hija.-suspiró Michael.
El médico lo miró y luego a Lena. Acarició el pelo de ella y le besó la frente.
-¿Así que encontraste a papá, pequeña fille?
-Oui.-susurró ella, adormecida.
El hombre le sonrió y luego a Michael, quien no mostraba expresión alguna. Este tomó a la chica en brazos y se encaminó a la salida.
-Au revoir. -saludó ella.
-Je t'aime.-dijo él y ella sonrió.
Lena temía apoyar la cabeza en el hombro de su padre, ni siquiera sabía cómo había llegado a sus brazos.
-Podes abrazarme, si queres.-susurró él.
Ella lo rodeó con sus bracitos y descansó en su hombro. Mike se sintió raro pero le agradó.
-Merci.-susurró ella.
-Da rein.-respondió él.
Los demás los miraban con desconfianza. No sabían si era buena idea que ella estuviera cerca de Michael.
-Landon, ¿Podes comprarle algo de ropa?-pidió el moreno.- Hoy tenemos una cena y la gira todavía no termina.
El chico la tomó de la mano y ambos salieron del hotel. Evitaron las cámara y subieron al auto.
-Un robe.-sonrió ella.- Un robe noir.
-Lena, no sé francés. -rió él.
-Un vestido negro.-dijo entonces.- Ese usaba mami.
Landon la sentó en sus piernas y la dejó que le enseñe la ciudad mientras iban al centro.
-Merci.-dijo cuando les abrieron la puerta y se inclinó con suavidad como una princesa. Landon la miró y ella extendió sus manitos pidiendo upa.
Recorrieron todo el lugar. Compraron ropa y helados mientras reían juntos.
-¿Dónde está Lena?-rió Landon.-No te veo con todo ese chocolate en la cara.
Ella intentó mirar a ver si encontraba el chocolate y solo logró ponerse bizca y que Landon le tomara una foto. Le limpió el chocolate y empezaron a tomarse fotos juntos.
Antes de volver, se detuvieron en una plaza y, mientras Landon la grababa, un hombre se acercó a ella.
-Pomme.-dijo dejando una manzana pequeña en las manos de ella.
-Merci.-sonrió, inclinándose suavemente.
-Da rien.
-Au revoir.
-Au revoir.-contestó el hombre.
Ella corrió a los brazos de Landon y le convidó de su manzana.
Cuando llegaron al hotel, ella se bañó y se cambió. Los jóvenes se vistieron de traje y ella se sintió pequeña al verlos arreglarse. Se veían serios y preocupados.
-Tenes que portarte bien.-dijo Michael, sin siquiera mirarla.
-¿Si me porto bien papá va a quererme?-él asintió.
Los demás lo reprobaron con la mirada pero no dijeron nada.
Ella estaba asustada, quería que su padre la quisiera y para eso tendría que portarse muy bien.