Los días pasaban y ella permanecía ahí. Su padre no daba señales de progresar o empeorar.
-Vamos, Lena.- dijo Michael.- Necesitas comer.
-A veces lo escucho.-dijo ella.- Me habla y creo que despertó pero sigue dormido.
-Lena, necesito que comas.
-Tío, no me siento bien.-murmuró ella.
-Mi vida, mirame.-pidió y ella obedeció. Se aproximó a él y dejó que la abrazara.- No tenes fiebre. Debe ser el hambre.
-Tio, todos vienen y se quedan un rato. Mis amigos, el abuelo, todos. Es como si se estuvieran despidiendo de papá. No me gusta esto. Quiero que se termine.
-Fille.-murmuró. Landon entró y los miró.- Nadie viene a despedirse. Nadie se está despidiendo de Shawn. Te lo prometo.
-Vení.-pidió Landon.
Ella iba a obedecer pero pronto llegó el quejido a sus oídos. Al notar que los demás volteaban, supo que esa real. Corrió junto a su padre y él la miró con el ceño fruncido.
-Con vos quería hablar.-dijo con voz ronca.
Lena le acunó las mejillas mientras las lágrimas caían por su rostro. No pudo siquiera sonreír. Él fruncio el ceño y la rodeó con sus brazos.
-Fille, ¿Qué hacemos en un hospital?
-Papi.-lloró ella con el susurro más bajo y roto que él había oído jamás.
-Fille, no llores. Mi amor, mirame. Tranquila. No llores. No llores, mi vida.
La acostó a su lado, pegándola a su pecho. No quiso mencionar ninguna de las inquietudes que sentía en ese momento. No quería asustarla más.
-Voy a llamar a un doctor.- dijo Landon.
-Lena.-murmuró Jackson desde la puerta.-Necesitan revisar a Shawn.
Ella ajustó sus brazos y ocultó el rostro en el pecho del hombre.
-El inhalador.-pidió este, con urgencia....
Lena no despegaba los ojos de la puerta. Dimitri la rodeaba con sus brazos, intentando que estuviera bien.
-Amor, ya vas a poder entrar.
-No quiero alejarme de él. Tiene que estar siempre conmigo.
- Lo sé.-suspiró.- Eso está bien. Va a estar siempre con vos. Te lo prometo.
-Gracias.-musitó y él besó su frente.
Él quiso decir algo más, pero la puerta se abrió y ella se aproximó con rapidez. Vio a su padre intentando levantarse y al doctor diciéndole que no lo hiciera.
-¿Papi?-preguntó ella, como una niña pequeña que no comprende lo que pasa.
Él la ignoró y siguió con lo suyo. Lena volvió a llamarlo una y otra vez, hasta que él la miró.
-No, Lena. Voy a hacerlo.
Hubo tanta dureza y violencia en su voz, que los demás se aproximaron al instante. Michael tomó a Lena, sacándola de ahí.
-Hace dos meses que no te despertas.-dijo Jackson.- Todos sabían que no ibas a volver a caminar. Lena lo sabía. Le costó mucho aceptarlo. Le prometimos que vos podías vivir con eso. ¿Qué íbamos a hacer? Ni siquiera quería comer. Lleva dos meses en este lugar sabiendo que podía perderte de un segundo al otro. Ni los médicos pudieron sacarla del cuarto. Hoy fue la primera vez en dos meses que estuvo fuera. Y le hablas así. Entiendo que no puedas caminar, pero todavía tenes a Lena. Eso debería ser mucho más importante. Ella no tiene la culpa de esto, ¿Sabes? Este error fue tuyo y de Michael. Ustedes pelearon, la alejaron y discutieron para ir a recuperarla. Se estrellaron, Shawn. Y ella sabe que no saben quién es su papá. Se emborrachó más de una vez porque eso la lastimaba. Tu hija va a ayudarte ahora que no podes caminar, no la apartes de vos. Vos estuviste en esa cama por dos meses, pero Lena estuvo conectada a las maquinas.
Salió de ahí, furioso. Revisó el lugar en busca de ella y la encontró llorando en brazos de quien, hacia tanto tiempo, había renunciado a ella.
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Je t'aime.
Teen FictionMe acuerdo de Francia. Me acuerdo de las luces. Me acuerdo de ella.