El tiempo pasó y la gira se les escurrió entre los dedos. La hora de volver a casa había llegado. Perrie los esperaba en el aeropuerto, junto a Danna (hermana de Shawn), Lottie (hermana de Jackson), George (hermano de Antony) y los padres de Landon. Todos esperaban con ansias a los chicos para llevarlos a su fiesta de bienvenida. Se quedaron hechos piedra al ver a Shawn con una pequeña de cabellos castaños y ojos verdes en brazos.
-Shawn...-empezó Danna, la preciosa rubia de ojos verdes, iguales a los del famoso.
-Saludá a tu sobrina, hermanita.-dijo y todos guardaron silencio.- Ella es tu tía, Lena.
-Salut. -murmuró ella y volvió a ocultarse en el cuello de su padre.
-¿Me hiciste tía? -preguntó ella y, para sorpresa de Shawn, se mostró feliz.- Hola, Lena. Yo soy Danna, la hermana de tu papá.-la nena la miró y luego a su padre. Este le sonrió.
-Dijiste que no iba a conocerla.-rió Perrie y besó a su novio.- Es preciosa.
-¿La hermana del tío Michael le dio un beso?-dijo Lena sorprendida y todos rieron.
-Soy la novia.-rió Perrie y la tomó en brazos.- Hola. Ay, Shawn, te felicito.
Mike las miró a ambas y quiso romper todo. Odiaba todo y a todos pero más se odiaba a él mismo.
-¿No es hermosa?-rió Antony, saludando a su hermano.
-¿Hijo?-llamó la madre de Landon.- ¿Qué pasó?
-Una historia en Francia hace dos años. La madre la abandonó en el concierto y lo descubrimos todo. Tranquila, sabemos lo que hacemos.
-¿Saben?-cuestionó su padre.
-Claro. Esta semana soy el tío favorito. Vengan a conocerla, sé que van a adorarla.
Lena se sentía abrumada y por eso se pegó a su padre lo más posible. Este le besó la cabeza y dijo que era hora de ir a casa.
-¿Todo bien, amor?-preguntó Mike mirando a Perrie.
-Me gustaría tener una hija.-sonrió.- Sé que es pronto, solo... algún día.Todos fueron a la fiesta que les habían preparado y Lena se negó a apartarse de su padre o de sus tíos.
-Tranquila. -dijo Antony.
-Cuando mami se fue también había mucha gente. ¿Y si papi se va?
-Tu papá no va a ir a ninguna parte sin vos.-prometió él y ella se refregó los ojitos.- No llores, Lena. Si queres vamos a buscarlo.-ella asintió.
Antony se puso de pie y divisó a Shawn. Este se asustó al verla llorar y la tomó en brazos con rapidez. Lena se escondió en su cuello.
-Le hace acordar al concierto y tiene miedo que te vayas. -dijo Antony.
-Bebita de papi.-dijo él, besando su mejilla.- Nunca voy a irme a ningún lado sin vos.
Pero Lena estaba asustada de todos modos y no podían evitarlo. No tocó su manzana ni quiso apartarse de Shawn. Él decidió que era hora de volver a casa.
-Je t'aime.-dijo ella mientras su padre entraba en la casa con ella en brazos. Estaba adormecida en su pecho y le costaba mantener los ojos abiertos.
Su padre la miró y sonrió.
-Je t'aime, fille.-respondió y subió directo a su habitación, donde se acostó a su lado, cayendo dormido al instante.-¿Papi?-lo despertó ella. Él murmuró algo incomprensible y volteó.- Papi, ¿Dónde estamos?-las lágrimas le mojaban las mejillas. Se puso delante de Shawn, metiéndose entre sus brazos para ocultarse en ellos.
Shawn la miró adormecido y la pegó a su pecho.
-¿Qué pasa, mi amor?-murmuró con voz ronca, apartándole un mechón de pelo del rostro.
-¿Dónde estamos? -preguntó ella en un susurro.
-En casa, fille. Esta es nuestra casa.
-¿De nosotros dos?
-Si, hija. De nosotros dos.
Ella guardó silencio y salió de la cama.
-¿A dónde vas?
-Me hago pipi.-dijo y salió, buscando el baño.
Shawn miró un rato hacia puerta y la escuchó tirar la cadena. Volvió con pasos rápidos y cortos y se asomó.
-Bonjour.-dijo y Shawn sonrió.
-Vení con papi. -dijo estirando sus brazos.- Ya te extraño.
Lena rió y se tiró en sus brazos, dándole besitos. Él comenzó a hacerle cosquillas y todo eso terminó con una pelea de almohadas.
-Papi, tu panza hace ruido.-rió ella.
-La tuya también. -dijo tomándola en brazos.- Es hora de desayunar.
-Une pomme.-dijo ella feliz y él asintió mientras bajaba a la cocina.
Shawn se sentía feliz con ella. Estaba orgulloso de lo que había hecho. Lena se convirtió, poco a poco, en la luz de sus ojos. No había momento en que se arrepintiera de tenerla como hija. Él le enseñó muchas cosas y ella tantas otras. Ya nadie recordaba todo el asunto de Michael, salvo él, por supuesto. Shawn se había convencido que ella era hija suya y los chicos también pero Michael aún no. Quería a su nena de vuelta. No importaba si no estaba preparado, necesitaba tenerla con él porque estaba perdiéndose demasiadas cosas de ella y no se lo podía perdonar.
Lena crecía día tras día, acostumbrándose a la fama de su familia, a las giras y los conciertos. Pronto cumplió los cinco años y empezó el colegio convirtiéndose en una muy buena alumna y una excelente compañera.
Todos estaban orgullosos de ella pero Lena no lo sabía y no tenía forma de hacerlo porque jamás pasaba mucho tiempo con sus tíos, abuelos o padre.
Ya no temía estar en lugares llenos de gente porque nadie la abandonaría. ¿Cómo podría sentir que la abandonarían si ya sentía que estaba sola?
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Je t'aime.
Teen FictionMe acuerdo de Francia. Me acuerdo de las luces. Me acuerdo de ella.