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Lena despertó con un insoportable dolor de cabeza. Bajó a la cocina y frunció el ceño al ver al moreno en boxers, preparándose el desayuno.
-¿Hola?-murmuró, confundida.
Él pegó un salto y volteó, cubriéndose con rapidez. Entonces ella descubrió que se trataba de Dimitri. Se aproximó y pasó su mano por el pelo de él.
-Tu pelo...
-Los chicos estaban borrachos y me tiñeron.-dijo con una mueca.
-Me gusta.-susurró ella y miró sus brazos, dotados de grandes músculos. Él los cerró en torno a ella.-No te reconocí. Pardon.
-No te preocupes.-dijo él.-Tomá. Esto va a aliviarte el dolor de cabeza. Amor, anoche te pasaste.
-No me acuerdo de nada.-confesó ella con lágrimas en los ojos.-No me gusta esto.-se ocultó en su pecho.
-Tranquila. No pasó nada. No quiero que vuelvas a tomar.
Ella se abrazó a él con todas sus fuerzas, y su novio le besó la cabeza.
-¿Por qué estás en boxers en la cocina?-preguntó en un susurro.
-Tenía hambre. Todos están más que dormidos y no tenía mi ropa porque me quedé en tu cuarto.
-¿Beth y Magda?
-Con Noah y Bruce.-dijo él.-No quería dejarte sola anoche.
Lena se tomó la pastilla y ambos subieron con el desayuno y se metieron en el cuarto de las chicas. Ella conectó su teléfono al descubrir que no tenía batería y volvió junto a su novio. Él apartó la comida y la tomó por la cintura, sentándola en sus piernas, frente a él. La pegó a su pecho, besándola. Lena le recorrió la espalda con las manos y Dimitri comenzó a besarle el cuello sin poder evitarlo. La acarició por debajo de la remera y ella se sintió tímida. Volvió a besarla y rió al encontrarla asustada, confundida.
-Todo está bien, amor. No tiene que ser hoy si no queres.-dijo él.-Pero no es necesario dar el gran paso para poder estar juntos.
-No sé si...-susurró ella y él le tomó ambas manos, metiéndolas dentro de su boxer.
Llamaron a la puerta y él se dejó caer hacia atrás, cubriéndose a ambos con las sábanas. Lena se ocultó en su pecho, avergonzada. El chico la besó suavemente y la puerta se abrió. Dallas entró, mirándose las manos, negras.
-Ah.-dijo al verlo.-A vos te jodí anoche.-entonces reparó en que él no llevaba camiseta.-¿Los interrumpí?-preguntó abriendo los ojos como platos.-Perdón. Soy un imbécil.
Antes de que ellos pudieran decir nada, él se fue.
Lena se refugió en brazos de Dimitri, completamente colorada. Él la presionó entre sus brazos y suspiró.
-Perdón. -dijo. Ella lo miró.- No querías y yo...
-Shh.-murmuró Lena. Se acercó mas a él y lo besó.-No hiciste nada malo. Te lo hubiera dicho de ser así. Solo... no sé cómo se hacen esas cosas.
-Tranquila, mi amor.-dijo él.-No pasa nada.
-Mi tío Landon va a venir.-susurró ella.
-Habló conmigo. -la calmó él.-Va a llegar en unas horas. Así vas a estar más tranquila.
-No es que no esté tranquila con vos.
-Estás acostumbrada a estar rodeada de tu familia, siempre. Si no lo estás, sentís que estás en el campo.
Ella suspiró y se acostó sobre él, rozándole el cuello con la yema de los dedos.
-Te amo.
-¿Me amas?
-Con todo mi ser.-susurró y él la besó.
-Me acuerdo ese día que llegamos y dijiste que teníamos que ir al sur. Yo solo pensé, está asustada, no ve que va a ser casi imposible escapar. Entonces dijiste cual era el punto mas al sur y que Noah estaba sangrando. Ya habías planeado todo.-dijo, y le apartó el cabello del rostro.- Cortaste tu mano y no pude contenerme. Tenía que evitar que cometieras una locura. Esa misma noche subiste fiebre. Me quedé al lado de tu cama, cuidándote. Te despertaste y me preguntaste si estaba asustado. No respondí en ese momento. No sabía si lo estaba.
》Empezaste a sacarlos a todos. Conocimos a esos nenes y... como te miraban cuando les dabas instrucciones. Se aferraban a tu seguridad de que saldrían y lo hicieron. Creo que, si hubiera sido uno de ellos, habría acabado igual de cautivado.
》Lena, cuando estábamos ahí, solo quería que dejaras de arriesgarte. Quería que viniera alguien más y te dijera como escapar a vos. Tenía la sensación de que usarías tu última idea conmigo y no podría hacer nada para sacarte de ahí. Cada vez dormías peor, la fiebre no bajaba.
》Te amo desde esa primera noche. Te amo desde que vi la transformación de la chica hermosa y delicada a la chica que necesitaba escapar de un campo de concentración.
-¿Por qué me decís todo esto?-preguntó ella, bajito.
-Porque no sé expresarte cuánto te amo.
Lena volvió a besarlo una y otra vez.
-¿Sabes?-murmuró.-Tenía miedo de despertar una mañana y que me dijeras que estabas asustado. Tu carencia de respuesta la tomaba como negación. Sabía que si vos podías, yo tenía que poder. Y si no, ibas a ayudarme. Creo que me apoyé en vos desde el primer minuto.
-Puede ser el destino.-susurró él.
-Me gusta pensar que nuestros nombres se escribieron juntos mucho antes de conocerte.
-A mi también. Me gusta que seas mi destino.

Je t'aime.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora