Lena estaba sentada derecha y manipulaba sus cubiertos a la perfección. Tomaba de su copa con la delicadeza de una mujer y guardaba silencio.
-Salut.-saludó uno de los hombres.
Los jóvenes se miraron entre sí, si empezaban a hablarles en francés, estaban perdidos.
-Salut.-respondió ella.- Bonne nuit.
-Encantadora.-sonrió el hombre y le besó la mano.
-Merci.-sonrió ella.
-Ya creía yo que no iban a saber francés. -rió el hombre.- En lugar de eso, me encuentro con que hasta la pequeña conoce el idioma.
Los jóvenes se relajaron a partir de ese momento. No sabían muy bien de qué hablaba ella pero sus acompañantes se veían encantados así que debía hacerlo de maravilla.
-¿De dónde salió esta preciosura?-preguntó el hombre más grande de la mesa. Su nombre era Jim, rondaba los noventa años y no había pronunciado palabra alguna durante toda la comida.
-De la panza de mi mami.-respondió ella y entonces bajó la mirada. Se aproximó a Jackson y le tiró de la manga.-¿Puedo ir al baño?
-Te llevo.-dijo él.- Discúlpennos, volvemos en un minuto.
Ella entró en el baño y pasaron unos minutos sin que saliera. Jackson entró y la vio intentando lavarse las manos.
-¿No llegas?-preguntó él. Ella dio un pequeño saltito, asustada, y bajó la mirada. El joven de los ojos azules la tomó en brazos y la ayudó.- ¿Estuviste llorando?-preguntó desconcertado.
-Papi no va a quererme.-dijo y sus ojos se volvieron a llenar de lágrimas.- Y mami no va a volver.
-Hey, hey. Primero que nada, si tu papá no te quiere es un tonto, y segundo, tenes cuatro tíos que te aman. Igual, yo soy el favorito.
Ella rió y él le secó las lágrimas. Salieron y volvieron a la mesa, él la sentó en su lugar. Shawn se acercó al oído de ella.
-¿Por qué tardaron tanto?
-No llegaba.-dijo ella.- El tío Jackson me ayudó.
-Y, ¿Por qué los ojitos rojos?
Ella no respondió y él miró a Jackson asustado. Este le dijo que después hablarían.
La cena siguió pero Lena ya no participaba tanto. Comenzó a adormecerse y todos decidieron que era hora de volver a casa.
-Au revoir. -saludó intentando mantenerse de pie.
-Au revoir, fille.-dijo Jim.
Landon la tomó en brazos y ella se durmió en el camino de regreso al hotel.
-Decile que la queres. Ya cumplió con tus expectativas. Decile que la queres.-inquirió Jackson.- De no ser por ella esta cena hubiera sido un desastre.
-¿Queres que le mienta?-preguntó Michael, frío.
Shawn tomó a Lena y la llevó a su habitación. Ella abrió sus ojos con suavidad.
-¿Dónde estamos, tío Shawn? ¿Ya no hay comida?
-No.-rió él.- Es hora de dormir.
-¿Ya me quiere papi?-preguntó.- Sé que me confundí de cuchara pero lo hice sin querer. La próxima voy a hacerlo mejor, así él me quiere.
Shawn suspiró y la rodeó con sus brazos.
-Dormí, Lena.
-Je t'aime.
-Je t'aime.-repitió él y le besó la frente.
Al día siguiente debían seguir con la gira y no sabía si sería lo correcto llevarla. Michael parecía estar dañándola con cada cosa que hacía.
Cuando despertó, no la encontró a su lado. Eran las tres de la mañana y ella no estaba en la habitación. Se asomó a la pequeña sala y la vio mirando por la ventana, con sus codos sobre la mesa y los puños bajo el mentón. Había una taza frente a ella. Sus pelo estaba alborotado y ella se veía cansada.
-¿Lena?-llamó él.
-Salut. -murmuró.
-¿Qué haces acá?
-Tengo sueño.
Él frunció el ceño, confundido.
-Mami llamó. -dijo ella.- Dijo que va a venir a buscarme.
-Fue un sueño, Lena.
-Non.-susurró. Segundos después llamaron a la puerta.
-Dios.-dijo Shawn al descubrir de quien se trataba. Buscó a los demás con rapidez.
-¿Quién es?-preguntó Landon.
-Mami.-respondió Lena, quien quería abrir.
-¿Qué? -preguntó Michael.- No.
Abrió y se topó con la mujer.
-Mike...
-No vas a llevártela.-dijo serio.
-Es mi hija.
-También mía.
-Lena, ¿Con quién queres ir?-preguntó su madre.
Shawn la tomó en brazos mientras ella lloraba.
-No la metan en esto.-dijo y entró en la habitación.
-Tengo que decirle.-lloró ella y corrió fuera, tirándose en brazos de su madre.
-Lena...-sonrió.
-Au revoir. -susurró.
-¿Qué? -preguntó ella.
-Quiero ir con papi.-dijo la niña y su madre se puso de pie.
-¿Vos también lo preferís a él? Está bien. Si te quedas acá no vamos a vernos nunca más. -la miró pero la niña no se movió. - Después de todo, ni siquiera quería una hija.
La puerta se cerró y Mike la tomó en brazos.
-¿Por qué elegiste quedarte conmigo? -preguntó él en un susurro.
-Yo quiero a mi papi. -dijo entre lágrimas y él la pegó a su pecho.
-No llores, hija. Vas a quedarte con papi. ¿Si? Te quiero, preciosa. Te quiero mucho.
Lena lo miró y sus ojos brillaron como no lo hacían ni ante la manzana mas roja. Brillaron llenos de felicidad. Entonces él supo que había usado las palabras correctas.
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Je t'aime.
Teen FictionMe acuerdo de Francia. Me acuerdo de las luces. Me acuerdo de ella.