Mal...foy

Comienzo desastroso

-Anda, Al-se despidió Rose del chico desgarbado y sonriente que se marchó junto a otros Slytherins antes de entrar en el tren.
Hugo le jaló el brazo:
-Voy a acompañar a Lily a comprar golosinas-se encogió de hombros y Rose besó su mejilla mientras le depositaba tres galleons en el bolsillo.
-No hagas eso-Hugo se frotó la frente y su hermana se echó a reír- no en público.
-Vale, cabeza de zanahoria-dijo Rose girando sus talones y echando a andar mientras Hugo gritaba "Tenemos el mismo cabello"

Rose siguió riéndose hasta que chocó con algo...o alguien.
-Lo siento-se disculpó Rose desde el suelo y pudo distinguir el rostro de Scorpius. Oh, no...
Él la miró despectivamente y torció el gesto en una sonrisa, hasta que Rose reparó en la insignia.
-¿Qué es eso?-dijo Rose abriendo los ojos como platos.
-Pensé que sabrías lo que es un prefecto, Weasley-contestó Scorpius recalcando la última palabra mientras Rose se sacudía la túnica.
-No me digas, Malfoy-Rose habló con un tono tan gélido que el chico apenas alcanzó a disimular su sorpresa. Rose golpeó dos veces la insignia que prendía de su propia túnica y alzó las cejas.
Malfoy comenzó a juguetear con su propia insignia y Rose se revolvió molesta.
-¿Pero qué...?
-Supongo que si te la dan a ti no será tan importante-Suspiró Scorpius observando con gusto como Rose se ponía roja hasta las orejas.
-Pues fíjate que...
Scorpius se marchó sin prestarle atención y Rose agitó la varita en aquella dirección provocando que él se cayera al suelo, sonrió satisfecha y entró rápidamente en el tren.
Saludó a Rebecca Finnigan, su mejor amiga, que gruñó fielmente cuando Rose le relató el accidente con Scorpius, y siguió hasta el vagón de los prefectos, sin el menor ánimo de pasar el trayecto junto a Scorpius.
Era la primera vez que Rose entraba en un vagón tan grande y lujoso, que se dividía en cuatro mesas con asiento sofá junto a la ventana y enormes cortinas con colores vistosos.
La mesa de Gryffindor era color dorado y tenía ventanas burdeo bordadas con los grandes logros de la casa y figuras importantes. Rose sonrió al encontrarse con el nombre de su padre y los integrantes del ejército de Dumbledore.
-Rosie-saludó su prima Molly, la prefecta de 7timo año mientras se sentaba junto a Charles Buckett, el otro prefecto.
-¿Dónde está el chico?-preguntó Molly extrañada.
Rose se encogió nerviosa-¿Te refieres a...?
-¡Scorpius!-Charles soltó una sonrisa amistosa-¿Qué te ha pasado?
-Un incidente-Se excusó el muchacho con los ojos fijos en Rose. Ella se tapó la boca para no reír.
Charles y Molly charlaban de cosas triviales mientras Rose miraba a la ventana evadiendo a Scorpius.
-Bueno...bueno¿Quién quiere ir a dar el anuncio de las túnicas al vagón de Gryffindor?
Ambos se incorporaron de golpe con la evidente intención de apartarse del otro y Molly se echó a reír.
-Vayan los dos, pero no se tarden-dijo autoritaria y ninguno se atrevió a protestar. Apenas irrumpieron juntos en el vagón empezaron a murmurar y Rose se aclaró la garganta elevando su voz por encima de las otras:
-Por favor, vamos a llegar pronto, espero que se coloquen sus túnicas.
-¿Podrías dejar de chillar, Weasley?
-Vamos, creí que ser prefecto no requería mucho esfuerzo, no es tan importante después de todo-ironizó Rose recordándole el accidente.
-Y parece que tú ni siquiera puedes con eso-le espetó Scorpius con una sonrisa egocéntrica.
A esas alturas todos estaban pendientes de la disputa.
-Serás...
-¡UN DEMENTOR!-gritó Rebecca Finnigan de repente y todos se dispersaron, momento que aprovechó Rose para huir jalando a Scorpius de la túnica. Justo al tiempo que Rebecca decía:
-Olvídenlo, sólo era James.

Rose llegó al vagón de prefectos agotada agradeciendo mentalmente tener una amiga tan ingeniosa y se tiró en el asiento mientras Scorpius se cruzaba de brazos...definitivamente este iba a ser un largo, largo año.
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¡Hola! De verdad disfruté mucho escribiéndolo, y ojalá les guste tanto como a mi. VIVA EL SCOROSE👏👏
¡Nos leemos en el próximo capítulo!