Beauxbatons

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Rose miró a la caravana de estudiantes que habían ido a despedirlos junto al tren.
—¿Vas a estar bien?—le preguntó James preocupado.
—Claro que va a estar bien, James—respondió Rebecca enjuagándose los ojos con mirada de madre orgullosa.
—Es difícil cuando salen del nido—concordó Fred abrazando a Hugo, que miraba a su hermana.
Rose se pegó con la palma en la frente y Scorpius, que estaba unos metros más allá, le hizo una señal antes de terminar de escuchar a Cassie lloriquear.
Rose asintió satisfecha, y después de más llantos y abrazos de sus amigos, se tiró al asiento del compartimento en el tren sonriendo.

—¿No te emociona la idea de ir a Beauxbatons?—preguntó Rose más tarde.
Scorpius se encogió de hombros con indiferencia.
Rose se mordió el labio irritada, porque esperaba que el muchacho diera alguna pista sobre Katherine.
—¿Conoces a alguien en esa escuela?—preguntó Rose esperanzada.
Él le clavó los ojos grises sin expresión alguna y bostezó:
—Algunas chicas y uno que otro chico.
Pero Rose no se iba a dar por vencida:
—¿Cuales chicas?
—¿Ah...?
—¿Cuales son las chicas que están ahí? ¿Son bonitas? ¿Piensas algo de alguna en específico acaso?
Scorpius arqueó las cejas con una sonrisa maliciosa en los labios:
—No me apetece una escena de celos ahora, Weasley.
—¿Quién dice que parecía una escena de celos...?—bufó Rose por lo bajo.
Scorpius sólo se rió, y en ese momento el tren se detuvo. La plataforma 9 ¾ estaba vacía y parecía más lustrosa que de costumbre. Rose observó que las paredes parecían brillar, pero era demasiado extraño encontrarse ahí sin algún mago o bruja paseándose por ahí, o algún adolescente persiguiendo a su sapo.
En lugar de eso, sólo se encontraban dos familias: Malfoy y Weasley. Era increíble incluso que Draco Malfoy y Ron Weasley estuvieran respirando el mismo oxígeno en una sala, pero a Rose ya había dejado de sorprenderle este hecho en cuanto Scorpius entró a Gryffindor.
El señor traía una túnica llena de brillantina azul refulgente y un gorro puntiagudo, junto a la madre de Rose, que se había enfrascado en un vestido de tubo con medias grises. Ambos esperaban sonrientes, mientras que al otro extremo del andén se encontraba el señor y la señora Malfoy, el primero tenía el rostro casi idéntico a Scorpius, pero evidentemente mayor, y una túnica tan negra que le propinaba un aspecto un tanto "fantasmal" por su parte, la madre de Scorpius traía un vestido blanco. Por último, de la mano de la señora Malfoy, se encontraba Jade, una pequeña niña de ojos grises y cabello albino que agitaba sus manitas para que su hermano pudiera verla.
Rose corrió hasta fundirse en un abrazo con sus padres. Por su parte, Scorpius, tensó la mandíbula y fue a encontrarse con su familia, Rose observó como su padre lo abrazaba despacio, y como Jade se lanzaba a sus brazos.
La madre de Scorpius tomó el rostro de su hijo entre sus largos dedos y le dio un beso en la frente.
—¡Mamá! ¡La novia de Scorpius está mirando!—chilló Jade apuntando a la chica con el dedo.
Rose se apresuró a apartar la mirada mientras la señora Malfoy reprendía a su hija menor; Scorpius solo soltó una risa.
—¡Novia de Scorpius!—se burló Ron unos minutos luego— Como si mi hija fuera a mezclarse con ese sangre pura...
—¡Ron!—chilló su madre escandalizada— vinimos a despedirlos de nuestra hija.
—Vinimis a dispidirnis di niistri hiji— bufó el señor Weasley guiñándole un ojo a Rose, que se encogió de hombros. Hermione arrugó la nariz y empezó a preguntarle a Rose si había empacado la ropa y los libros de hechizos. Al final, un hombre con una jardinera vino a recogerlos.
—¿Gose Weasley y Scogpius Malfoy?
Los muchachos asintieron y se dejaron guiar por el hombre luego de despedirse de sus respectivas familias, para llegar hacia un enorme carruaje tirado por pegasos de color plata.
—¿Están cómodos?—preguntó el aparente "cochero" luego de que ambos se sentaran en el cómodo asiento. Rose sentía que su trasero estaba volando; y literalmente así era.
El carruaje empezó a descender y Rose perdió de vista a sus padres... atardecía y el cielo estaba pintado de un color violeta intenso, Ambos jóvenes abrieron los ojos maravillados al atravesar las nubes.
—Pog ciegto, mi nombge es Basile, y soy el cuidadog de la Academia.
Rose meditó en su cabeza que el hombre era algo así como un Hagrid más pequeño, con aspecto más jovial y a la moda.
Los jóvenes lo saludaron de buen ánimo, pero sin salir de su ensimismamiento. Rose se topó con pájaros tan brillantes y hermosos que apenas podía respirar.
—Ya llegamos—les informó Basile con calma, y Rose soltó un grito.
La academia Beauxbatons se extendía a sus pies, y parecía la mansión más grande que podría existir en todo el universo. Tenía prácticamente la dimensión de un castillo, y estaba rodeada de jardines y fuentes. La mansión estaba pintada de un color azúl añejo, pero tenía incrustados de plata por todas partes, estaba junto a las montañas y tenía un río que bordeaba el edificio. Habían enredaderas que crecían por las ventanas más altas de color oro, y aunque ya era de noche, era imposible no fijarse en los detalles.
—El...ss...señor...D...dar...cy—tartamudeó Rose incrédula.
Scorpius alzó una ceja sin entender.
El carruaje aterrizó en la acera de mármol y los faroles se encendieron.
—Vengan pog aquí.
Basile los guió por un sendero iluminado hacia la mansión, donde provenían voces femeninas que cantaban como ángeles.
—La digectoga Delacoug ya los ha anunciado.
Rose y Scorpius cruzaron una mirada de impaciencia. Gabrielle Delacour estaba con una túnica blanca y traía el cabello rubio peinado en un moño. Rose advirtió que Scorpius tenía los puños apretados, y sólo entonces cayó en la cuenta de que había olvidado completamente a Katherine Goyle, que seguramente debía encontrarse allí.
—Quegemos dagle la bienvenida a Gose Weasley y a Scogpius Malfoy—anunció Delacour— Y espegamos que se sientan acogidos con nosotgos este mes.
Se escucharon aplausos y silbidos cuando el par de adolescentes saludó a la multitud de estudiantes.
Todas las chicas del salón, incluso las que no pasaban el metro cuarenta, estaban cuchicheando sobre Scorpius, y los muchachos mayores observaban a Rose con suspicacia.
Delacoug se sentó y estalló una revuelta.
—¡Eh, Scogpius, pog aquí!—lo llamó un grupo de muchachos que parecían ser del equipo de Quidditch.
—¡Aquí, Scogpius!—chillaban otras chiquillas descaradamente.
Rose sentía que se hundía. ¿Terminaría sentándose en un rincón y comiendo sola?
—Scogpius—lo llamó finalmente un grupo al centro de la mesa, estaba conformado por chicos y chicas que parecían sofisticados. Él les sonrió y avanzó hacia la mesa: Rose empezaba a sudar frío.
Iba a ser tratada como una paria, los muchachos pasarían de ella, volvería a Hogwarts como una desconocida, terminaría viviendo como la criada de Rebecca y con muchos gatos en una habitación del caldero chorreante...
Scorpius se dio la vuelta.
—¿Qué estás esperando?¿Vas o no?
Rose vaciló.
El muchacho se pasó la mano por el cabello albino y soltó un gruñido tomando a la chica del brazo para arrastrarla hacia la mesa de los "populares"

—¡Tanto tiempo sin vegte!—le comentó una muchacha que tenía demasiado brillo labial plantándole dos besos en la mejilla al joven— ¿Tú debes seg Gose vegdad?
—Así es. ¿Y tú eres...?
—Me llamo Cassandga— replicó ella un tanto ofendida de que Rose no tuviera idea de su existencia.
Un pde chicos dijieron sus nombres, pero Rose no les puso demasiada atención.
Cassandra no dejaba de parlotear sobre la última moda, e insistía en ponerse al día con Scorpius, hasta que hizo una pausa:
—Oh, es ciegto, Gose...ella es Kathegine.
Rose dirigió su mirada hacia una chica castaña que no despegaba la vista de su plato, parecía bastante alta y podría haber pasado como una modelo. Rose se sorprendía de no haberla notado antes, tenía su cabello tan liso como las chicas de películas. Estaba sonrojada.
—Dime Kat— musitó ella hablándole a Rose, pero tenía los ojos clavados en Scorpius.
—Kat suena mejor— comentó Scorpius con un tono tan manso que asustaba.
Los chicos de la mesa se miraron entre ellos.
—Creo que voy a ir a dormir— dijo Scorpius rompiendo el silencio —Nos vemos.
Katherine se levantó de su silla:
—¿Quieres que te acompañe?—sus erres eran perfectamente neutras.
—Estoy cansado— comentó Scorpius con calma —Nos vemos mañana.
Katherine asintió volviéndose a sentar.
El resto de la velada transcurrió sin ninguna novedad, hasta que llegó el turno de las chicas guiar a Rose al dormitorio.
—¿Conoces hace mucho a Scogpius?— preguntó Cassandra.
—Desde el primer año en realidad, pero este año lo he visto más seguido— respondió Rose, y haciéndose la desentendida preguntó:
—¿Tú conoces a Scorpius, Katherine?
—Vaya que lo conoce— chilló Cassandra riéndose.
Katherine sonrió un poco:
—Lo conozco bastante.
—¿Es tu novio o algo así?
—No—respondió Katherine y rápidamente añadió— pero eso quiero.
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Wow, eso estuvo medio largo xD
Atacando a Katherine en 3, 2, 1...
¡HOLA! Saben que mis estudios muggles son tediosos, pero hago lo mejor que puedo.
Espero que les haya gustado el capítulo, y tengo una noticia muy importante para ustedes...

ATENCIÓN: CONCURSO
SÍ, LEÍSTE BIEN ¡CONCURSOOOO!
¿COMO PARTICIPAR?
¿CUÁL ES EL PREMIO?
Bien, como participar, he aquí el dilema: comentar.
Ojo, algo que tenga sentido, no algo tipo: "CHURROS, JALEA Y LIMÓN ajajajaj"
Las dos personas que más comenten en este capítulo y el siguiente, van a transformarse en los afortunados ganadores que van a tener como premio: una portada hecha por mí para la historia que desee, y un capítulo especial de Mal...foy que no está publicado. ¡NO SE PREOCUPEN! El capítulo será publicado sí o sí, pero obviamente va a tardarse más en salir.
Así que pueden empezar a concursar desde aquí al otro capítulo que tienen que comentar también, por ende, tienen aproximadamente dos semanas para estar participando en total.
¡Saludos y buena vibra!

Mal...foyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora