Entre burlas y visitas

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Rose despertó pesada y lentamente entre sábanas blancas en las cuales se proyectaba el sol de un día cálido.
Parpadeó dos veces para asegurarse de que estaba en la enfermería y lo primero que llamó su atención fue una mesita a los pies de la cama llena de tarjetas, cartas y canastas llenas de dulces o regalos. Reconoció la letra de diversos integrantes que eran parte de su extensa familia, el equipo y un par de admiradores felicitándola por atrapar la snitch en su primer partido. Sonrió un poco, pero enseguida su memoria dio un vuelco, había tenido un accidente y estaba en la enfermería pero...
Miró la camilla que había a su lado, en la cual se encontraba su compañero con los ojos cerrados: llevaba una gruesa venda alrededor del cráneo y tenía rasmillones repartidos por su rostro.
La chica hizo una mueca y observó sus labios entreabiertos que habían adquirido un color morado. La mesita de Scorpius estaba naturalmente cubierta de tantas cosas como la de Rose, pero a diferencia de ella, no eran de su familia en mayoría si no de sus admiradoras.
Sintió una punzada de envidia.
Rose se revolvió incómoda y observó el rostro de Scorpius una vez más, tenía un moretón en la punta de su respingada nariz.
Sonrió débilmente en dirección a su salvador justo cuando se abrió la puerta: la vieja enfermera estaba cargada de medicina y sonreía afable.
–Que buena eres, jovencita– le dijo depositando cuatro gotas de un líquido azulado en una cuchara– de no ser porque recogiste a Scorpius el impacto hubiera sido mayor y quizá tendríamos que haberlo trasladado a San Mugo.

Rose abrió la boca para tragar la medicina, que sabía a barro.
—Bueno, de todas formas de haber tú recibido el impacto de la pelota también habrías ido a San Mugo...en fin, voy a avisarle al profesor Longbottom que ya despertaste.
Dejó la medicina en el velador y se marchó con urgencia; a Rose le pareció que tenía demasiada energía para su edad.

Volteó hacia el muchacho otra vez y sin poder evitar la tentación se inclinó hacia su camilla. Un mechón le caía encima de la mejilla peor machucada, Rose estiró el brazo aproximándose un poco más todavía y retrocedió indecisa.
¿Por qué vacilaba tanto? Había visto su torso desnudo hace un tiempo después de todo...
Tomó el mechón entre las yemas de sus dedos y lo peinó detrás de la oreja. Le sentaba mejor así.
Sin darse cuenta, casi había abandonado su litera.
Pegó un salto:
—¿Disfrutando la vista, Weasley?
Rose rodó los ojos en blanco deslizándose hacia su litera.
—Calladito te ves más bonito —bufó dándose la vuelta.
—¿No vas agradecerme por haberte salvado?
Rose hizo un ruidito de exasperación y le clavó los ojos deseando que fueran láser:
—¿Para qué? Lo hubieras hecho por cualquiera en mi lugar ¿No es así?
—Corrección, Weasley— sonrió — Lo hubiera hecho por cualquiera del equipo a punto de ganar.
—Gracias por la aclaración—masculló Rose apretando los puños.
—Pero aún así supongo que vas a recriminarme si no te agradezco por tratar de evitar que fuera más doloroso.
Rose abrió los ojos con espanto:
—¡Escuchaste a Pomfrey! ¡Eso quiere decir que estabas despierto cuándo...!
—¿Cuando me peinaste?—dijo en son de burla— Por cierto, gracias.
Rose sintió que echaba humo mientras el muchacho se sentaba en SU litera.
—¿Qué crees que haces?
—Divertirme con tu desesperación.
—¡DEBERÍAS DEJAR DE...
La chica frenó en seco, al caer en la cuenta de lo cerca que se encontraban. Rose lo había hecho evidentemente con la intención de apartarlo, pero sus narices se rozaban y se apresuró en retroceder.
Scorpius torció una sonrisa una vez más.
—No sabía que eras de esas, Weasley.
—¡FUERA!
Estampó un almohadazo en su rostro que el chico esquivó hábilmente volviendo a recostarse poniendo sus manos tras la nuca.
En ese instante, se abrió la puerta entrando una avalancha de gente: Rebecca y James acompañados del equipo, el club de fans de Malfoy, Molly, Hugo, Lily y Albus junto al profesor Longbottom.
Madame Pomfrey se echó sobre la silla agobiada observando la escena.
—¡Scorpito! ¡cariño!—chillaron Cassie y Debrah lloriqueando.
Rose miró a "scorpito" con maldad.

Rebecca se echó a asfixiarla:
—¿Estás bien? ¿Qué te hicieron? ¡ganamos!—dijo rápidamente.
—La vas a ahorcar— le reprochó James pero Rebecca lo ignoró.
—Rose—Marcus traía una cicatriz por la caída en el brazo — fuiste muy valiente.
—Gra...gracias.
Hugo miró a Marcus con desconfianza.
—¡Te traje pasteles!—gritó Lily apuntando una de las canastas y Albus le dio un apretón en la mano.
—Bueno, hermanita —pronunció Hugo— siempre supe que ibas a salir de esta.
—Estaba llorando afuera de la enfermería apenas ocurrió— le susurró Rebecca al oído y Rose anchó su sonrisa. Los otros miembros del equipo hablaban con Scorpius, al que pronto se acercaron el resto del equipo y Hugo, Lily y el profesor se quedaron junto a ella.
—Estoy muy orgulloso de ti, Rose— le dijo el profesor dándole palmaditas— ya notifiqué a tu madre apenas ocurrió ayer.
—Gracias— respondió Rose a su jefe de casa con sinceridad, que también fue con Scorpius.
Hugo prontó se unió a los demás y Lily se sentó junto a ella.
—Él te salvó— murmuró Lily sólo para que Rose pudiera oírla.
—Ah, sí.
—Pero tú te devolviste para salvarlo también...
—Ah, sí.
—¿Él te gusta?
Rose tuvo la seguridad que de estar tomando agua la hubiera escupido en la cara de su prima.
—¿Qué?
—Es muy apuesto—dijo Lily con aire soñador.
—No.
—Podría enamorarse de ti— los ojos de su prima brillaban tanto que daba miedo.
—Escucha, Lily, te aseguro que...
—¡Como Romeo y Julieta! ¡Dos magos amantes que son separados por sus familias!
—Te estoy diciendo que...
—¡O como Jack y Rose de Titanic!—Lily estaba en las nubes— Él te toma por la cintura al borde del barco y tú extiendes los brazos para sentir la brisa...
—...y Scorpius me empuja por la borda— Rose negó con la cabeza, pero Lily ya no la escuchaba.

Después de que todos se fueron informando que en dos semanas era el baile de Navidad de Slughorn, Rose miró una vez más al rubio que estaba leyendo una de sus cartas.
¿Por qué siempre estaba salvándola y molestándola? ¿Por qué ella misma era tan torpe?
Sonrió con la esperanza de ver a Marcus en traje para el baile antes de caer dormida.
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¡Feliz 2016!
Si se dieron cuenta, cambié la portada que hice con mucho cariño, espero les haya gustado este capítulo y tengan un excelente año lleno de magia :3
All the love.

Mal...foyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora