Agentes secretos

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-Aquí, torre de control ¿Dragón de fuego chino, estás ahí? Cambio.

-Rebecca, esto es ridículo, cambio.

-¡Vamos Malfoy, al menos anímate, ustedes tres tienen que seguir a Rose! no pueden fallar, cambio.

-Sí, Malfoy, anímate, al menos a ti no te pusieron de nombre clave "Unicornio azucarado" cambio.

-Sí, sí, lo que digas, Potter, pero yo ni siquiera entiendo porque estoy aquí siguiendo a Weasley, cambio.

-¡Porque con Fred y James eran 2! y se supone que son los ángeles de Rebecca, tienen que ser tres, duuuuuh, cambio.

-¡Fred ni siquiera está aquí!

-Su misión era comprarme una soda. Ahora dejen de quejarse y vayan-cortó la chica, dejando a los dos muchachos maldiciendo por lo bajo.

*

Rose se sentía bastante extraña. Nunca antes había tenido una cita, y ni siquiera estaba segura de que esto fuera una. Pero Marcus había sido tan agradable, que no sentía deseos de cuestionárselo tanto. El día estaba fresco, pero llevaba un abrigo encima de su vestido que evitaba que el frío se colara.

-...y entonces Alec despertó nadando en leche-terminó Marcus y observó a la muchacha-Lo siento ¿tienes frío?

Rose se sobresaltó por el tono dulce del joven:

-No te preocupes, enserio.

-Oh, anda, déjame hacerlo-dijo él esta vez con galantería mientras se sacaba el abrigo azul y lo pasaba por los hombros de ella.

Rose se permitió sonreírle y él lo hizo de vuelta...hasta que cayó al piso.

UN MOMENTO ¿QUÉ?

-¿¡UNICORNIO, QUÉ ESTÁS HACIENDO?! Cambio.-dijo la voz de Scorpius tras un arbusto mirando a Marcus frotarse el trasero.

-¿VISTE COMO LA MIRABA? ¡Va a propasarse con mi primita! Tenía que hacer algo, cambio.

-No te muevas de tu escondite.

-Mi escondite es súper secreto, Malfoy, cambio.

-¿Estás detrás de esa reja, verdad?

-N....no.

Rose miró a todos lados cuando Marcus le advirtió que estaba todo en orden.

-¿Qué pasa?

-Creí oír...nada.

Marcus se rió guiándola hacia las tres escobas, pero Rose estaba inquieta. ¿Cómo era posible que Scorpius no la dejara en paz ni en su cabeza, que empezaba a oír voces?

Para cuando cruzaron la entrada, escucharon algunos silbidos por parte del grupo de Albus, que ocupaba una de las mesas.

Marcus señaló una mesa al rincón de la posada, y sacó la silla con la intención de que Rose pudiera sentarse, y no pasó inadvertido para la chica.

-¿Qué vas a pedir?

-Uhm...creo que cerveza de mantequilla.

Rose advirtió como un hombre embutido en una bufanda comenzaba a toser fuerte en la mesa de al frente.

-¿Podrías calmarte, unicornio?

-Es un bebé, Dragón, mi bebé no puede tomar alcohol.

Mal...foyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora