Mal...foy

Un consejo inesperado

Rose se detuvo ante la imponente puerta color marrón chocolate del número 12 en Grimmauld Place, mientras hundía las botas en la nieve fresca.

Hace 2 días había sido navidad, y como era lógico, Rose estaba de vacaciones, ahora bien: James había organizado una reunión con el equipo para celebrar la victoria contra Hufflepuff, así que no tenía más remedio que acudir.

Al otro lado de la entrada, podía escucharse el sonido de algunas risas, Rose se frotó los guantes un poco más, sin demasiado ánimo.

La noche de Navidad, Teddy Lupin había dado el comunicado que su boda con Victorie estaba próxima, a Rose le agradaba Victorie, como cualquier familiar. Pero Teddy, Teddy era otra cosa. Teddy, quien ahora formaba parte de la selección de quidditch en Inglaterra, y quien le había enseñado a Rose a montar su primera escoba. Para Rose, la partida de Teddy significaba perder a alguien que consideraba su ídolo secretamente, además de haber sido siempre su consentida, la mera idea de dejar el puesto como su preferida, le revolvía el estomago. Tampoco es como que tuviera ganas de decírselo y parecer una niña de 6 años.

Cuando se abrió la puerta, Rose se encontró con Scorpius recostado en el marco de la puerta.

-¿Dónde está James?

-Me pidió que abriera-Malfoy se rascó la cabeza-¿Y a ti qué? ¿Qué es esa cara que traes?

-¿Cuál cara?-replicó Rose observando el sweater burdeo que traía el muchacho antes de entrar.

-No me digas que odias la navidad-dijo el muchacho con una risa socarrona, pero Rose no dijo nada.

Rodó los ojos en blanco antes de seguir al chico dentro del comedor de diario, donde se encontraba el equipo entre cojines, riéndose. Al centro se encontraba Teddy, que estaba quedándose en casa de tío Harry, así que Rose hizo caso omiso de su presencia tomando asiento en la otra esquina. Traía el cabello de azul eléctrico en esta oportunidad, y la piel bronceada. Scorpius no parecía demasiado impresionado por su presencia, al contrario de Marcus, que si bien no estaba tan emocionado como con la presencia de Harry Potter en el baile, no dejaba de prestar atención a las historias de Teddy en el equipo.

-Mi primer partido no fue demasiado agradable-terminó Teddy con una mueca- Un jugador trató de meterme la escoba por el...

Rose dejó de prestar atención mientras el equipo estallaba en risas, miró uno de los cuadros sin ánimo, y Rebecca propuso jugar verdad o reto, alguna clase de juego muggle que a su abuela le gustaba.

-Vale, James ¿Verdad o reto?

-Reto-James le dedicó una mirada retadora a la comentarista, así que ella esbozó una sonrisa pícara.

-Vale, James, baila ballet y haz una performance.

El chico desencajó la mandíbula antes de ponerse a dar saltitos y estirar los brazos mientras giraba, Rose soltó una pequeña sonrisita melancólica.

-Vale, mi turno-dijo James tratando de aparentar seriedad- Teddy ¿Verdad o Reto?

-Verdad...

-¿Cuando fue la primera vez que la abuela Weasley te tiró la oreja? ¿Qué hiciste?

Teddy se echó a reír.

-Tenía 11 años-comenzó-estábamos en el estanque y Rose quería ir al baño.

La chica sintió que se ruborizaba hasta las orejas, con la mirada de Scorpius clavada en ella.

-Le dije que hiciera en un arbusto porque tío Bill no salía del baño... así que Rose fue hacia uno, pero se tambaleó y cayó al estanque... no sabía nadar, y yo tampoco, así que me tiré sin saber nada-Teddy soltó una risa con nostalgia- Pero al final Rose no había caído al tanque, sino Al, que nos estaba espiando.