Capítulo 7

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-Y esas son toditas sus habilidades-culminó Tobi dando por terminada la "explicación".

Fue una mala idea dejar que su compañero se encargue de ese trabajo.

-¿Sólo eso? ¿Osea que es un tipo que hace fluf con la arena? Qué patético-Algo en común debía de tener Deidara con Yumiko: a ambos les irritaba Tobi.

-¡No hace fluf! Hace... Floouf-replicó el enmascarado haciendo unos movimientos súper raros con sus brazos.

-Eso no explica nada en absoluto-Se quejó el pelirrojo.

Yumiko miró al enmascarado con una cara como diciendo ¿Qué mierda haces? Ahora es ella la que tiene que explicar todo otra vez. Enserio, pensará dos veces antes de pedirle a Tobi que haga algo.

Después de explicarles a los dos artistas las habilidades del jinchuriki, la Hyuga volvió a su habitación bostezando en todo el camino hacia allá. Lo que necesitaba era una buena siesta, y rápido. Muchas cosas pasaron por su cabeza, empezando por la estupidez que casi comete al caminar hasta la casa de los Hyuga en la aldea de la hoja, ¿En qué estaba pensando? Si alguien la veía, probablemente la hubieran descubierto, tuvo muchísima suerte al no ser detectada.

Fue un pésimo descanso desde el momento en que empezó a sudar.

Yumiko se encontraba en la casa de los Hyuga, con su madre, hace mucho tiempo, cuando tenía 4 años.

-¿Y... Y papá?-preguntó.

-Papá...-Se podía notar la tristeza en la mirada de su madre. No hay duda, ese fue el día en el que recibió la noticia de la muerte de su padre, por culpa del Kyubi-. Lo siento tanto hija mía... Tu padre... Él ya no estará más con nosotras...

La pequeña niña aún no asimilaba bien la situación, su madre estaba llorando, pero no sabía el porqué. Después de unos minutos más es que le dijo que su padre falleció. Le explicó que su líder, estaba en peligro a causa del biju de nueve colas, él lo defendió y murió de esa manera. Para Yumiko eso significaba que Hiashi lo mató.

Un montón de escenas en las que la marca de maldición le hacía efecto pasaron por su pesadilla. Comenzaba a dolerle la cabeza, en especial la frente. Eran uno de los efectos después de haber liberado esa técnica, no podía eliminarlos por mucho que tratara.

La Hyuga despierta con la respiración agitada y un dolor de cabeza horrible. Necesita esas pastillas otra vez.

Tomó una cápsula y volvió a echarse en su cama. Ahora que lo pensaba bien, ¿Orochimaru no era parte de Akatsuki? Al menos eso oyó meses antes de salir de Konoha. Tendría que preguntarle a alguien mañana.

Ella recordaba la vez que le dieron esas pastillas. Todos los días su cabeza no paraba de dolerle, hasta le salían lágrimas por tanta presión. Un día, a Yumiko se le ocurrió una idea. Hace un año, Orochimaru atacó Konoha, había hecho una alianza con la aldea de Sunakagure y terminó traicionándolos matando al cuarto Kazekage. Lo sabía, porque meses después, Tsunade, la quinta Hokague, le asignó una misión de investigación sobre dicha muerte.

Al huir de la aldea, lo único que se le ocurrió para calmar el dolor, era pedirle al compañero del Sannin, Kabuto, que la ayudara. Él era un chico con grandes habilidades en el ninjutsu médico. Lo conoció en los exámenes Chunin. Tenía sospechas que era un espía y no se equivocó.

Al rastrear la guarida donde se encontraba Orochimaru, Yumiko tuvo de convencerlos por las malas, amenazándolos con decirle a la Hokage donde se encontraban. No tuvieron de otra que aceptar, Kabuto hizo esa medicina para que la tome cada dos días. Ahora solo le quedaban unas diez, tendría que volver con ellos a pedirle más. La pregunta era: ¿Cómo hará para que Pain le deje ir hasta allá?

¿Crees que me harás explotar? [Deidara]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora