Capítulo 4

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Tobi y Yumiko observaban la "pelea" entre Deidara y Hidan. El enmascarado no paraba de decir cosas como: "¡Los insultos son malos!", "¡Tobi no quiere que sus amigos peleen!" y "¡A Tobi no le gusta verlos así!". Cada vez que Yumiko oía a esa paleta parlante, le entraban ganas de activar su Byakugan, y atacarlo con su puño suave hasta que se calle. Pero no podía, Pain le había dado la advertencia de no hacerlo enojar. Tenía que confiar en lo que le dijo, después de todo, él es su líder, aunque no le agrade por completo la idea de estar bajo órdenes de nuevo.

-¡Ya tengo suficiente contigo, Hidan! No tiene sentido seguir insultándonos así...-al fin alguien desea parar la pelea.-¡Vayamos afuera! Te haré explotar en mil pedacitos.

-Bien, Jashin-sama estará encantado de que le haga otro sacrificio.

¿Es en serio? Estos idiotas no hacen más que portarse como unos bebés, pensó la Hyuga. Ella estaba a punto de volver a su habitación, pero Tobi la detuvo. Le pidió que les convenza que dejen de pelear por gusto. No tenía otra opción...

-Deidara, Hidan, paren ya todas esas estupideces.-se quejó cruzada de brazos. Tobi aplaudió como un niño pequeño, lo cual hizo que Yumiko soltara otro gesto de fastidio.

-Oh muñeca, no te preocupes por mí... Voy a derrotarlo fácilmente.-dijo Hidan acercándose a la chica. Ella puso una mano al frente, haciendo que Hidan se detenga.

-Ni se te ocurra dar un paso más. Y no me preocupo por ti, no lo haría ni en un millón de años.

-¿Entonces qué? ¿Te preocupa que a esta prostituta se le arruine su cabello de princesa y sus uñas se rompan?-se burló el peliblanco con una sonrisa.

-¡Que soy hombre joder! ¡Y prostituta serás tú, pervertido!-Deidara iba a golpearle, pero Yumiko lo detuvo poniendo una mano en su hombro.

-Ya, no le hagas caso.-el rubio miró a Yumiko algo asombrado. No se esperaba eso, y menos de ella.

Siempre él y Hidan pelean por lo mismo, Tobi siempre trata de calmarlos sin éxito y a los demás les daba igual. En casos un poco extremos, Pain les ordenaba que se detengan y a veces Konan también. Una vez, Hidan casi mata a Deidara, porque lo había atrapado en ese círculo con un triángulo en medio que usaba para hacerse daño a sí mismo y a su contrincante. Definitivamente esos dos se odian a más no poder.

-¡Sí! ¡Yumiko-sempai es la mejor!-chilló Tobi dando saltitos y aplaudiendo.-A Tobi le agrada Yumiko-sempai. Ella es una niña buena igual que Tobi.

-Ya cállate. Veo que tú eres la nueva-una chica de cabello azul acababa de llegar, tenía una flor de papel en la cabeza y maquillaje en los ojos, era muy linda.

-Sí, tú debes de ser Konan ¿Verdad?-la chica asintió-¿Así de problemáticos son todos?-preguntó señalando a Deidara y Hidan.

-Te acostumbras...

-¡KONAN YA LLEGÓ! ¡Tobi está muy feliz! ¡Pain-sama también lo estará!-Tobi parecía un niño después de que le compraran un dulce, saltaba por toda la sala.

-Eres una Hyuga ¿Cómo escapaste de esa marca?-le pregunta Konan a Yumiko, obviando por completo a Tobi.

-Hice un jutsu para salir del control de Hiashi.

-¿Qué... Cómo?

-No te interesa. Ahora, si me disculpas... No soporto estar con estos dos.-Yumiko se fue de la sala de estar.

En lo único que pensaba mientras volvía a su habitación, era una estrategia para vencer a Itachi en esa prueba que Pain le mencionó. Su sharingan será un problema muy grande, con tan solo mirarlo a los ojos, puede considerarse la batalla perdida. Yumiko conocía trucos para salir de eso, pero era en equipos por lo menos de dos personas, y ella era solo una. Será más difícil de lo que pensaba. Después de todo, él es Uchiha Itachi, un shinobi prodigio con habilidades oculares que casi nadie supera. Para vencerlo, necesita usar todas las habilidades de su Byakugan, ojo por ojo ¿Verdad?

¿Crees que me harás explotar? [Deidara]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora