A nadie de los presentes se le pasó por la cabeza que la mismísima Hyūga Hinata diría tales palabras. Tanto los de Konoha como ambos criminales no se esperaban esa propuesta que ella dio. Era un pequeño detalle que les ocultó a sus compañeros, incluyendo a Ryū, quien se supone que con más razón debería saberlo, al ser de alguna forma el más cercano a Yumiko.
¿Acaso le estaban ofreciendo volver a empezar a pesar de cero? Yumiko no se lo creía. Lo mejor que esperaba por parte de ellos, era que no los llevaran con la alianza shinobi para ser capturados y encarcelados.
-Alto ahí, niña -intervino Deidara, moviéndose de más y causando que Ino le hiciera arder su herida de casualidad-. ¿A dónde quieres llegar con todo esto?
Hinata se sintió ligeramente intimidada ante la mirada del rubio. Parecía que la idea de que Yumiko vuelva con los Hyūga no le agradaba en absoluto. Por supuesto que se opondría si lo único que saldrá de todo eso, es separarlos. Sin embargo, esa podría ser una buena opción. Él no le podía dar nada como vivir así, y Hinata acaba de ofrecérselo sin más.
-Yo... eh... solo quiero que Yumiko-san tenga un lugar al cuál llamar hogar nuevamente.
¿Hogar? Hace años que Yumiko había dejado de llamar hogar a ese lugar, donde lo único que tenía era dolor, sufrimiento y malos recuerdos. Además, ella ya tenía un lugar al cual regresar. Y ese era donde esté Deidara. De ninguna manera aceptaría regresar a Konoha, si lo único que recibiría de eso es estar dejos de él.
Ambos criminales cruzaron miradas por un momento. Deidara solo quería asegurarse que, sea cual sea la decisión que la chica tome, esta debe ser la correcta. Mientras tanto Yumiko, no sabía qué responder, y esperaba obtener la respuesta a través de él.
Ella, pensando bien lo que estaba a punto de hablar, suspiró.
-¿Alguna vez pensaron el porqué me fui, Hinata-sama? ¿Se fijó en alguien más de la rama secundaria, que no fuera Neji? -cuestionó, completamente dura con sus palabras, como si estuviera lanzando una kunai por cada sílaba que pronunciaba.
La pequeña adolescente, desentendida hasta la fecha sobre la vida de aquella parte de su clan, bajó la mirada. Era verdad. Ni siquiera sabía que Ryū existía, sino hasta un par de días. Cuando él le informó a su padre que Yumiko seguía viva. Hinata sintió mucha culpa, era una completa ignorante.
Y Neji... ese genio que, con solo a su tío educándolo, logró ser reconocido, a pesar de formar parte de la rama secundaria. Pobre, morir de una forma tan cruel... hacían que a la pequeña Hyūga le entraran ganas de llorar.
-Neji-niisan ya no está.
Por supuesto que Ryū e Ino ya lo sabían. El de Konoha simplemente desvió la mirada. Pero Ino, ella también parecía desmoronarse por dentro; tanto así, que paró por un momento el tratamiento improvisado a la herida de Deidara.
-Ahora entiende.
Esas dos simples palabras fueron la gota que derramó el vaso. Hyūga Hinata nunca en su vida había experimentado lo que es perder a alguien muy querido. Y su primera experiencia no fue muy linda.
Como una niña, ella soltó pequeñas lágrimas, intentando hacerse la fuerte frente a sus parientes. Cosa que no logró. Hinata había aguantado llorar de esa manera durante mucho tiempo. Tenía que concentrarse en la guerra, ayudar a Naruto.
Y no solo lloró por Neji. Sino por darse cuenta que todo este tiempo,mucha gente de su clan había perdido a alguien, mientras que ella vivía una vida llenas de lujos materiales, una hermana maravillosa, y ambos padres vivos. Estrictos, pero vivos.
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¿Crees que me harás explotar? [Deidara]
Fanfiction«La vida puede cambiarte de un segundo a otro si le apetece. Y Hyuga Yumiko era una clara víctima de ese cambio tan repentino.» *** -> Creada en agosto del 2015 (aproximadamente). -> Portada hecha por mí. -> No se acepta ninguna copia o ada...