¿Crees que me harás explotar? [Deidara]

Capítulo 16

No es normal pasar los últimos años sin sentir la necesidad de compañía y, de un momento a otro, que esa persona sea lo único que se necesite. Es mucho más extraño que ese cambio sea en poco tiempo y de una persona tan fría como Yumiko. Pudo haberse quedado a destrozar a los de Konoha por simple diversión. Pero no. Decidió ir con Deidara, decidió preocuparse por él, estar con él.

Sasuke es un dolor de cabeza si se lo propone, y tuvo que aprenderlo por experiencia. Su capricho por ser el más poderoso es increíble; sin embargo, está logrando lo que quiere. Se está volviendo más fuerte que Orochimaru y Kabuto, o tal vez ya lo hizo.

Estaba preocupada por Deidara, y mucho.

Aunque a su vez, seguía dudando más y más sobre Tobi. Sus poderes dejaban mucho qué decir, fue como si le abriera una puerta a nuevas probabilidades de que él sea Obito.

Yumiko paró en seco cuando por fin las ideas en su cabeza se ordenaron. Tuvo que apoyarse a un árbol para pensar con más calma.

La respuesta era tan obvia una vez que sabías sus poderes... Ahora todo tiene sentido.

Obviamente, tiene tapada su cara porque no quiere que reconozcan que es Obito, quien pudo salir de las garras de la muerte de milagro. Usó su habilidad de traspasar cosas -obviamente no estaba perfeccionada- para que la roca que lo aplastaba, no le haga tanto daño como para matarlo.

Era eso. ¿Quién más pudo haber salvado a Kakashi? Nadie. ¡Tobi es Uchiha Obito, lo había descubierto!

Y entonces, fue cuando su preocupación le ganó a la satisfacción de ese hallazgo. Sin duda alguna, Obito no es un idiota. Él, al mostrarle sus poderes a Yumiko, sabe que se descubrió su secreto. Probablemente no tarden en matarla. Yumiko ya no puede seguir en Akatsuki con esa persona tan peligrosa.

Aún tenía muchas cosas en la cabeza. Ella se hubieran tomado el tiempo de pensar en una opción de escape, de no ser por esa gran explosión mayor a las anteriores que se escuchó muy cerca de allí.

Percibía sin necesidad de su Byakugan, una ligera cantidad de chakra. Cuando lo activó se dió con la sorpresa de verlo no tan lejos del lugar donde se encontraba, y en plena batalla, en la que Sasuke llevaba la delantera. La cantidad de chakra en cada uno era asombrosa. Se acercó cuidadosamente hacia el lugar de la pelea. Sabía que Sasuke usa muy bien el sharingan para su edad  podría detectarla son problemas si no oculta su chakra. Ambos se veían agotadísimos, casi no podían ni mantenerse en pie. Fácilmente, podría derrotar a Sasuke de un golpe, o tal vez de cinco ataques.

Se ocultó arriba de un árbol, Nico unos cuantos clones y apunto hacia el Uchiha de tal manera de que ninguno se enterara de su presencia.

Espera... Aún no... Se repetía. Le estaba apuntando a su brazo, no sabía porqué no le quería dar al corazón de un golpe.

-Hum, tendré que usar esta técnica después de todo. Solo así podré vencerte, Uchiha -habló Deidara.

En cuanto ella giró a verlo más detenidamente para ver su siguiente movimiento, se percató que todo este tiempo, Deidara no llevaba su capa, ni su camiseta. Un ligero pero breve ardor recorrió sus mejillas. ¿En serio? ¿ahora te sonrojas? ¡Ya, basta! Se regañó mentalmente. Pero, fijándose bien, logró ver un extraño tatuaje, parecía una de las bocas que tenía en sus manos, ya que un hilo negro unía algo que no lograba descifrar.

Y  entonces, recordó que le dijo sobre un ataque imposible de vencer, 'la mayor expresión de su arte' lo había llamado.

Antes de que Deidara se deshaga de la costura de su boca en el pecho, Yumiko bajó apresurada del árbol y lo detuvo.