Capítulo 17

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La vida de un criminal no es fácil, comenzando por el hecho de que se es conocido y nadie ofrece ayuda. Lo que hizo Yumiko, fue amenazar a ese shinobi que se negaba a curarlos, a pesar de que él sabía que no era nadie comparado a la Hyuga en cuanto a habilidades, comenzando por el hecho de que era un simple ninja médico. En menos de diez minutos, Deidara se sentía como nuevo.

No había forma de que volvieran a Akatsuki, no después de que Tobi indirectamente le mostró su identidad. De seguro se consideraría muerta cuando se lo encuentre.

-Sigues pensando en eso, ¿verdad? Me parece que ya muchos saben su identidad, no postergaría su plan para matarte.

-Dos de los tres grandes Sannin murieron. Obito mató a Konan para robar el rinnegan de Pain, que también está muerto. Itachi también murió. ¿Qué más falta, eh? -cuestionó ignorando a Deidara-. Los únicos de esa organización son Obito, que se hace llamar Madara, Zetsu y Kisame. Claro, a parte de nosotros. ¿No sería algo lógico que él quiera matarnos? Somos los únicos que podemos filtrar información sobre su plan, ya que, por lo que estoy enterada, Kisame no sería tan idiota como para abandonar Akatsuki.

Deidara paró de caminar y pasó su mano por su cabello rubio, algo cansado.

-Yumi-chan... Ya pasó tiempo desde que abandonamos Akatsuki. Si nos hubiera querido matar, ya lo habría hecho.

Ella seguía de espaldas a él. Con la mirada hacia abajo, apretó sus puños y suspiró. Desde ese día no pudo estar tranquila. Parecía más preocupada, estresada, y sobre todo agobiada.

-¿Qué tal si no es así? ¿Ya viste a toda la gente que manipuló y asesinó? Yo lo conozco bien, era de mi aldea -Deidara suspiró pesadamente.

Mientras hablaba de espaldas, mencionando cualquier mínima opción de que corran peligro, él se acercó para tranquilizarla con un abrazo. Suficiente para callarla.

-Mira, hagamos algo simple. Tú te olvidas de ese Uchiha para que dejes de andar estresada y esperamos a que los demás ganen esa guerra. A no ser que quieras ir a matarlo, te ayudo con gusto, será divertido, ¿no?

La alianza shinobi, fue una novedad en todas las aldeas. Las cinco grandes naciones se unieron para derrotar a 'Madara', el líder original de Akatsuki. Pain y Konan estaban muertos, al igual que Itachi.

Yumiko y Deidara, tomaban el papel de espectadores en esa guerra que estaba a punto de estallar. No tenían razón para apoyar a la alianza, pero si querían que Obito sea el que pierda. Ambos estaban conscientes de que el Uchiha estaba ocupado destrozando algunos shinobis con el jutsu del Edo Tensei; cortesía de Kabuto.

Será divertido ver a Obito morir. Pensó Yumiko, analizando todas las opciones que tenían, ¿qué podría salir mal? Si la alianza los intenta matar, simplemente tendrían que demostrar que no están de ningún lado, será sencillo convencerlos a todos.

-Hasta donde yo sé, la base de la alianza shinobi está en la aldea de la niebla. El ejército de Obito avanzaba por el noreste, si vamos ahí, nos encontraremos con los dos bandos destrozándose. Y echar un vistazo a eso... ¡¿Qué esperamos? hay que ir!

Deidara sonrió como un niño y, rápidamente, besó a Yumiko.

-Por eso te amo, Yumi-chan.

Y la tomó de la mano para ir hacia el lugar de la guerra.

Ella solo lo siguió, con sus ojos un poco más abiertos de lo normal y sus mejillas con un tono rojo apenas visible. Le encantaba recibir ese cariño tan recorfontante, se estaba acostumbrando a esa vida diferente a la que tenía antes.

Una pequeña sonrisa se dibujó en su cara; sin duda alguna su vida había cambiado gracias a él de una forma agradable.

Con esas dos simples palabras ella se tranquiliza y olvida de todos sus problemas. Le sorprende que un 'Te amo' sea dicho con tanta naturalidad como lo hace Deidara. Es que, simplemente, ella no sabe cómo decirlo. Sí, solo son dos simples palabras, pero tienen un gran peso y significado. O al menos eso era para Yumiko. Nunca le dijo un 'te amo' a nadie, ni siquiera a sus padres.

¿Crees que me harás explotar? [Deidara]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora