3:"Maldito"

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                 Luego de la presentación a todos los jugadores y cuerpo técnico de la selección chilena, me fui a mis clases en la universidad, como no tenía tiempo para volver a mi casa, tuve que andar con ese bendito buzo gigante todo el día, todos me miraban raro, estaba chata de las miraditas que me lanzaba todo el mundo. Hasta mi profesor de Geriatría, que era justamente un abuelito, me miró raro. Así que cuando terminaron todas mis clases, fui la persona más feliz del mundo. Al fin podría ir a mi casa a cambiarme ropa y a dormir. Al fin terminaría ese día terrible que tuve. Al llegar a casa estaba mi amiga Paz sentada frente a su computador. Yo me tiré en el sofá como un saco de papas.

—¡Mátenme ahora por favor!—exclamé—y despiértenme cuando tenga el título y no tenga que ver a ningún futbolista ni a ningún profesor en mi vida—dije tapándome la cara con un cojín.

—¿Qué onda?- dijo mi amiga extrañada—¿Qué te pasó ahora ridícula?—mi amiga no era conocida por decirme sobrenombres cariñosos, siempre me decía: ridícula, tonta, perra. Aunque yo también la trataba de esa manera. Así era nuestra amistad.

—Este fue el peor día de mi vida—exclamé con dramatismo.

—Ya po cuéntame qué te pasó—dijo mi amiga sacándome el cojín de la cara y mirándome con expectación, no me quedó más remedio que contarle todo lo que me había pasado en el día. Luego de que le conté toda la historia, mi amiga gritó, sí ya sé ella estaba loca, luego me miró y movió sus cejas de arriba hacia debajo de manera insinuante, aunque no sé qué es lo qué insinuaba...—Es que Javiera, tení mucha suerte de trabajar con la selección y más encima el profesor mino anda detrás de ti, no sé de qué te quejai tanto.

—¿El profesor detrás de mí? No tu estay loca ¡Cómo él va a estar detrás de mí!—dije incrédula.

—Perra es obvio que le gustas, deberías coquetearle—dijo moviendo sus cejas otra vez, típico de mi amiga diciéndome que le coquetee a cualquiera que muestra un mínimo interés en mí, aunque en verdad no creo que el profesor esté interesado en mi....

—¡No voy a coquetearle! Ya te volviste loca de nuevo.—ella se rió de mí.

—No pierdes nada con intentarlo. Aparte es demasiado evidente que le gustas, se puso celoso cuando estabas ahí mojada con el Ángelo.—dijo como demostrando lo evidente, negué con la cabeza. Ella suspiró y volvió a lo que hacía antes de que yo llegara a la casa—Just saying bitch—la fulminé con la mirada.

A la mañana siguiente, todo fue perfecto, desperté a la hora, me bañé y me vestí y hoy sí me veía decente. Aparte solo tenía clase de cirugía la cual, era mi clase favorita del semestre, cuando este semestre termine creo que extrañaré esa clase, además la profesora es muy simpática, me encanta.

Luego de terminar mis clases, venía lo que más me temía en el día, tenía que volver a Juan Pinto Durán y estar toda la tarde ahí. ¡Qué suplicio! Tendría que volver a ver a mi profesor y quizás también al imbécil de Ángelo, ruego porque no sea así. Con mi profesor no tengo alternativa, pero en cuanto a Ángelo haré lo imposible por evitarlo.

Cuando llegué a Juan Pinto Durán, el guardia de la entrada me indicó que mi profesor me estaba esperando en su oficina, al llegar ahí, estaba Matías Zaror, ¡Dios lo bendiga! Así no tendré que pasar momentos incómodos con el dr. Krausse.

—Javiera, ¡Buenas tardes!—dijo mi profesor. Le devolví el saludo, luego hizo un inclinamiento de cabeza, indicando que me sentará en la silla al lado de mi compañero. Lo hice.—Bueno como le estaba contando a tu compañero. Hoy me acompañarán y estarán observando lo que yo hago, pero luego ustedes tendrán que resolver problemas, aunque van a ser muy sencillos. Ahora les voy a mostrar una presentación de qué se debe hacer para hacer un chequeo completo.—Dio vuelta su notebook y lo puso frente a nosotros. Ahí empezó un vídeo muy descriptivo que nos enseñaba como hacer un chequeo para ver si es que los jugadores estaban al 100%. No se veía muy difícil, pero uno nunca sabe. El vídeo duró aproximadamente una media hora. En ese tiempo el profesor salió de la oficina dejándonos solos. Cuando terminó el vídeo él aún no volvía por lo que con Matías nos pusimos a comentar cosas técnicas acerca de lo que salía en el vídeo. Luego de un rato el profesor volvió.—Bueno chicos, ahora vamos a la acción. ¿Tienen alguna pregunta?—Ambos negamos con la cabeza.

You Belong with me || Ángelo HenríquezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora