You Belong with me || Ángelo Henríquez

17: "Injusticia"

No podía creer que lo tenía enfrente de mí después de dos años sin verlo siquiera en pinturitas, estaba igual que la última vez que lo vi, la única diferencia es que su rostro ahora tenía una barba incipiente... Había pasado tanto tiempo sin ver a Juan Pablo, pero era como si no hubiese pasado, como si ayer fue la última vez que lo vi, la vez que me enteré que me engañaba con cuanta mina se le cruzaba...

-Amorcito ni siquiera me das un abrazo, te he extrañado mucho- me dijo con su voz sensual y misteriosa. Esa voz mataba, pero ya no me hacía nada...- Estos dos años te hicieron bien parece, estás más hermosa que nunca...

-Erí muy cara de raja Juan Pablo para venir a jotearme después de todo lo que me hiciste- le dije.

-Ay amorcito no seas dramática, si lo que hice no fue algo tan terrible- le restó importancia, ¿Qué se creía este hueón? ¿Cómo que nada importante? Es que se pasaba...- Además yo te quiero Javi...

-No vengaí con hueás Juan Pablo, si me hubieses querido, nunca hubieses hecho lo que me hiciste- le dije indignada.

-Javi... esas cosas son típicas en una relación, o sea nadie en este mundo es monógamo, todos han estado con otras. No es el gran asunto. Aquí lo importante es que tu eras mi polola oficial, las otras no importaban... Nadie me importaba más que tú- es que no lo podía creer...

-Hueón es que te pasaí. Eri una mierda Juan Pablo- me giré para irme de ahí, pero él me tomó del brazo. Lo miré feo. No quería tener sus sucias manos sobre mi piel- Suéltame hueón.

-Javi porfa, quiero que lo volvamos a intentar, yo enserio te quiero, no he podido olvidarte...- me reí incrédula, ¿Este creía que seguía siendo la misma hueona de antes?

-Juan Pablo suéltame.- tiré mi brazo con fuerza y lo logré soltar. Luego de eso salí rápido de ahí, no quería volver a hablar con él. Busqué a Santi que se supone que estaba conmigo bailando, pero había desaparecido. Lo logré localizar, estaba hablando con un tipo, pero no me importó necesitaba irme de aquí, no podía estar en el mismo lugar que Juan Pablo. Tomé a Santi del brazo y lo jalé a la salida.

-¿Qué te pasa Javiera?- dijo cuando llegamos a su auto- No veí que estaba con el medio mino, ni siquiera obtuve su número de teléfono por tu culpa. PERRA- hizo un puchero.

-Podí conseguirte otro mino por ahí, ahora vámonos luego- él abrió el auto y me subí.

-¿Y por qué tan apurada? Es como si hubieses visto una aparición- dijo encendiendo el auto- yapo cuenta, que no por nada dejé al medio mino tirado por tu culpa.

-Tú me abandonaste en la pista de baile maldito- él rodó los ojos- y cuando te fuiste ¿no sabí quién apareció?

-¿Cuál de todos tus hombres? Porque tienes tantos que ya no se me ocurre cual puede ser- le pegué en el brazo- AUCH eso dolió perra.- Yapo dime quién no me dejí con el suspenso que me carga...

-El Juan Pablo- Santi me miró con los ojos bien abiertos- Yo estaba bailando y apareció por detrás y empezó con sus mismos joteos de siempre...

-¿Y qué hacía el hueón aquí? ¿Qué más te dijo?- preguntó mi amigo.

-No sé qué hacía aquí, pero me dijo que lo qué pasó era propio de un pololeo y que lo que importaba que yo era su polola oficial- mi amigo bufó- y que quería volver a intentarlo...

-Es que ese hueón se pasa, es tan cara de raja, supongo que tú no lo pescaste ¿Cierto? ¿Qué no vas a creer otra vez en sus palabras zalameras?- negué con la cabeza- Entonces ¿Lo mandaste a freír monos?