5: "Primer partido"

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               Cuando desperté se sentía como que este iba a ser un buen día. Hoy era el primer partido de la Copa América y mi yo futbolera estaba muy emocionada, ojalá que estaba vez sí ganáramos la Copa, o sea es que no puedo creer que hasta Bolivia tenga una, y Chile no. Bueno aunque las selecciones de antes eran pésimas, siempre jugaban al ratoneo, ahora la mentalidad chilena cambió, por eso tengo mucha esperanza en esta selección, además los chiquillos son muy buenos jugadores, lo único que los opaca son las indisciplinas, pero espero que esta vez no pase nada. Aunque con la mala suerte del chileno nunca se sabe.

Estaba soñando despierta con el partido de hoy, hasta que mi celular interrumpió mis pensamientos, miré la pantalla y era mi mamá, hace días que no hablaba con ella, esto de la práctica y la universidad juntas me tenían sin tiempo.

—Hola mamá—le dije, a lo que ella respondió con un saludo muy efusivo, para luego reclamarme por no haberla llamado—Mamá es que he estado estudiando mucho además, te tengo una noticia.

—¿No estás embarazada, no cierto?—dijo mi mamá, pero ¿Qué onda mi madre? Ni siquiera tenía pololo.

—No mamá, no es eso—mi mamá exhaló ruidosamente, como si le hubiese quitado un peso de encima—Mamá me eligieron para hacer una práctica en Juan Pinto Durán.

—Hija esa es una muy buena noticia. Espera le contaré a tu papá—dijo, para luego ponerse a gritar a todo pulmón, tuve que alejar el teléfono de mi oído, pero aún así la escuchaba—RICARDO, LA JAVIERA ESTÁ TRABAJANDO EN JUAN PINTO DURÁN—luego escuché como unos pasos se acercaban.

—Javiera, hija—me emocioné un poco al escuchar la voz de mi padre, en verdad lo extrañaba mucho, yo era su regalona, o sea soy la menor y la única mujer, soy una niña de papi—Cuéntame más acerca de tu trabajo en Juan Pinto Durán—y ahí le conté lo que hacía, omitiendo obviamente las partes incómodas con mi profesor y las peleas con Ángelo—Hija, estoy muy orgulloso de ti, te felicito.

—Gracias papá, yo igual estoy muy feliz. Y emocionada por el partido de hoy—Luego nos pusimos a discutir sobre que debería hacer Sampaoli en este partido, era tan bueno volver a hablar con mi padre. Miré la hora, ya era hora de levantarme, así que les tuve que cortar. Pero les prometí que después del partido los llamaría.

Cuando llegué a Juan Pinto Durán, era toda una locura afuera estaba lleno de fanáticos y de prensa, lo bueno es que aún nadie me conocía por lo que pasé desapercibida. Los guardias al verme me dejaron inmediatamente entrar, adentro era todo lo contrario a lo que estaba afuera, había una calma inusual. En las canchas estaban solo los sparrings trotando. Los jugadores no se veían por ninguna parte.

Me dirigí a la oficina de mi profesor, esperaba que no estuviera de mal humor y no me retara tanto por lo de ayer. Al llegar a su oficina estaba solo, mirando el computador que estaba en su escritorio. Cuando me vio entrar alzó la vista y luego continúo con lo que hacía ignorándome.

—Buenos días profesor—le dije educadamente.

—Buenos días señorita Montés—oh ya no era Javiera, parece que ya no estábamos en la buena—siéntese por favor—dijo de manera muy formal. Me senté y lo miré expectante, él no levantaba la vista del computador.

—Profesor, ¿había algo que quería hablar conmigo?—ahí levantó su mirada color cielo hacia mi.

—Sí señorita Montés, quiero pedirle disculpas por mi actitud de anoche, usted es ahora también parte del cuerpo técnico por lo que tenía derecho a ir a la cena, también quería pedirle disculpas por no haberla invitado yo, puesto que yo era él que debía hacerlo.—¡QUEEEEÉ! Pero si ayer me miraba como si quisiera matarme y ahora me dice esto, definitivamente este hombre está loco.—Entonces ¿Acepta mis disculpas?

You Belong with me || Ángelo HenríquezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora