Sueños secretos [COMPLETA]

05.

ME ENCANTA

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Canción: Highway to hell — AC/DC

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 Despierto sin muchos ánimos de ir a la escuela, en realidad no quisiera hacerlo, pero de alguna manera tengo qué, no seré una vaga. Con mucho esfuerzo me levanto de la cama para poder comenzar con un baño y ponerme la ropa que elegí ayer por la noche. Me pongo un pantalón junto a una blusa de holanes de color beige. Creo que es hora de maquillarme un poco más de lo que se supone que lo hacía, debería comenzar a hacerlo, pues solo poner máscara de pestañas no es una buena opción, mucho menos usar delineador. Así que aplico maquillaje para tapar algunas imperfecciones en mi rostro, y poco de rubor en mis mejillas, termino con aplicar la máscara sobre mis pestañas. No debería sentirme tan simple, pues he logrado de mí algo mucho mejor que todos mis días en Denver. Me he dado cuenta que cubrí un poco mis pecas, eso es un hecho que agradecí porque no me gusta que las personas me vean al rostro solo para comenzar a contarlas y ver qué peca es mas notoria que otra.

Doy un último vistazo a mi perfil en el espejo y decido que así está bien. Para ser alguien que es nuevo, no daré la impresión para que comiencen a ser prejuiciosos con solo verme.

Aunque no sea una persona que le toma mucha importancia a las opiniones de los demás, tampoco es como si quisiera estar en boca de todos poniéndome un adjetivo con el que terminaré el año. Prefiero pasar desapercibida estos días en los que todo será incómodo por no conocer a nadie.

Bajo hasta la cocina, esperando que papá haya preparado el desayuno para ambos. Lo que no esperaba era que él haya quemado algo, pues toda la cocina olía a eso. No había nada sobre los platos, pero el sartén estaba lleno de huevos revueltos.

Una risa se me escapa de los labios al ver ese desastre. Definitivamente yo no sé si rio por el desastre o por lo cómico que se ve él.

—Papá qué se supone que has hecho —Elevo una ceja, intentando no reírme de él.

—Oh, ya sabes... el desayuno —murmura esto último para sí mismo.

Suelto una carcajada cuando intenta quitar el sartén, lo tomó sin alguna protección contra el calor y lo deja caer de nuevo contra la estufa. Se quemó. Él soltó unas maldiciones por lo alto y corrió hacia el grifo del agua para dejar su mano bajo ésta. Cuando se relaja un poco por la quemadura se vuelve a la estufa y toma una cuchara y un plato con la otra mano, lo sirve, pero cuando me lo entrega el olor a quemado es más fuerte que todo.

—Suerte para la próxima, Robert —digo dándole una palmada en el hombro. Dejo el plato sobre la mesa—. Yo no comeré esto.

Papá suelta un suspiro y saca su billetera.

—Ten —Extiende el dinero—, compensaré el desayuno con esto. Suerte en la escuela. —Apaga la estufa y se acerca a mí dándome un beso en la parte superior de mi cabeza.

—Gracias, papá. Prometo que compraré comida saludable.

—Más te vale —advierte.

—Verás que sí. Hasta luego. —Beso su mejilla y salgo disparada hacía las escaleras a tomar mi mochila y cepillar mis dientes.

No puedo evitar mirarme en el espejo sin que una ola de nerviosismo me invada. Preguntas llegan a mi mente, cuestionando cosas como si en este lugar me llegara a enamorar yo... Definitivamente no. No podía siquiera plantearme esa posibilidad, la universidad estaba a solo unos meses de tiempo, yo no sé siquiera si las cosas iban a suceder como quería, pero estaba en mis planes hacer un viaje de vida, en donde recorrería partes del mundo. Claro, tomando fotografías a donde sea que vaya, siendo parte de los lugares que visite. Esa soy yo, una Ellison que no es de un solo lugar.